Tu Aroma <En Proceso>

Cap#22 "Discusión con Tae"

—Ami. —Me toma del hombro y me gira en su dirección. —Te estás pasando.

—No te metas. —Dictaminé. — Solo le voy a enseñar a tener más cuidado en el futuro. —La mirada de la chica no paraba de pasar entre Tae y yo, reflejando el miedo que sentía en ese momento. —Tiene que aprender su lugar.

—¿Su lugar? —Suelta una risa amarga.  —Claro, se me olvidaba que tu eras superior a nosotros. —Suelta con ironía. Lo que dije le dolió.

No era mi intensión que el se sintiera afectado también por lo que dije.

—No Tae. —Niego con la cabeza <Lo estás malinterpretando todo> —Soy superior a ellos, no a ti, te considero mi igual...

Es la única persona a la que le he agarrado cariño.

—¡Ese es el maldito problema! —Escupe molesto. Jamás había visto a Tae así y me aterra. No es miedo a lo que me pueda hacer, sino miedo a perderlo. <Joder, la cagué a lo bestia>—Yo no soy tu igual, date cuenta, soy uno de ellos, pertenezco a la especie que ves insignificante ante tus ojos y a la cuál repudias con ahínco.

Y no es menos cierto lo que dice, Tae es tan humano como el resto, pero por alguna razón lo siento diferente. Mi primer error fue no darme cuenta desde un principio que mis palabras y mis actitudes despectivas hacia su raza también lo afectaban a el.

Giro mi cabeza en busca de la causante de todo esto... <Mierda, con lo bien que estaba yendo el día. No es justo> Seguramente estaba flipando con nuestra conversación, pero para mi sorpresa no la veo por ninguna parte. En cuanto tuvo la oportunidad se largó.

Centro de nuevo mi mirada en Tae y trato de excusarme nuevamente, de hacerlo entrar en razón. —Pero tú no, Tae, sería incapaz de verte con superioridad, eres mi amigo, el único que tengo. —El único que tengo aquí y allá... Pero eso el no lo sabe, no conoce mi inexperiencia en estos temas. —Eres el único humano en el que confío... Yo, yo te tengo mucho cariño. —Mi voz sale lastimosa, tengo un mal presentimiento, esto no va a acabar bien.

—El problema no es que me quieras o no, agradezco mucho tu cariño y el hecho de que me tengas tanta estima, pero tienes que entender y comprender que yo soy uno de ellos, métete en la cabeza de que cada vez que hablas mál de los humanos estás hablando mál de mí también, ya no puedo oirte hablar más de nosotros, oír como te refieres a los míos como si fuéramos menos que el polvo, y joder, sí que duele, duele mucho, duele el hecho de saber que la persona que estimas te vea como un insecto. —Levanta la cabeza conectando sus ojos con los míos, dejándome ver unos hermosos ojos marrones cristalinos por las lágrimas que se aferra en mantener retenidas. —Creo que hasta que entiendas todo lo que te dije será mejor que guardemos distancia. —Su voz sale en un pequeño susurro pero sus palabras retumbaron más que claras en mis oídos.

<¿Hasta que lo entienda?> Yo ya lo he entendido. Estoy perdiendo a mi único apoyo aquí, la persona que hacía de mis días en este infierno un lugar más llevadero. Estoy perdiendo a mi mejor amigo...

—Tae... —Lo llamo sintiendo mi rostro empapado por algo que nunca había experimentado: "Lágrimas de Dolor" No dolor fisico, pero sí emocional, de ese que duele mil veces más que un golpe. —Por favor... —Este solo se limita a bajar la cabeza. Me entregalos libros y se aleja.

Y ahí estoy yo de nuevo, suplicando en vano por algo que ya se que no tiene remedio. Perdiendo mi orgullo nuevamente, con la única diferencia de que con mis padres lo hice por un interés y con Tae lo estoy haciendo por una necesidad.

Lo que más me duele es su mirada, esa que solo muestra decepción... Lucho conmigo misma por mantener mis pensamientos a raya, esos que solo me dicen que use mi estúpida habilidad de persuasión y que lo haga olvidar este fatídico día que detonó todo esto, más me es imposible hacerles caso, no soy, ni sería capaz, de usarlas en él para mi propio beneficio... Eso nunca.

<No a Tae> Si quiero recuperarlo y que el se de cuenta que si lo valoro tiene que ser a su modo, al modo mortal.

Seco las lágrimas que resbalan por mis mejillas de un manotazo y me pongo en pie sintiendo todo el peso del odio y del rencor que se empieza a  acumular en mi interior por culpa de esa chica.

<Tal vez Tae tiene razón, no he entendido nada> Pero no lo puedo evitar, todo esto pasó por su culpa.

Dejo los libros en el casillero y voy al baño, ya he perdido dos turnos de clases pero no me importa, solo quiero descargar todas mis frustraciones a solas, desahogarme y reflexionar sobre todo lo que me dijo Tae, solo necesito vaciar las ganas de llorar que tengo para pensar en una solución, una solución que me devuelva a mí amigo, el único que tengo.

Entro a uno de los cubículos y me siento encima del inodoro abrazada a mis rodillas, sé que la culpa es mía pero solo puedo culpar en mi interior una y otra vez a esa estúpida chica.

Permanezco ahí un largo rato en silencio, disfrutando la soledad... Hasta que soy empapada por un cubo de agua. Rápidamente salgo del baño para ver quién fué encontrándome con la peor escena de mi vida. Los espejos tenían un sin fin de mensajes amenazantes con labial rojo dirigidos hacia mí, las paredes estaban llenas de rayones negros y el piso estaba inundado de sangre falsa. Siento como empiezo a ser abordada por un nuevo sentimiento, ¿Ansiedad? ¡No! Definitivamente es algo mayor ¡pánico! , me dirijo a la puerta para salir de ahí, más ésta estába trabada desde afuera, me deslizo por la misma cayendo de rodillas al piso, presa de la desesperación, el pánico era algo que nunca había sentido y me estaba abrumando, lo sentía invadir cada parte de mi cuerpo y no me dejaba pensar con claridad. Me tenía paralizada.

Cada vez que miraba a mi alrededor el estrés aumentaba. Era verdaderamente un escenario tétrico. Tal vez un poco cutre, pero aterrador al fin y al cabo. Los humanos son capaces de cosas horribles, eso siempre lo he tenido presente, y en momentos como estos donde me siento débil, no puedo evitar sentirme vulnerable ante tal situación.

<Maldita sea>

Golpeo con fuerza y frustración la puerta de salida y una nota cae en mis pies... La tomo con cuidado para no mojarla y leo su contenido:

A PARTIR DE AHORA, TEMERÁS...