xxvii. nervios a flor de piel

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NERVIOS A FLOR
DE PIEL
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Verónica se había levantado para buscar algo de comida, Draco se quedó junto a su hermana, abrazándola. La rubia tenía su cabeza descansando en el hombre de su mellizo con la mirada perdida.
Ronnie subió uno por uno los escalones hasta llegar donde su amiga y su novio estaban, la pelirroja forzó una sonrisa y se sentó junto a Draco.

—Te compré pasteles de calabaza, Silver—le dijo la Gryffindor, extendiéndole el dulce postre. Arya ni se inmutó, era como si su alma hubiera abandonado.

—Se lo daré más tarde—murmuró Draco en dirección a su pareja. El rubio tomó una galleta que la chica le dio y se la llevó a la boca.

Unas cuantas palomitas de maíz cayeron sobre Arya haciendo que reaccione. Se sentó derecha y miró hací todos lados, le habían lanzado palomitas accidentalmente. La banda de la escuela comenzó a tocar, vio a las chicas de Beaxbatons apoyando a los campeones como si de porristas se tratara. Arya frunció el ceño y vio al padre de Cedric Diggory aparecer de la nada, saludando a todos. Segundos después Cedric se hizo presente también, haciendo que todos estallen en aplausos. Arya solo se quedó sentada, buscando a Harry con la mirada.

—¿Ves a Harry?—preguntó Arya a la pelirroja junto a ella. Ronnie tragó las galletas y negó con la cabeza.

—No. Ya debe estar por salir, tranquila—dijo Weasley en un vano intento por calmar a la ojigris.

—Nunca debes decirle a una persona nerviosa que esté tranquila—farfulló Arya poniéndose de pie.

—Hey, ni se te ocurra irte a buscarlo.

—No iba a hacerlo—respondió la rubia estirando su cuello para ver más allá de lo que podía—. Y en caso de que quiera ir, ¿cuál es el problema?

—No te dejarán pasar—le respondió su hermano con una sonrisa burlesca.

—Los dos no ayudan en nada—les dijo ella volviendo a sentarse. Apoyó su cabeza en sus manos, de las cuales los codos estaban apoyados en sus piernas. Ya no sabía que hacer. No podía ir a buscarlo y eso la Estaña volviendo loca.

—Aparecerá, no creo que tarde demasiado—dijo Verónica masticando palomitas saladas.

Los estudiantes empezaron a aplaudir nuevamente debido a que los cuatro campeones aaparecieron al fin.
Arya se puso de pie rápidamente y buscó rápidamente al azabache.
Sintió una fuerte mirada encima de ella, y supo quien era al instante.
El corazón de Arya latió con fuerza, bombeó con rapidez a la par que una sonrisa de oreja a oreja se trazaba en su cara.

—¿Lo ves? Te dijimos que aparecería —musitó la melliza de Ronald Weasley. Todo pasó en menos de un segundo. La pelirroja extendió un puñado de palomitas a la rubia y al no tener respuesta miró en donde Arya debería estar sentada, debería.

Cuando Verónica se dio cuenta, su amiga ya se encontraba bajando los escalones de las gradas a una velocidad imposible de creer. Draco y Verónica se miraron con la boca abierta.

—Claro, no le hablé tres años y solo obtuve que me sonría. No ve a Potter dos horas y mágicamente obtiene poderes acestrales que la hacen correr a la velocidad de la luz—exageró el rubio.

Malfoy Girl ⋆ Harry Potter ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora