⇝Capítulo 1.

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La torpeza es una cualidad humana, los animales nunca son torpes.❞ 

—Jorge González Moore.

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A veces, no me doy cuenta de que estropeó algunas cosas, ya sea por mis acciones o mis palabras. Soy esa inútil que nunca sirvió para nada, desde pequeña me han dicho que no servía de nada y que probablemente debería desaparecer ya que, supuestamente, no aportó nada al mundo.

Viví con mis padres biológicos por cinco años, hasta que un día se cansaron y me dejaron tirada en una carretera, siempre decían que no era lo que ellos deseaban, claramente nunca les importé. Estuve una semana buscando como volver a mí casa, pero fue en ese entonces donde una familia me recogió y adoptó de manera instantánea, una familia noble, quienes sí sabían cómo amar a alguien.

Llevo doce años luchando con mi torpeza, no soy aceptada ni en mi instituto, ni en otro lado a donde no sea mi casa, siempre arruino todo para las personas. Soy famosa por ser "La estúpida" del instituto, hoy en día, todos te ven como quieren y no como en realidad eres.

— Woo Hee, apúrate que se hará tarde. — Me dijo Yuri mientras entraba en nuestra habitación a buscar su mochila, terminé de cepillarme el cabello y me miré en el espejo.

— Espero que no pase nada hoy. — Murmuré para mí misma, pasé mi mano por mi cabello y sonreí un poco.

— Trata de no arruinarlo hoy, ¿Sí? — Comentó saliendo de la habitación con su coleta moviéndose de lado a lado. A veces, me gustaría ser como ella, es muy popular y además, todos la aman.

No podría odiar todo de mi vida, por lo menos tengo una amiga, la única. Hyun Joo es una chica muy dulce a diferencia de las que me rodean todos los días, es muy guapa y además es el mejor promedio de la clase, ella es rubia, de tez pálida y ojos pequeños color café claro, a ella no le molesta andar con una chica torpe como yo, aunque siempre me defiende de los chicos que se burlan de mí.

— ¿Cómo te ha ido en las clases de cocina? — Preguntó mientras camina a mi lado, no quería admitir que estaba nerviosa por todas las miradas, risas y la forma en la que me señalaban burlándose de mí. Era el bufón de la escuela, algo que no me agradaba mucho.

— Pésimo, pasé la peor tarde del mundo. — Contesté cubriendo mi rostro con un libro, de tan solo recordarlo, mis mejillas se vuelven rojas. — Fue un papelón, cuando terminé tenía todo el rostro lleno de harina, parecía un payaso y todos se burlaron de mí. — Bufé.

Volteé a verla, mantenía su vista al frente con una sonrisa, bajó la mirada y comenzó a negar con su cabeza de lado a lado. Ya era humillante que todos se rieran de mí, más humillante es que mi mejor amiga lo haga conociéndome, formé un puchero en mis labios mientras miraba mis pies al caminar.

—No pudo ser tan malo, creo que ya se olvidaran de eso. — Rio por lo bajo. Entramos al salón como normalmente se ve a estas horas, vacío. — Piensa en otra cosa, natación, canto, gimnasia, ¿yoga?, no sé.

— Claramente aún te falta conocerme, probé todo y nada funciona. — Le dije pasando mis manos a los lados de mi cabeza frustrada. — Debo aceptarlo, soy una inútil que no sirve para nada.

Respondí con mi cabeza entre mis brazos sobre el pupitre, quería pensar en que podía ser útil para algo o que quizás podía ayudar a alguien. La mano de Hyun Joo se deslizó por mi espalda varias veces intentando consolarme, quería golpear mi cabeza contra una pared un millón de veces y así acabar con mi torpeza, jamás estuvo a mi favor.

𝙏𝙄𝙀𝙍𝙍𝘼... ¡𝙏𝙍𝘼𝙂𝘼𝙈𝙀! | 𝙟.𝙟𝙠  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora