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⇝Capítulo 25.

 ❝Las desilusiones te hacen abrir los ojos y cerrar el corazón.❞

—Marilyn Monroe.

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Mis ojos se abrieron a la fuerza gracias a la luz, bastó con sólo quejarme y darme la vuelta mientras tapaba mi cabeza con las sábanas de Jungkook, sentí algo al lado de mis pies apoyado sobre la cama, me destapé de a poco, lo vi con una bandeja, una sonrisa en su rostro y un afiche en su otra mano. Esto realmente no podía ser real, tenía tostadas bien hechas, un jugo de mango y un yakult en un costado, él me estaba trayendo el desayuno a la cama con mis cosas favoritas, esto ni siquiera se ve en un sueño.

De por sí, ya era imposible que en mis sueños pasará una cosa así, y más viniendo de Jungkook. Las palabras que había dicho en la noche me habían dejado en estado de shock pero esto ya pasaba a mayores, el cuerpo me temblaba sin ni siquiera levantarme de la cama, él se asomó un poco más y depositó la bandeja sobre mis piernas mientras que me entregaba el afiche. Lo único que pensé en hacer en ese momento fue abrir el afiche, estaba completo con todos mis apuntes y las imágenes que había buscado, sólo se podía tratar de una cosa, Jungkook lo había terminado por mí.

— Terminaste el afiche. — Dije sin poder creerlo mientras mantenía mi vista sobre el afiche, estaba totalmente sorprendida y sólo alcé la vista para mirar la sonrisa de lado que tenía Jungkook mientras rascaba su nuca. — ¡Muchas gracias! — Me lancé encima de él para abrazarlo, algo que él ni siquiera se esperaba que yo pudiera abrazarlo de tal manera.  

Miré a mi teléfono fijándome en la hora y se estaba haciendo tarde para ir al instituto, salté de la cama y salí corriendo hacia el baño, Jungkook me siguió pero a paso lento, me sorprendía un poco que no esté igual de apurado que yo. Llené el cepillo de dentífrico y comencé a lavarme los dientes rápidamente, Jungkook sólo se paró lentamente a mi lado mientras cepillaba sus dientes con una ceja arqueada y una sonrisa mientras lo hacía, lo miré de reojo mientras dejaba de mover tan rápido el cepillo de dientes, escupí un poco de pasta en el lavatorio y él sólo rio un poco.

— ¿Por qué no estás apurado? — Pregunté con desconfianza, él sólo siguió lavando sus dientes enfrente del espejo. — Llegaremos tarde a clases. — Volví a meter mi cepillo en la boca mientras seguía con la duda de su actitud.

— Tenía que hacer algo malo. — Se echó a reír mientras se tomaba del estómago, parecía que se atragantaría con el cepillo. — Cambié el reloj de tu teléfono para que pensarás que llegarías tarde al instituto. — Volvió a reír a carcajadas mientras yo lo miraba con seriedad, es que su pequeña broma no causaba ni un mínimo de gracia.

— No es chistoso. 

Salí del baño limpiándome la boca con la toalla y me encerré en mi habitación para cambiarme el pijama. Aún no podía dejar de pensar en lo que había pasado en la noche, las palabras de Jungkook habían quedado encerradas en mi cabeza sin dejar de pensarlas, una corriente eléctrica corría por todo mi cuerpo cuando recordaba cada letra de esas palabras, obviamente sus preguntas no se trataban de que él estuviese enamorado de mí, sino que trataba de otras cosas, como arruinar sus bromas y todo lo que él hacía en mi contra, o al menos eso pensaba yo.

Tomé mi mochila y el afiche para finalmente irme al instituto sin llegar tarde, colgué mi mochila en mi hombro izquierdo y salí de mi habitación encontrándome con Jungkook esperando a que por fin saliera de la habitación. Sólo pasé por al lado suyo sin esperar nada de su parte, seguí caminando hasta que sentí como mi mochila se deslizaba por mi brazo izquierdo. Grité al ver que él era el causante de que haya pasado eso, sólo la soltó un poco de mi hombro y cayó recorriendo todo mi brazo, dolió por el hecho de que raspó mi brazo.