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⇝Capítulo 29.

❝El amor es la última filosofía de la Tierra y el cielo...❞

—Francisco de Quevedo.

˗ˏˋ Tierra...¡Tragame!ˎˊ˗

Estaba terminando de subir las sillas sobre las mesas junto a Hale, no establecí dialogo con él porque realmente estaba nerviosa por como reaccionaría Jungkook cuando le contara lo que hice sin su permiso. Parecía que estaba teniendo una pelea mental mientras hacía lo que quedaba de mi trabajo, mi teléfono comenzó a sonar sacándome de mis pensamientos y sorprendiendo a Hale, resté importancia a su reacción y saqué mi teléfono de mi bolsillo trasero.

— ¿Jungkook? — Atendí confundida mientras sólo fruncía el ceño, me parecía raro que después de todo lo que había pasado me llamaba a mi teléfono.

— Estoy en la puerta principal. — Lo único que pude hacer fue abrir mis ojos completamente mientras trataba de responder tranquila, pero era imposible, él estaba a fuera y no tendría las palabras para contarle lo de Hale. 

Corté la llamada para que mis nervios no fueran tan evidentes, corrí hacia donde estaba Hale y lo sacudí un poco brutal para que me ayudará a salir en lo que él me metió. Soy una estúpida por haber aceptado desde un principio, pero realmente no quería que él se quedará en la calle, era mi oportunidad de ayudar a alguien sin arruinarlo por mi torpeza, pero creo que ya lo había hecho. Estaba segura de que Jungkook reaccionaría mal por el simple hecho de que él odia a Hale sin sentido, lo supe desde el primer día que se conocieron entre ellos, sus gestos lo decían todo y se notaba a distancia que no se llevaba bien con él, obviamente sin conocerlo realmente.

— Hale, sé que te dije que sí pero debes hacerme un favor tú a mí. — Susurré esperando a que Jungkook no entre de la nada y escuchará nuestra conversación. — Te dejaré la llave de repuesto, entrarás al departamento cuando yo te mandé el mensaje, te dejaré unas mantas sobre el sofá y dormirás ahí, asegúrate de taparte hasta la cabeza.

— Está bien, es por Jungkook, ¿Verdad? — Preguntó mientras se sacaba el delantal con rápidez mientras guardaba la llave desesperado con una sonrisa mientras me miraba. 

Asentí rápido caminando hacia la entrada principal para atender a Jungkook, parecía molesto por la expresión de su rostro, estaba más serio de lo normal. Tragué fuerte al verlo a los ojos, parecía que me mataría con sólo una mirada como esa, se acercó a mi rostro inclinando todo su cuerpo hasta mi estatura y me miró de arriba a abajo. Estaba asustada ya que esa expresión decía una sola cosa, él estaba controlándome, quizás porque había salido tarde y eso levantó sospechas, más de las comunes.

— ¿Por qué tardaste tanto? — Entrecerró sus ojos como sí estuviera escaneando todo mi cuerpo de manera excesiva, un temblor salió de mi cuerpo.

— Nada importante. — Una voz muy aguda salió de mi boca, sin esperar una orden de mi cerebro para evitar ese pequeño chillido que me había salido, quería morirme de la vergüenza. — ¿Nos vamos? 

Fue lo único que dije luego de aclarar mi garganta para hablar de manera correcta, suspiré pesado cuando se dió la vuelta y comenzó a caminar. Hale asomó su cabeza por la puerta y alzó su mano con su pulgar extendido hacia arriba en forma de aprobación. Al llegar al departamento le mandé el mensaje a Hale para que entrará cuando Jungkook se fue a dormir. 

˗ˏˋ Tierra...¡Tragame!ˎˊ˗

Me levanté mucho antes de lo debido, corrí hacia el sofá para despertar a Hale antes de que Jungkook se levantará, al mover las sábanas él no estaba. Comencé a desesperarme al no encontrarlo en la sala, corrí hasta el baño y él estaba lavándose los dientes mientras sus ojos se cerraban del sueño. Sonreí de alivio al verlo ahí mientras lo movía un poco para que despertará, al escuchar la puerta de la habitación de Jungkook abrirse, lo único que pude hacer era meter a Hale en la bañera con rápidez, y sentí como la puerta del baño se abría viendo a Jungkook aún un poco dormido.