⇝Capítulo 35.

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Cuando el amor es verdadero nace hasta dentro del fuego.

—Josefina Ureña.

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Otro día más, desperté con Jungkook a mi lado con su cabeza recostada en mi hombro, habíamos llegado del instituto y nos desmayamos del sueño en el sofá, ni siquiera nos habíamos cambiado de ropa así que estábamos igual que como habíamos llegado. Me encantaba la sensación de tenerlo cerca de mí, además de que cuando duerme su rostro se hincha haciéndolo mucho más adorable de lo que es.  

Me quedé mirándolo por varios minutos, su cabello desalineado y su rostro hinchado me llenaron de ganas de empezar el día, me levanté del sofá rápidamente sin pensar que Jungkook estaba acostado a mi lado y con su cabeza en mi hombro, él cayó al suelo rodando haciendo que despierte por obligación, tapé mi boca con ambas manos por la sorpresa y preocupación ya que yo misma lo había dejado caer, fue mi culpa. Me acerqué a él con rapidez para revisar sí se había lastimado o algo parecido, Jungkook sólo colocó su cabeza sobre mis piernas y abrió sus ojos brillantes, parecían relucientes apenas los abría después de dormir. 

— ¡Wow! — Exclamó mientras me miraba de forma divertida, lo miré confundida mientras veía como sus ojos se cruzaban con los míos, realmente no sabía por qué había reaccionado de esa forma apenas se despertaba. — ¿Ya llegué al cielo?, porque estoy viendo a un ángel.

Susurró mientras se levantaba poco a poco para besarme, debido a lo cursi que había sido en ese momento, lo esquivé y lo eché hacia un lado chasqueando la lengua de forma divertida. Me levanté del suelo y fui hacia mi habitación mientras la risa escandalosa de Jungkook resonaba por todo el departamento, bufé un poco con una sonrisa y decidí cambiarme el vestido. Decidí mirarme en el espejo por un par de segundos, debo admitir que mi autoestima había crecido un poco desde la última vez que me había visto reflejada en un espejo, aún tenía unos pequeños kilos de más, pero nada que un poco de gimnasio no podría arreglar. 

— ¡Woo Hee! — Gritó desde la sala, me alarmé un poco y me coloqué mi camiseta rápidamente, salí corriendo hacia donde él estaba. — ¡Hyun Joo está aquí! — Volvió a gritar, estaba detrás de él así que romperme un tímpano nunca fue tan fácil, toqué su hombro con mi dedo índice para llamar su atención y después de eso saltó un poco al verme detrás de él. 

— Hola Woo Hee, veo que la pasaron muy bien en el baile de graduación. — Dijo entrando al departamento con las fotos de la noche anterior, Jungkook y yo bailamos casi toda la noche con los chicos y un par de amigos de él que estaban en el equipo con él y Dak Ho. — Hay más fotos suyas que de los demás alumnos. 

Todos comenzaron a reír mientras Jungkook y yo nos mirábamos con una sonrisa, las fotos eran hermosas, hasta estaba la del beso que no me esperaba ver en ese montón de fotos, mis mejillas cambiaron de color con urgencia e intente taparlas con mis manos. Jungkook decidió guardarse la foto en la que ambos nos estábamos besando y por mi parte decidí guarda una de nosotros junto a Hyun Joo y su novio que ahora se había vuelto un amigo más para mí.

— ¿Vienen al karaoke con nosotros está noche? — Sólo nos miramos entre nosotros y nos quedamos pensando por demasiado tiempo, no quería ir porque sabía que era nuestro último día en el departamento.

Como anteriormente había dicho, el departamento era del instituto, sólo vivían ahí los alumnos que tenían sus casas en otras ciudades o sus padres no se podían hacer cargos de ellos durante el año escolar. Por mi parte, estaba en ese departamento ya que no vivía en Seúl como lo hago hoy en día, por eso mi familia venía desde Seongnam para visitarnos a Yuri y a mí, pero he pensado seriamente en quedarme en Seúl ya que hay muchas posibilidades de que vaya a la misma universidad que Hyun Joo, o quizás haga algún curso de cocina para mejorar mis habilidades para que no pasé lo mismo que mi primera clase del año. 

𝙏𝙄𝙀𝙍𝙍𝘼... ¡𝙏𝙍𝘼𝙂𝘼𝙈𝙀! | 𝙟.𝙟𝙠  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora