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⇝Capítulo 30.

❝Todo lo que hacemos es pensar en los sentimientos que nos escondemos...❞

—Halsey.

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Los ojos de Jungkook estaban llenos de ira, parecía que el mismísimo infierno estaba dentro de esos ojos marrones oscuros, se mostraba más rudo de lo que suele hacerlo en el instituto y en la sociedad. Comenzó a moverme de lado para estar frente a él, sabía lo que se venía y sin embargo yo no tenía la culpa de nada de lo que había pasado, o tal vez sí. Tragué fuerte nuevamente al ver como aclaraba su garganta con cierta hombría, soltó mi brazo para simplemente arremangar las mangas de su camisa, esto no podía estar pasando.

— Me puedes explicar por qué está toda tu familia, tu mejor amiga con mi amigo y el estúpido de tu pretendiente en el departamento. — Trató de tranquilizarse mientras colocaba sus manos alrededor de su cintura, hasta la diferencia de estatura me daba miedo de él, su expresión era seria por el momento.

— No quería decirte lo de Hale porque sabía que no lo dejarías quedarse aquí por unos días, en cuanto a mi familia... — Él me interrumpió con otra pregunta que nadie quería que él haga.

— ¡¿Qué Hale se quedará aquí por unos días?! — Exclamó mientras me miraba tratando de intimidarme, aunque no debía hacer tanto esfuerzo para lograrlo, comencé a jugar con mis dedos al momento en el que él me estaba regañando, estaba muy nerviosa, más de lo habitual.

Sabía perfectamente que esa sería su reacción sí le decía ayer en la noche, aunque tarde o temprano se enteraría de que alguien más estaba viviendo con nosotros. No era buena ocultando cosas, ni mis nervios, ni personas que escondo dentro del departamento, aunque no quisiera, sabía que este momento llegaría algún día de estos. No dejaba de mirar la expresión en el rostro de Jungkook, parecía más enojado porque Hale se hubiese quedado aquí que por todo lo demás que pregunto.

— ¿Ese chico estuvo toda la noche aquí? — Preguntó con una mano tapando su boca del estrés que le estaba generando la situación, no podría ocultarlo más así que sólo asentí. — Ese chico estuvo usando mis cosas a mis espaldas, estuvo comiendo de mi comida y tú nunca me dijiste nada Woo Hee, ¿Qué te pasa? — Comenzó a tranquilizarse poco a poco, aunque las ganas de llorar no desaparecían. 

Sus gritos y regaños sólo me recordaban a los viejos tiempos, a los que yo no quería volver nunca más, me causaba un escalofrío pensar en ese ambiente horrible en el que viví sólo cinco años de mi vida. Mis padres adoptivos siempre tuvieron mucha paciencia conmigo, en especial porque llegaba a arruinar todo de un solo toque, ellos me ayudaron a calmar esos problemas, hoy en día ni siquiera sé sí todavía están ahí o se fueron esos malos hábitos.

— Sólo quería ayudarlo, pero sabía que dirías que no. — Susurré al sentir como las lágrimas comenzaron a caer sobre mis mejillas, no podía controlar mis emociones y menos mis sentimientos, sólo pude sentir los brazos cálidos de Jungkook abrazar mi cuerpo y dejando que me acurrucara en su pecho.

— Creo que...deberías habérmelo dicho. — Acarició mi cabello con su pulgar y dejaba un pequeño beso en mi cabeza para tranquilizarme. 

Sentía como sí flores estuvieran naciendo en mi corazón, mis brazos comenzaban a temblar a medida de que las lágrimas dejaban de fluir, sólo en sus brazos me sentía protegida realmente, era la primera persona que me hacía sentir segura con tan sólo un abrazo. Jamás pensé que él podría hacer una cosa así por mí, nunca me imaginé que el gran Jeon Jungkook me estaría abrazando para tranquilizarme, en mis sueños era imposible una cosa así, y menos con él.