Aun no recuerdo cuando fue la última vez que me sentí así de feliz en mi vida. Todos los días habían sido monótonos desde que la conocí a ella esa vez cuando estaba en apuros. He de admitir que era una mujer orgullosa pero aun así me llene de ternura al verla ahí indefensa. Recordar es vivir y realmente cada momento con ella parecía a veces tan lejano, a lo mejor era porque la extrañaba demasiado cada día. Estar recostado en mi recamara me hacía pensar demasiado en ella incluso en esos primeras veces.
====Cinco Semanas Antes====
Me maldecía a mi mismo por mi mal hábito de jugar videojuegos a media noche y perder mí tiempo de sueño, pero que podía hacer si se había vuelto tan interesante ese último nivel. Alcancé a tomar un pan de la alacena para que por lo menos me hiciese aguantar hasta el descanso y que mi estomago no intentara matarme. A pesar de sentir prisa no podía olvidar mi ritual mañanero el cual era ver la foto de mi madre y de mi padre y saludarlos como acostumbraba a hacerlo cada mañana. Cualquiera podría decir que mi soledad era grande luego de que mis progenitores pasaron a mejor vida hace unos años atrás, no puedo negar que me dolió pero el apoyo de todos mis amigos siempre fue lo que me impulso a seguir adelante. Le debía mucho a Misty y a Brock, ellos eran mi luz en esos días oscuros.
Salí de mi humilde departamento y ver como el casero me perseguía por la renta del mes pasado ya era una costumbre aunque cada vez el señor se hacía más rápido para atraparme. A pesar de que podía verse duro por fuera, Blaine siempre fue un gran apoyo luego de que mis padres murieron. Después de cavilar por unos momentos tome mi confiable amiga, mi motocicleta; no pueden culparme que sea fanático del motor y ella era mi máximo orgullo, aunque hoy tenía una misión difícil de llevarme lo más rápido y no llegar tarde a mi trabajo. El padre de Brock a veces podía ser un dolor de cabeza aunque he de admitir que era un buen tipo.
Ya estaba a punto de llegar a mi trabajo, mi vieja amiga cumplía su deber aunque por cosas del destino y la mala suerte un semáforo en rojo me atrasaba, aun así tenía tiempo suficiente para llegar. Me puse a ver a los alrededores ya que no había mucho que hacer, ese semáforo era famoso por ser tan lento pero ya tenía su cálculo y sabía que mi amiga no me iba a fallar. Entre ese mar de gente pude ver algo poco usual, vi como una joven estaba en apuros ya que yacía en el pavimento y no podía colocarse en pie.
Me indigno ver como toda la gente la ignoraba a pesar de que necesitaba ayuda, por un momento pensé hacer lo mismo pero si algo mis padres me habían dado era educación de ayudar al necesitado no importa el sacrificio que tuviese que hacer, en ese caso mi trabajo. Me estacione cerca para poder ir en su ayuda, cuando por fin me acerque intente darle mi mano y cuando me volteo a ver, creo que podría decir que jamás había visto un ángel en vivo y a todo color.
Cuando tomo mi mano, sentí como su suave piel podría ser mi nueva adicción y eso hizo que mi corazón se acelerara demasiado. A pesar de su cara de desconfianza, intenté ser lo más amable posible, tómenlo como corazonada pero intuí que no era originaria de Kanto. Poco a poco rompí ese hielo que tenia ella y acepto mi ayuda. Mi vieja amiga ahora tenía una misión más importante el cual era llevarnos a ambos a su destino. Era raro sentirme nervioso, es decir, tenía tiempo de no salir con alguien pero era por la misma razón, no sentía que alguna chica me brindaba esa sensación que esta extraña me estaba provocando, mas aun cuando sus delicadas manos me tomaban del torso, a lo mejor era su primera vez en motocicleta, tenía que ser cuidadoso.
A pesar de mis esfuerzos, ella se sintió asustada por mi forma de conducir aunque no la culpaba, todos tenían esa impresión al montar por primera vez. Cuando llegamos a su lugar de trabajo me sorprendí al ver como ese edificio intimidaba a cualquiera, no creí que el nuevo edificio sería tan lujoso desde afuera.
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Deseos Congelados en el Tiempo.
Romance"Serena es una joven que vive el día a día sin colores, sin emoción ni deseos. Sonrisas falsas por aquí y por allá era su diario vivir. Complacer a los demás antes que a ella sin sentir satisfacción. Lo que ella no sabe es que la vida puede cambiar...