Deseos Congelados en el Tiempo.

Tu presencia me da valor.

Realmente la vida es muy extraña, hace unos meses quien diría que iba a vivir esta clase de acontecimientos por una persona. Emoción, ira, enojo, tristeza, miedo y un sinfín de sentimientos que fueron un cóctel de situaciones donde ella siempre fue la que estuvo en el centro de todo ello.

Serena era esa mujer que me había hecho volver a vivir después de mi muerte de hace dos años. Ese sentimiento donde ambos somos un solo corazón ha sido un renacer del pasado que he querido olvidar. Sin querer de parte suya, redescubrí mi ser y también de alguna manera recobre el perdón que tanto le hacía falta a mi vida. Imaginar su dolor tan intenso como el mío al separarnos me inspiraba a no dejarla ir, verla recostada sobre mi pecho sintiendo el calor del cuerpo cálido que ella poseía me hacia reflexionar y sobretodo anhelar no soltarla jamás, sus bellos ojos cerrados me hacían pensar en que estaría soñando.

Era difícil de expresar mis ideas y emociones siempre con ella ya que el amor que le tengo nubla cualquier otro pensamiento que pueda llegar a tener, simplemente su presencia era mi ambrosia, pero luego de la noche que disfrutamos....era ahora adicto a su tersa piel, a sus miradas intensas de amor, a su aroma dulce y a sus labios de miel que ahora no creo que sea coincidencia que su cabello tenga el mismo color que el dulce néctar de las abejas. Percibí como ella se empezó a mover entre sueños y simplemente se acurrucaba mas en mi pecho mientras su brazo me apretaba fuerte, me era difícil no suspirar.

Era temprano, eso deduje al ver como los rayos del sol apenas tocaba mi apartamento, pero la verdad me sentía hasta un poco mal al tener ventaja sobre los demás....al poseer en este momento el rayo de luz que ella representa en mi vida. ¿Quién diría que una reconciliación seria así de dulce? No es que nos hayamos peleado, pero fuimos un par de cobardes.....ella es mi cobarde al final de cuentas.

Entre todos los pensamientos que mi cerebro me obligaba a procesar, no podía evitar sentir el placer de su amor más aun cuando sentía como esa llama de su sensualidad quemaba mi piel con su tacto. Mis manos no pueden dejar de explorar su piel y posarlas en su espalda para recorrer esas partes prohibidas que ahora ella me permitía palpar, era una experiencia única de la cual lo más seguro me haría adicto.

Ahora que reflexiono un poco sobre nuestra noche juntos, ella parecía muy nerviosa con todo lo que hicimos.....era tan tierna verla así. Comprobé mi teoría cuando llegamos al clímax de nuestra unión donde pude percibir el honor que ella me otorgo de ser su primera vez. ¿Tanto valía para ella? Ella definitivamente tenía mucho más valor cada día para mi persona. ¿Tenía derecho de esconder lo que soy luego de lo mucho que ella me ha regalado? No era justo.....ella no se merece eso.

Con cuidado me separe de ella y la cubrí con la sabana mas allá de mi estupefacción al ver su hermoso cuerpo, de veras tengo suerte. Quitando mis pensamientos de deseo busque mi toalla para primero tomar una ducha y luego cocinar para ella, verle el rostro incomodo al no tenerme a la par me inflaba el corazón....ella es sumamente tierna.

Cuando me metí a la ducha no pude evitar sentir el agua fría recorrer mi ser y al no esperar esa sensación deje caer algunos botes de shampoo esperando no haberla despertado y con ello seguí mi aseo personal y mi línea de pensamiento. Luego de todo lo vivido con mi amada peli miel, me cuestione que mi vida sin ella era algo que no podía avizorar ahora, era tan necesaria como el aire que entra a mis pulmones para hacerme vivir y con ello tome una decisión. No más cosas ocultas, tinieblas o secretos entre ambos, mi resolución y mis deseos de que estas emociones sigan creciendo era más fuerte que cualquier miedo que pueda tener o trauma de mi pasado.

Luego de haberme aseado y salir del baño la observe sentada en mi cama leyendo la última carta de Anabel, nuestra plática seria antes de lo planeado al verle su expresión de confusión con cada palabra que ella leía y procesaba.