El Amor es... tu y yo juntos

Cap. 35 -. El principio de una vida

Estoy de pie frente al gran espejo de mi habitación, observó feliz y extasiada el bello vestido que adorna mi cuerpo, ah llegado el día... Ese día que toda chica sueña desde la niñez, ese día que promete ser el más feliz de todos, Mina se acerca por detrás y sonríe a mi reflejo pasa el velo sobre mi cabeza dejandolo caer frente a mi rostro, parece que todo a pasado tan rápido pero no es así, cada minuto que a transcurrido eh aprendido que todo tiene una razón de ser, hoy voy a unir mi vida a la de Darién, voy a ser por fin su esposa y no existe mayor felicidad que esta.

—. Te vez hermosa... —comenta mi amiga mirándome de pies a cabeza, el vestido en corte sirena, bordados y apliques que brillan cual estrellas se siñé a mi cuerpo perfectamente y eso me hace esbozar una gran sonrisa.

—. Me siento tan dichosa, solo quiero hacerlo feliz, amarlo tanto y tan grandemente que jamás dude de nada, gracias por estar aquí conmigo... —bajo la mirada. —hoy mis padres me hacen mucha falta y... Bueno habría querido que ellos me entregaran en la iglesia pero... No se puede... —susurro en voz baja mientras sostengo las manos de mi amiga.

—. Oye no... Tranquila —levanta mi mentón — se que ellos están felices, te miran desde el cielo y claramente se que están orgullosos de ti, no llores porque arruinaras tu maquillaje. —me abraza e intenta consolarme, sonrió por su efusiva felicidad.

—. Toc... Toc... —suenan golpesitos en la puerta veo a Andrew de pie con su bello smoking en el umbral esperando por mi. —¿Estás lista? Ya es hora...

—. Si; ya estoy lista... ¿a Regina se la llevó Darién? —pregunto preocupada.

—. Si; no te preocupes ellos ya están en la iglesia, solo faltamos nosotros así que debemos darnos prisa, pero antes... Déjame decirte lo hermosa que estás. —Andrew sonríe mientras extiende su brazo hacia mi.

Tomo su mano y salimos de casa directo a la iglesia y mientras el auto avanzaba mis nervios aumentan cada segundo más, no por creer que esto sea un error si no porque me siento dichosa de que el camino recorrido nos a traído hasta aquí, todo el amor que un día nos juramos hoy a dado sus frutos y aunque aún hay muchas cosas que no sabemos con certeza no importa pues mientras nuestro amor se mantenga firme no habrá tormenta o viento que sople demasiado fuerte que logré destruir lo que nos ah costado cuidar. observó absorta la sortija en mi dedo y cierro los ojos por un momento volviendo en los recuerdos que me llevan a aquel día en el que lo conocí, quien habría imaginado que después de la tormenta verdaderamente llegaría la calma.

Sin notarlo siento resbalar por mi mejilla una tibia lágrima de felicidad que limpio delicadamente con mis dedos, el auto estaciona y Andrew baja, abre la puerta y sostiene mi mano con delicadeza, con cuidado de no dejarme caer pues los tacones no son mis fieles compañeros, Mina baja del auto que se estaciona detrás del nuestro y me alcanza entregándome el ramo hecho de rosas blancas con una sola rosa roja en el centro que representa a mis padres, lo tomo y respiro tan profundo como puedo para calmar los nervios que me están destrozando por dentro.

Mina acomoda el largo velo que arrastra por detrás de mí, después se posiciona frente a nosotros y me guiña un ojo en complicidad mientras sonríe, Andrew es quien me va a entregar, es mi mejor amigo y siempre eh contado con todo su apoyo y hoy es él quien se ah ganado este derecho, me mira sonriente y me pide que cruce mi brazo por debajo del suyo, lo hago y a paso lento entramos en la iglesia, nuestros amigos más cercanos están con nosotros, es una ceremonia pequeña y muy íntima.

...De pronto lo veo... al final del pasillo, de pie junto al sacerdote observandome mientras sonríe para mí, en ese momento los nervios que antes sentí desaparecen por completo, ahora solo quiero estar frente a él y decirle cuánto es que lo amo, una bella melodía comienza a escucharse y sonrió dichosa.

Llegó hasta el altar y sostengo sus manos entre las mías, Darién me mira como sin aún poder creer que aquello sea realidad.

El sacerdote comienza la ceremonia y así llega hasta el punto en el que las palabras cesan y comprendo que ah llegado el momento de jurar lo que ambos anhelamos.

—. Señor... Bendice estos anillos que son símbolo de la unidad entre estas dos personas... Que ellos sean símbolo de fe verdadera y recuerdo vivo de tu infinito amor... —relata el párroco que bendice con una santa seña los anillos que yacen frente a él.

—. Miró a mi casi esposo a los ojos mientras sostengo su mano y deslizó en ella el anillo que nos une por siempre. —Yo... Serena Tzukino, te elijo como esposo... Me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y adversidad, en la salud y enfermedad, en lo próspero y lo adverso y amarte hasta el final de mis días y aún después de ellos...

Él sonríe totalmente conquistador e imita los votos nupciales permitiendo que el sacerdote sentencie efusivo aquellas palabras que significan todo... —Lo que Dios a unido que no lo separé el hombre... En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo... Amen... Por el poder que Dios a conferido a mi los declaro marido y mujer... Puedes besar a tu esposa. —sentencia mirándonos con una sonrisa que muestra su alegría por nuestra unión.

Darién se acerca a mi, levanta el velo que aún cubre mi rostro y lo retira, me mira absolutamente enamorado con un brillo singular en sus ojos, sube delicadamente sus manos a mi rostro y lo toma con delicadeza atrayendo mis labios hacia los suyos para por fin sellar con un beso nuestra unión, cierro los ojos y disfruto este perfecto momento.

Mina se acerca con nuestra pequeña Regina, la tomo en brazos y la abrazo mientras Darién deposita en sus mejillas besos de completo amor, los asistentes aplauden efusivos mientras ambos sonreímos bajo los millones de granos de arroz que caen sobre nosotros para desearnos felicidad, hoy... es el comienzo de nuestra historia por qué al final EL AMOR ES...

Prosperidad y adversidad...

Salud y enfermedad...

¡Que efímero aquel juramento!

FIN

CAPITULO I