Cap. 11 -. Mi secreto...

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Cada momento que pasa sostengo la idea de estar lejos de Darién aunque con cada segundo sienta que mi corazón se marchita un poco más, camino a mi ventana inmersa en una gran y palpable soledad que me nubla las ganas de sonreír, no puedo, es así de simple, no puedo darle la felicidad que él se merece, tal vez una amistad fingida eso... Si eso si puedo, estar a su lado como una simple amiga. La lluvia cae y con ella mis lágrimas que rosan suavemente mis mejillas y terminan su camino final al caer por mi barbilla, las limpio y pienso —ya estoy cansada, pero se que es mi propia culpa estar metida en este embrollo, es solamente culpa mía el estar inmersa en esta cruda soledad que apuñala cada parte de mi frágil cuerpo.

Harta de la soledad camino al apartamento de Mina, ya es hora de que alguien más sepa lo que me aqueja, debo sacar todo esto que asfixia mi ser, ella es la mejor opción, siempre ah sido mi mejor amiga y sé que pase lo que pase su apoyo siempre lo tendré, camino a paso lento por el largo pasillo, bajo uno a uno los escalones y estando frente al umbral de su puerta mi mano se detiene por un par de minúsculos segundos, al final lo hago, golpeó levemente la madera esperando recibir alguna respuesta y así es... Sus ojos azules como el océano me escudriñan con alegría intentando creer que soy yo quien toca a su puerta, sonrió levemente pues su expresión me da risa, ella... Mi mejor amiga, mi hermana, mi todo...

—. Seré... Pasa, que milagro nena... —me abraza efusiva y yo correspondo a su tierno y cálido abrazo pero casi inmediatamente al sentir su compañía caigo sobre su hombro envuelta en llanto. —¿que pasa nena? ¿Que te sucede? —pregunta en tono preocupado.

—. Mina yo... Ya no puedo más... En verdad... —y es la verdad, tal vez necesite ayuda porque en realidad siento que pierdo la poca cordura que aún me queda -—¡creo que estoy enamorada! —grito escondiendo el rostro entre mis manos intentando ocultar mi sufrir.

Camino al sofá acompañada de esta hermosa joven que me abraza efusivamente intentando en vano hacerme sentir bien.

—. Mina suspira y me toma de las manos. —¿que es lo que te sucede Serena? Cuéntame...

—. Creo que... Estoy enamorada Mina, pero... —escondo nuevamente mi rostro para que ella no vea lo tonta y desagradecida que soy.

—. ¿Pero que? Dime nena... ¿Que sucede? Es fantástico estar enamorada, me alegra mucho y tú deberías estar igual y sin embargo estas llorando como si el mundo se fuera a acabar. —en realidad el mundo se acababa para mí, el saber que tenía que arrastrar mil demonios, que debía seguir por esta vida con un millar de secretos y el más tormentoso que quemaba mi piel por dentro.

—. Jamás seré suficiente para nadie, este corazón marchito ya no puede amar y este cuerpo desgarrado por dentro no soportaría desilucionar a alguien a quien ame. —mi amiga me mira buscando una respuesta más certera que esa, ella sabía que había algo que ocultaba y no estaba tan lejos de la realidad, si había un secreto que me atormentaba, una verdad que no me dejaba dormir...

—. De que secreto estás hablando, por favor dime, Serena me asustas. —poniéndome de pie mi mente viajo a aquel momento en el que mi mundo terminó por derrumbarse...

.......meses antes en el hospital........

Sin dejar de mirar por la ventana acariciaba mi vientre plano y vacío, acurrucada en aquella cama de hospital sintiendo que mi mundo se había desmoronado, el escozor de mis lágrimas que resbalaban por mis mejillas me recordaban el dolor intenso que sentía por dentro, una voz grave habló sacándome de mis pensamientos haciéndome volver a mi tortuosa realidad.

—. Srita. Tzukino buenas tardes, soy el Doctor Akome, yo llevé su caso y necesito hablar con usted... —un hombre de no más de 40 años, ojos cafés claros y cabello levemente canoso, lo mire algo aturdida y le indique que pasará y me dijera de una buena vez que ocurría.

—. Dígame qué pasa... A estas alturas ya nada puede ser peor... —baje la mirada llena de rencor por haber sido yo quien terminará perdiendo.

—. Como ya sabe tuvimos que practicarle un legrado, pero... Hubo complicaciones al hacerlo, lamento informarle que debido a esas complicaciones es muy poco o nada probable que usted pueda volver a concebir... Lo lamentamos. —sentí mi alma caer al piso, la respiración entrecortada y mis manos temblorosas me hicieron perder la cordura, ahogue un grito que sentía precionar mi pecho, me deje caer en la camilla y lloré tan desesperadamente que no quise escuchar nada más, el doctor tuvo que administrarme un calmate para hacerme olvidar por el tiempo que este durase.

Decidí guardar silencio, decidi mantener solo para mí ese obscuro sentimiento que sabía poco a poco carcomeria mi alma, un sentimiento y una verdad tan crueles que me hicieron perder la fe...

........... Actualidad..............

—. No puedo tener hijos, soy una mujer marchita por dentro, una mujer que jamás podrá ser madre y nadie merece una vida así, Darién merece lo mejor... —Mina se quedó sin habla, la noticia la dejo boquiabierta.

—. Seré... Yo... Lo siento... Dios; no puedo imaginar lo que sientes, pero... Amiga esa no es una desicion solo tuya, deberías al menos darle la oportunidad de decidir a él, Serena dile la verdad... —dirigí la mirada a mi amiga, movía mi cabeza diciendo ¡No!

—. Jamás... Prefiero perderlo que ver en sus ojos lastima... -—mi desicion estaba tomada y le exigi a Mina que guardara silencio, el decirle de una vez mi verdad, mi oscura verdad me hacía sentir mejor que antes pero aún así era algo con lo que tendría que vivir siempre y tal vez más adelante no me duela tanto pero siempre me lastimara él no poder jamás sentir el amor de un pequeño creciendo dentro mi, la vida me había robado esa oportunidad.

—. Guardaré tu secreto... Pero se que no es lo correcto, se que deberías luchar por ese chico que por lo visto te tiene más que enamorada, amiga si él te ama te aceptará, te ayudará, te cuidara, será tu incondicional sin importar nada. —se que tenía razón, camine hacia ella para abrazarla pues su apoyo era el más valioso, la adoraba.

El Amor es... tu y yo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora