Cao. 27 -. Aquel viejo sentimiento

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Cansada de llorar constantemente deje atrás al hombre que amaba, tenía tanto miedo de que ahora pasara algo más que nos impidiera amarnos nuevamente porque en cada ocación pasada así había sucedido, parecía que aunque la vida tal vez nos quería juntos... El destino se empeñaba caprichosamente en separarnos, ahora Darién tenía a Regina su hija, una hija que lo necesitaría más de lo que yo tal vez lo haría, no mire atrás; solo camine con rumbo desconocido, no lo sabía y no me importaba, por primera vez no llore, no me sentí morir, creo que ya me había resignado a tener que dejarlo ir, no me mal entiendan... Lo amo aún con locura, lo amo más que nunca y el dejarlo es terrible pero ahora ya no solo es él, amarlo implica también amar a Regina y estar para ellos siempre...

Por alguna razón me puse a pensar en las veces que habíamos peleado, parecía que la vida nos juntaba una y otra vez para reñir uno contra el otro, sonreí como tonta al recordar todas las peleas que habíamos tenido, era mágico y divertido y aún no podía creer que de ello habíamos llegado a esto, me había visto en la penosa necesidad de tener que renunciar al amor de mi vida, sabía que tarde o temprano aquel resentimiento que tenía contra mí por la muerte de Michiru renacería en él y no lo soportaría así que es preferible así, por un lado le agradezco el haberme sacado de su vida así sin más y no haber buscado la forma de estar conmigo pues me dió el tiempo necesario para conocerme y amarme nuevamente, me hizo saber que soy una mujer fuerte, una mujer independiente que no necesita de nadie para salir adelante.

Lo quiera o no debo admitir que dentro de mi corre un poco de resentimiento por lo que me hizo, jamás creí que su corazón se llenará de odio hacia mí y mucho menos que se alejara por culparme de lo que había pasado, en fin.

Pasaron un par de semanas más y las vacaciones de verano se acercaban, estaba emocionada pues iría de viaje con Mina, habíamos planeado algo así desde hace mucho tiempo y ahora por fin se había podido dar la ocación, empacando mis cosas me di cuenta que no tenía bloqueador, tome mis cosas y salí al super a comprar alguno, vagando por el pasillo de farmacia intentando encontrar algún resagado al dar la vuelta sin darme cuenta me di de bruses con alguien callendo al suelo, entrecerre los ojos por el dolor en mi trasero y levanté la mirada enfurecida para comprobar que idiota había hecho esto y como si fuera magia, nuevamente ahí estaba él... parado frente a mí sonriendo tan coquetamente como antes lo hacía, recordé los viejos tiempos...

-. ¿Te ayudo? Sigues igual de despistada Houdini... -sus palabras casi me derriten, me extendió la mano pero no la tomé.

-. Y tú igual de torpe que siempre, ¿que demonios haces aquí? -pregunte pretendiendo estar enfadada.

-. Vine a comprar pañales y leche para Regina... -dijo sonriendo, pero note que la niña no venía con él.

-. ¿Y ella donde está? -pregunte mirando por el pasillo.

-. En casa con la niñera, bloqueador eh. ¿Vas de viaje? -pregunto mirando el botellón en mi mano.

-. Si, pero es algo que no te incumbe...

-. Valla, valla, valla Houdini veo que lo engreída y grosera no se te ah quitado... -comento sonriendo.

-. No tendría por qué cambiar, de todos modos es algo que no te afecta ¿o si?

-. Mmm... No, es cierto no me afecta, aún así debo decir que sigues igual de hermosa... -se acercó a mí rostro y lo acaricio levemente con sus dedos haciéndome doblar las rodillas al sentir el contacto con su piel.

Disimule lo mejor que pude aquella vieja sensación que hacía tiempo no recorría mi cuerpo, él sonrió y se acercó peligrosamente más a mi, su rostro quedo a centímetros del mío, mis ojos observaban los suyos esperando lo que pudiera pasar, sus manos tomaron mis hombros y bajaron lentamente hasta mis codos, mi cuerpo se tenso por la emoción que me provocaba aquel contacto suyo, entonces recobre un poco de mi cordura y me separé abruptamente de él y de su toqué.

-. ¿Que haces? Puedes dejar de seguir haciendo eso... Ya no tienes que hacerlo, no tienes que fingir conmigo... -grite furiosa.

-. Darién bajo la mirada y sonrió moviendo la cabeza de un lado al otro. -Houdini estas escapando nuevamente de mi, no estoy fingiendo nada, Serena te amo... -no quería creerle, no quería volver a caer en ese profundo oyó negro del que tanto trabajo me había costado salir antes.

-. Si... Se notó cuanto me amabas antes, ya me dejaste sola una vez, sé que podrás hacerlo nuevamente, solo déjame en paz ¿quieres?. Adiós. -me aleje rápidamente de él, no lo mire más a los ojos solo quería irme de ese lugar.

Darién me miró alejarme, quiso seguirme pero entendía perfectamente por lo que yo pasaba, sabía que él también se había equivocado y que aquello que me había hecho aún me dolía, compro las cosas y se fue a casa, al llegar su niñera le entrego a Regina que sonreía al ver a su padre, él le dió de comer y la baño, la recostó en su cuna y la arropó y cuando por fin se quedó dormida no pudo evitar mirarla como lo hacía todas las noches, era una niña hermosa, se parecía a su madre pero tenía sus ojos y el cabello negro, acaricio levemente su mejilla y encendió la ruleta que colgaba sobre su cuna que dejaba salir una bella melodía que arrullaba a la bebé, se alejó y se recostó en su cama pensando en mi, me amaba tanto y el estar tan cerca mío lo volvía loco, necesitaba mis besos, mis caricias, mi amor, mi compañía, mi comprensión y yo no estaba con él.

Al llegar a casa me sentí igual que él pero intenté borrar ese sentimiento viendo películas, el timbre sonó y mi corazón se aceleró, pensé por un instante que tal vez podría ser él, me apresure a abrir pero oh sorpresa... Era Mina.

-. Aaa eres tú... -dije sin ganas viendo como la sonrisa de mi amiga se borraba de su rostro.

-. Ay gracias amiga por tanto cariño... -sonreí por sus ocurrencias.

-. Lo siento, es que hoy ví a Darién en el súper y creí por un momento que era él quien tocaba.

-. Mina corrió y se sentó junto a mi. -lo viste, ¿Que te dijo? Cuéntame qué pasó.

-. Nada, estaba comprando leche y pañales para su hija... Quiso besarme pero me safe, Mina; no quiero volver a caer con él, ya no... Ahora mi vida está balanceada ya no quiero sufrir más por amor.

-. Mmm... Pues aunque te alejes de él, tú lo amas y se que tarde o temprano terminaran juntos, lo que te hizo estuvo mal pero entiéndelo a él también, tenía tanto en su cabeza que quizá no supo como lídear con tanto...

-. Como sea, ya no quiero hablar más de él, mejor ayúdame a terminar de empacar para nuestro viaje. -la lleve hasta mi alcoba.

-. Tom me llamo, gracias por presentarmelo, nos alcanzará en la cabaña dos días después y Andrew llegará al día siguiente, llevará a su novia así que prepárate, no se cómo es esa chica.

-. Pues sea como sea tenemos que respetarla ok. -dije mirando con severidad a Mina, a mi muy loca amiga.

-. Si pero ya sabes que lo quiero y no quisiera verlo sufrir, como sea tenemos que averiguar quién es esa mujer.

-. Okay. Entra en vigor el plan de "El ataque de las amigas contra la novia" -sonreímos como tontas en complicidad.

Andrew por fin se había conseguido novia pero ninguna de las dos la conocía por lo que era algo emocionante poder verla al fin, esperemos que sea una buena chica para nuestro amigo.

La noche llego rápido y me fui a dormir, estaba agotada por todo lo que había pasado, solo quería cerrar los ojos y soñar, quería descansar y no se... Tal vez soñar con él.

El Amor es... tu y yo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora