Tenerife.

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Un nudo se formó en mi garganta y tuve que tragar saliva para lograr deshacerlo y poder pronunciar palabra, o al menos ser capaz de emitir algún tipo de sonido.

-       Tan maravilloso como eres ahora – le respondí. En cierta forma eso era verdad.

-       ¿Alguna novedad?, ¿Algo relevante? – me preguntó él con insistencia.

-       ¡Basta, Michael! – me apresuré a decir – no voy a responder nada más, no quiero alterar nada, además, puedes conformarte con saber que sigues siendo tan increíble como lo eres ahora -

Aquello era cierto, no quería alterar nada del futuro, si yo estaba ahí era por un error, algo que no debió ocurrir jamás y ahora tenía miedo de hacer algo que cambiara las cosas por completo… ni si quiera estaba segura de sí con mi sola presencia en 1993 ya había alterado algo de mi vida en el 2014; además, ¿cómo se suponía que debía decirle a Michael que en el año del que yo venía él llevaba 5 años fallecido? Él no debía saberlo por ningún motivo, nadie merecía saber cuándo iba a morir, la vida no tendría sentido, se perdería de los buenos ratos por llenar su mente con esa fecha y esos terribles acontecimientos.

-       Entonces cuéntame, ¿por qué estás aquí? –

-       Quería verte, pero creo que algo salió mal… es decir, estás aquí, estoy contigo, pero no donde deberíamos estar. –

-       ¿Y dónde deberíamos estar? –

-       En México, en el Estadio Azteca –

-       Pues lo estaremos… en unos días –

-       Lo sé, tu estarás, yo no, yo debo volver –

-       Tienes razón – asintió con la cabeza – pero al menos estás aquí, ahora, nos estamos viendo… -

-       Si, aunque no era esto exactamente lo que yo pretendía, más bien, deseaba pasar desapercibida –

Michael frunció el ceño, parecía no comprender lo que le decía.

-       ¿Qué ocurre? – le pregunté.

-       ¿No querías conocerme? –

-       Oh, claro que quería, siempre lo quise, no quería que pensaras eso, es que… simplemente yo no quería que tu me vieras, quería verte, pero a lo lejos, entre la multitud, quería verte dando un espectáculo, quería escucharte cantar, pero no quería que tu me conocieras, tenía miedo de alterar el pasado y cambiar el futuro, pero… no pude evitarlo. –

-       ¿Y por qué tendrías que viajar tantos años en el tiempo para poder verme cantar? –

Aquella pregunta me heló la sangre ¿Qué rayos debía contestarle ahora? Me le quedé mirando unos segundos y luego agache la mirada, intentando encontrar alguna buena y convincente respuesta en mi cabeza, y entonces la encontré.

-       Me gustaba la gira “Dangerous”, siempre que veía los videos en internet, me preguntaba que se sentiría estar ahí, ser parte de ello… fue por eso –

-       Lamento que tuvieras que pasar por esto para poder verme, pero te prometo que no vas a irte decepcionada, hoy justamente tengo una presentación con la gira “Dangerous”, vendrás conmigo, me verás cantar y después de ello encontraremos la manera de hacerte volver a casa. – me dedicó una sonrisa que me devolvió la calma por unos instantes, entonces yo le sonreí de vuelta.

-       Gracias, Michael – murmuré un poco más animada –

-       Puedes quedarte aquí cuanto quieras, hay muchas habitaciones disponibles

-       Te lo agradezco, pero creo que saldré un rato, intentaré encontrar algo o alguien que me ayude a descubrir como viajar de regreso, si no te importa.

-       Por supuesto, solo asegúrate de volver antes de las 6, a esa hora vendrás conmigo a Tenerife – me recordó.

-       No te preocupes, estaré aquí en un rato. –

Lo miré por última vez antes de salir. Llevaba una camisa de manga larga color naranja, unos pantalones de mezclilla y sus zapatos negros, su cabello rizado estaba recogido en una coleta, pero aun así, algunos de ellos caían sobre su frente. Su piel no me parecía tan blanca como la gente lo contaba, más bien tenía un tono rosado.

Nada de lo anteriormente mencionado me pareció tan llamativo como aquel par de ojos marrón intenso que enmarcaban su rostro; podría decirse que Michael Jackson tenía una poderosa mirada, pero también, esos ojos reflejaban una ternura inmensa, y ahora que lo tenía frente a mí, me costaba muchísimo más trabajo comprender como era que la gente lo había juzgado tan mal durante tanto tiempo.

Le dediqué una última sonrisa y me despedí con un gesto de la mano antes de abrir la puerta y salir de la habitación.

Los guardaespaldas ahí fuera ahora parecían tratarme mejor, aquello simplemente me causó un poco de gracia y seguí mi camino rumbo al ascensor. 

Ay, no sé cómo agradecerles por los votos y los comentarios que me hacen tanto aquí como por ask! Me hace muy feliz saber que les guste la historia, me motivan mucho.

En fin, prometo que los siguientes capítulos serán un poco mas largos, los que tengo avanzados son tal vez el doble de extensos que estos. ¿Qué les gustaría que sucediera en la historia? ¿Amor? ¿Amistad? 

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Desde 2014, hasta 1993 #MoonwalKingAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora