Me había quedado en la cama casi hasta el mediodía. No tenía ánimos de levantarme y tampoco alguna motivación para hacerlo, todo había salido mucho mejor de lo que Michael y yo habíamos pensado, había encontrado al chico, que ahora sabía se llamaba Dante, al primer día de mi llegada, lo que me había dejado sin muchas cosas por hacer hasta mañana que despegara de regreso a California.
Sabía a la perfección que era 13 de octubre, el cumpleaños de mi papá y aunque intentaba evitarlo, simplemente no podía dejar de pensar en lo que estaría haciendo, cómo la estaría pasando, si le habían llevado su pastel favorito, si había recibido un abrazo de su entonces única hija de un año y siete meses de edad.
Era todo tan extraño, estaba tan cerca de ellos y a la vez tan lejos. Era absurda si quiera la idea de que hubiera dos “yo” en ese momento. La “yo” de 22 años que estaba acostada en la cama mirando el techo sin importarle que el reloj ya marcaba las 12:22 de la tarde, y la “yo” que estaba en la época correcta apenas comenzando a vivir.
Encendí el televisor para intentar distraerme, di la vuelta a los canales e incluso me reí al ver a algunos de los conductores que conocía en el 2014 luciendo tan jóvenes y diferentes.
Me di una ducha un poco larga y cuando salí me puse lo primero que estuvo a mi alcance al abrir la única maleta que había llevado como equipaje para aquella corta visita a Monterrey.
Me miraba al espejo intentando peinar mi estúpido y feo cabello, cuando en mi cabeza resonaron aquellas palabras que Michael me había dicho en relación al maestro Matías pocos días antes de irme de Neverland.
- “Cuando vayas a buscar al tipo que te envió aquí, búscalo a él también” –
No lo había tenido como una opción hasta aquel momento.
¿Y si lo buscaba?
No perdería nada… es decir… él ni si quiera me conocía en 1993 y dudaba demasiado que fuera capaz de recordar mi rostro en el 2014 si es que llegábamos a vernos frente a frente en esta época.
Si lo pensaba bien, probablemente me ayudaría verlo, tal vez así me daría cuenta de si lo que sentía por él era real o simplemente estaba encandilada por la madurez que representaba en el tiempo en el que yo lo había conocido.
Pero… también me daban muchísimos nervios el simple hecho de pensar en ir, verlo por ahí luciendo tan joven, ¿Qué se suponía que debía hacer cuando lo encontrara?
Nada. Seguramente no haría nada.
Me dejé caer sobre la cama mientras trataba de acomodar mis ideas y tomar una decisión.
¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? Mejor dicho ¿Por qué yo siempre tenía que complicarme más las cosas?
De pronto vino a mi mente aquel beso accidental entre Michael y yo. Me quedaba claro que había sido algo no planeado y tal vez sin importancia para él, no más allá de lo vergonzoso que debió haberle parecido el incidente… pero para mí sí que había significado muchas cosas; la principal y la más importante era que no podía seguir tratando de negarme a mí misma que Michael también me producía todas aquellas sensaciones mágicas que yo juraba no iba a sentir jamás por nadie que no fuera el maestro Matías.
- “Odio mi vida” – pensé en ese instante, agregándole más dramatismo a todo, como siempre hacía sin poder evitarlo.
¿Y si me gustaba Michael?
Claro que me gustaba, esa pregunta era tonta, ni si quiera debía habérmela formulado a mí misma, la respuesta la había sabido siempre, lo que debía preguntarme realmente era si me estaba enamorando de él…
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Desde 2014, hasta 1993 #MoonwalKingAwards2017
FanfictionDesde 2014, hasta 1993 [Michael Jackson] está basada en una idea que tuve al escuchar "A Place With No Name" del nuevo álbum de Michael. Trata de una chica común y corriente que vive su juventud en el 2014 de la manera en la que todos nosotros lo ha...