Me había puesto de pie y había comenzado a caminar despacio, secándome las lágrimas; de vez en cuando me detenía a observar mi reflejo en los vidrios de los automóviles, en las ventanas de los negocios y cualquier cosa que me sirviera para borrar toda evidencia de llanto, no quería que nadie me preguntara que había pasado, mucho menos Michael, no podía decirle que lloraba porque había recordado que en el 2014 él estaba muerto y me acababa de dar cuenta de que no quería volver y que él no estuviera, que tampoco quería dejarlo aquí sabiendo todo lo que se avecinaría en años futuros, sabiendo todo lo que iba a sufrir, aunque tampoco estaba segura de poder y querer hacer algo para cambiarlo. Mi cabeza era un lio. De pronto comencé a percatarme de lo fácil que parecía lidiar con aquel alumno maleducado que tenía en clase comparado con esto.
No me tomó más de diez minutos volver a estar frente a la fachada del hotel en el que el Rey del pop tenía todo el piso 20 reservado y a su completa disposición. Entré y nadie me pidió nada, al parecer me habían visto salir antes y no necesitaban nada más para comprobar que fuera su huésped, aunque en realidad no lo era, pero ¿qué más daba?, había llegado ahí en su elevador, eso debía contar ¿o no?
Esperé el ascensor, no había pasado demasiado tiempo cuando las puertas se abrieron y entonces entré en él. Sentí miedo otra vez ¿Qué tal si funcionaba y me mandaba de regreso al 2014? No estaba lista para irme aun, debía hablar con Michael, pero esta vez de verdad; con más calma, con la cabeza fría… aunque no estaba segura de que le diría, pero no quería irme, quería verlo al menos una vez más. Pulsé el número 20 y esperé hasta llegar allá. Nadie más subió al elevador esta vez. Nada extraño pasó. Me sentí nerviosa, asustada de no saber exactamente que iba a decirle a Michael una vez que estuviéramos frente a frente de nuevo, pero también estaba asustada de volver a mi vida normal y no tener la oportunidad de hablar con él nuevamente.
Todo ese temor se esfumó al percatarme de que había llegado a mi destino y que al menos esta vez el ascensor me había dejado en 1993.
Una vez las puertas volvieron a abrirse encontré a Michael paseando en una cosa similar a una avalancha. Los guardaespaldas no se movieron al verme, al parecer, ahora sabían que era “inofensiva”.
Solté unas risitas al fijar mis ojos en Michael.
- ¿Qué rayos haces? – le pregunté con un deje de diversión.
- Esto hago cuando me aburro en los hoteles – comentó él sin dejar de pasear de un lado a otro por el extenso corredor del piso 20.
De pronto recordé aquel documental basura que Martin Bashir le había hecho. Si la memoria no me fallaba, Michael había comentado que le gustaba pasear en esas cosas durante su estadía en los hoteles cuando se aburría.
- Pues parece divertido – respondí.
- ¿No te parece extraño? – me preguntó él de inmediato.
- Mmmm si, un poco… pero también me parece algo que yo haría sin pensármelo dos veces –
- ¿De verdad? –
- Claro. De hecho, mi mamá no para de preguntarme cuando es que planeo crecer –
Michael río sin dejar de observarme.
- No quiero crecer –
- Tampoco yo – le respondí con entusiasmo.
Y no, no estaba fingiendo, no pretendía quedar bien con él porque supiera que dentro suyo vivía un niño, no lo hacía por eso, lo que le decía era verdad, y suponía que en parte por eso me gustaba él, porque me sentía identificada.
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Desde 2014, hasta 1993 #MoonwalKingAwards2017
FanfictionDesde 2014, hasta 1993 [Michael Jackson] está basada en una idea que tuve al escuchar "A Place With No Name" del nuevo álbum de Michael. Trata de una chica común y corriente que vive su juventud en el 2014 de la manera en la que todos nosotros lo ha...