28 de Octubre

2.4K 200 55
                                    

Me di cuenta de que la cama estaba hecha un completo desastre apenas me levanté por la mañana; me la había pasado dando vueltas durante toda la noche, por lo que no me sorprendió en lo absoluto el percatarme de que ninguna de las sabanas estaba en su lugar.

Suspiré.

No podía creer que hoy tenía que irme de ahí para no regresar nunca más.

El corazón me dolía solo de imaginarme el momento en el que Michael desaparecería de mi vista, así tal cual hoy iba a suceder con Neverland.

-       No llores, no llores –me repetía a mí misma con la esperanza de lograrlo cuando la camioneta saliera de aquel mágico sitio para trasladarnos a México: mi amado país, pero al que justo ahora prefería no volver a pisar, al menos no todavía, no estaba lista.

Los minutos transcurrieron con aparente normalidad, aunque yo no me sentía para nada de la forma habitual. No, por supuesto que no. Hoy era un día diferente, hoy me iba de su casa y no había nada que pudiera hacer al respecto, yo tenía una vida muy lejos de ahí, Michael tenía un destino que vivir, yo simplemente era una intrusa.

Cuando al fin terminé de arreglarme, tomé un montón de hojas de papel y una pluma, caminé hasta el escritorio y me senté sin saber bien como comenzar a escribir aquello que deseaba expresar.

Primer intento y nada… terminé por arrugar la hoja y botarla al cesto. Comencé a mover mi mano contra el papel blanco por segunda ocasión, pero el escrito siguió sin convencerme por lo que aquella hoja terminó haciéndole compañía a la primera.

No tenía mucho tiempo más, Michael iba a tocar la puerta de la casita en pocos minutos para ir a buscarme, si no me apuraba, jamás lograría terminar aquello, así que no lo pensé dos veces y empecé a escribir tal cual lo sentía… y no iba a cambiar nada, no iba a corregir, agregar o quitar palabras, simplemente iba a dejar que las letras plasmadas en aquel pedazo de papel expresaran todo cuanto necesitaba.

Lancé un largo suspiro antes de comenzar a escribir sin detenerme hasta terminar.

 

Michael…

Realmente esto es complicado, o tal vez yo soy la complicada… ¿Qué sé yo?

Lo que quiero que sepas es que te quiero, que te amo mucho y eso no va a cambiar, no importa cuánto tiempo pase, vives en mi corazón, lo has hecho siempre pero ahora es diferente y simplemente sé que puedo irme con un poco de tranquilidad porque estoy segura de que no importa a dónde vaya, dónde me encuentre, qué situaciones esté pasando, tu estarás siempre conmigo, ahí, en mi corazón.

Mi corazón estará contigo también, quiero que lo sepas y que lo recuerdes siempre, Michael.

No importa lo que digan, no importa lo que ocurra, SIEMPRE creeré en ti, nunca lo dudes.

Eres el ser más increíble que he tenido la fortuna de conocer. Eres bueno, inteligente, humilde, divertido, inocente, confías en las personas incluso más de lo que confías en ti mismo, además eres tan guapo. Eres hermoso. Por favor, no dejes jamás que alguien te haga creer lo contrario.

Tienes un corazón enorme, tan enorme como Neverland.

No importa en qué década estés viviendo, no importa si algún día olvidas lo que sentiste por mí en 1993, tampoco me importa si olvidas el timbre de mi voz, el color de mi piel, la luz que le das a mis ojos o mi horrible y alborotado cabello, lo único que te pido es que por favor, jamás olvides que te amo y que siempre lo haré, jamás olvides que eres el ser humano más precioso y maravilloso que conozco. No lo hagas.

Desde 2014, hasta 1993 #MoonwalKingAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora