1. La primera nevada

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—Te digo que no, debes golpear la bola blanca sin que entre por ningún hoyo.— discutía con Fangs.
—Flame, eres tan terca.— reíamos, sin preocupaciones. Una llamada entrante a mi teléfono nos interrumpió.
La voz de mi hermano apenas podía entenderse del otro lado de la línea, se escuchaba muy agitado y asustado.
—Archie, no entiendo nada.— reclamé.
—Ven al hospital ahora, es papá.— logré distinguir y sin más, salí corriendo del bar, subí a mi motocicleta y conduje rebasando el límite de velocidad por el doble. No me importaba realmente, necesitaba saber que había pasado, necesitaba asegurarme de que mi padre estuviera bien. La desesperación corría por mis venas más rápido que la misma sangre, estaba tan preocupada y confundida. ¿Qué pudo haberle pasado? Él y Archie solo habían ido a desayunar a Pop's.

Llegué corriendo lo más rápido que pude a la sala del hospital, estaba casi vacía, solo había un par de enfermeras, busqué desesperadamente a mi hermano y lo encontré saliendo de un cuarto, corrí hacia él y me abrazó; aunque rápidamente me deshice de su agarre y pregunté por papá.
—Skye, deberías sentarte.— me llevó a la sala de espera.
—Archie, dime que diablos pasó de una vez.— estaba temblando, todo mi cuerpo sudaba en frío.
—Papá recibió un disparo.— las piernas me fallaban y todo exceso de movilidad que tenía se desvaneció, logré sentarme y traté de asimilar todo.
—Él está... está...— intenté hablar, con él peor de los escenarios en mi mente pero el aire me faltaba.
—Estará bien. Recién salió de cirugía y me dijeron que se recuperara.— sentí como el peso que presionaba mi pecho se hacía solo un poco más ligero. Mi hermano se situó a mi lado y me rodeó con sus brazos, el peso aumentó de nuevo y pronto se convirtió en un ardor incesante.
¿Por qué alguien dañaría a mi padre? ¿Acaso todo esto tenía que ver con Hiram Lodge? ¿Acaso esto era más de su venganza? ¿Acaso esto era mi culpa?

Eran las ocho de la mañana y muchas personas recién iniciaban su día, sin embargo, Archie y yo ya habíamos tenido dos largas horas de preocupación y miedo. Estábamos en la sala de estar hablando de todo lo que había ocurrido en el dinner, podía ver el terror en los ojos de mi hermano y me mataba no haber estado ahí para haber hecho algo. Las lágrimas se asomaban poco a poco en sus ojos y no tardé en hacer lo mismo. Llorábamos, como cuando éramos niños, llorábamos de miedo, de impotencia, de coraje, de tristeza. Nuestra familia venía rompiéndose desde hace ya varios meses y esto no podía pasar, no ahora. Supe lo culpable que se sentía mi hermano con tan solo mirarlo a los ojos, pues papá estuvo a nada de morir y estaban más distanciados que nunca.
—¿Disculpen?— se acercó una enfermera y me levanté tan rápido que sentí un ligero mareo —Está despertando, pueden entrar.— sonrió tímidamente y nos guió hasta la puerta de la habitación.
—Skye, entra tu ¿si? Los alcanzó en unos minutos.— habló mi hermano algo abatido.
Entré y mi padre se movía lentamente, estaba lleno de cables que lo ayudaban a sobrevivir, la imagen era simplemente dolorosa.
—Hola, linda.— habló suavemente con algunos quejidos en la frase. Intenté sonreír sin embargo las lágrimas fueron más fuertes. Fue ahí cuando me percaté del aire que estaba reteniendo, suspiré, me acerqué, tomé su mano y lo contemplé tendido en esa camilla de hospital al borde de la muerte. —Justo eso sentí cuando estábamos al revés.— rió seguido de un pequeño ataque de tos. Me sentía tan mal de verlo así, él de entre todo Riverdale era quien menos merecía algo así y estaba decidida a dedicar cada segundo de mi tiempo a encontrar al culpable de todo esto. —Hey, estaré bien cariño. Aún no están listos para que me valla.— seguía tratando de aligerar el ambiente.
—Basta papá, no es gracioso y menos cuando tus chistes terminan contigo tosiendo.— reí un poco.
El me contó su versión de la historia; un encapuchado había entrado a Pop's y soltó un disparo, papá agradeció que no fuera Archie en su lugar aunque yo me no pude sentirme más culpable de no haber estado ahí para protegerlos, también era mi deber.
—Deben ir a casa, coman algo, duerman un poco. Yo estaré bien, cariño y estaré aquí cuando vuelvan. Prometo no irme a ningún lado.— pidió, sin embargo me negué a que nos fuéramos los dos, ya había pensado en eso y estaba decidido que nos turnaríamos.
Archie entró a la habitación y su mirada tenía el mismo peso que mi culpa, salí de ahí para darles un poco de privacidad.
Caminé a la ventana y vi como la nieve comenzaba a caer, tan fina, tan blanca, tan suave. Era la primera nevada del año y para mi siempre significaba que algo increíble pasaría, pero esta vez no pudo ser más inoportuna.
Tampoco me había dado cuenta que tenía mucho frío, pues solo tenía puesta una ligera blusa de manga larga. Me abracé a mi misma frotando mis manos en mis brazos, en ese momento más lágrimas llenaron mi rostro y pude notar lo asustada que estaba de perder a alguien, de que me abandonaran, de que me lastimaran... en ese instante, todo cambió.

dedicado con todo el amor y agradecimiento por tanto apoyo a:
Buterfly27

Our New Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora