16. Siempre

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—¿Eso es lo que quieres?— apenas me salió la voz, estaba herida, la presión en el pecho se hacía presente y trataba de contener las lágrimas.
—Es lo correcto.— habló.
—Sabes que no es cierto. ¿Cuántas veces, Jughead? Dime, ¿cuántas veces vamos a alejarnos sin razón uno del otro?— grité y lo empujé un poco.
—Las necesarias.— retrocedió un paso.
—Creí que éramos más fuertes que esto.— solté y caminé hacia el bar. Definitivamente estaba destrozada, no tenía idea de cómo había pasado todo esto pero simplemente no quería pensar más en ello así que me fui a sentar a la barra y pedí un trago. Agradecí sólo un poco que Toni no estuviera sirviendo hoy, ya que seguramente ella no me había dejado ahogar mis penas en alcohol.

—¿Flame?— escuché muy lejos de mi, en este punto todo mi alrededor estaba borroso, nada estaba en su lugar y definitivamente estaba ebria. Fangs me levantó de la barra y se dio cuenta de mi estado. Sentí sus brazos a mi al rededor y después de un par de gritos, alguien más me sostenía.
—Maldición, Skyelar.— escuché la voz de mi hermano así que supuse que él era quién me ayudaba a caminar. Me sacaron del bar y el frío me pegó de pronto, comencé a temblar y apenas podía ver con claridad. Ya no sentía el corte de la espalda y no tenía idea de cómo estaba. Todo se movía muy lento pero muy rápido a la vez, me parecía muy gracioso, sentía los jaloneos de los chicos que me llevaban intentando que no me cayera ya que tropezaba a cada paso, comencé a sentir náuseas y corrí sola a los arbustos, donde terminé vomitando un par de veces, Archie llegó corriendo detrás de mi y sostuvo mi coleta para evitar que mi cabello se ensuciara, sin embargo él se dio cuenta de la sangre en mi espalda. Estaba incorporándome cuando Archie gritó un poco. —¡Skyelar!— tocó la herida y de inmediato sentí un dolor intenso recorriendo toda mi espalda. —Debo llevarla al hospital, necesitará un par de puntadas.— le dijo a Fangs que seguía al pendiente de mi estado, me ayudaron a caminar hasta la camioneta y cuando estaba subiendo, alcancé a escuchar una voz muy peculiar.
—¡Skye!— se escuchó pero mi hermano cerró la puerta del vehículo antes de que yo pudiera hacer algo, puse mi mano en el vidrio y negras jugaba con mis dedos y la luz que llegaba a ellos, intenté concentrarme en escuchar como mi hermano se peleaba con Jughead. Segundos después, Archie entró enojado a la camioneta y salimos del lugar rápidamente, pude ver por el retrovisor una mancha que cuando logré enfocar, noté que era Jughead con Fangs, el primero se quedó parado viendo cómo nos alejábamos, mientras Fogarthy hablaba con él; no estaba segura de que había pasado o qué estaba pasando pero definitivamente no era nada bueno.
—¿Por qué lo hiciste?— preguntó Archie enojado pero en un tono de voz normal, sorteaba con fuerza el volante.
—Él... él.— intenté gesticular y asimilar todo a la vez, cosa que se volvía un poco más difícil en mi estado. Sentí un nudo en la garganta y no pude seguir.
—¿Jughead?— preguntó cuidando sus palabras y suavizando su tono.
—Se acabó, Archie. Terminó conmigo.— solté por fin y entonces las lágrimas comenzaron a salir como si de un grifo roto se tratara. Tenía tanto miedo de perderlo y de alguna forma terminé haciéndolo. Sabía que había una razón detrás de todo esto, que él no nos borraría de esa forma, o al menos eso quería creer pero el hecho de estar sin él era lo que más me dolía.

Archie dijo que hablaríamos luego sobre la situación, cuando estuviera consciente y pudiera recordar. En la sala de emergencias me tenían en una camilla esperando a que los efectos del alcohol se pasaran, aunque estos habían ayudado a que no sintiera dolor alguno cuando me ponían los dos puntos en la herida, ya estaban desvaneciéndose. Mi hermano conversaba con la enfermera mientras yo intentaba contar las gotas que caían al gotero del suero que tenía, era muy aburrido esperar, aquí el tiempo no pasaba y ya quería ir a casa.
—Hey...— escuché su voz y volteé de inmediato.
—Jughead.— susurré al verlo parado en el marco de la puerta. Él entró y se paró frente a mi, me preguntó cómo estaba y se disculpó por haberme herido, físicamente.
—No sabía que estabas ahí y cuando te vi, pues, claramente fue demasiado tarde.— tenía las manos escondidas en su chaqueta.
—Estoy bien.— respondí fríamente, me costaba tenerlo aquí sin poder tratarlo como solía. Además, está fase intermitente que teníamos estaba comenzando a hartarme. Era muy doloroso y no era bueno para nadie.
—Escucha, Skye...— comenzó a hablar y supe que traería a la conversación la ruptura así que lo detuve. Tenía esta costumbre de querer hablar sobre ciertas cosas inmediatamente después de que pasaban, cuando por otro lado, yo prefería tomarme tiempo para asimilarlo.
—No quiero hablar de eso. Respeto tú decisión. Si eso es lo que quieres, está bien.— él solo asintió con la cabeza, lo conocía tan bien como para saber que no estaba diciéndome algo. Jughead estaba por responderme cuando Archie entró por la puerta con la enfermera, quien me quitó el suero mientras los chicos hablaban afuera. Mi hermano estaba molesto, más que nada por los daños físicos, pero todos sabíamos que solo intentaba protegerme. Cuando salí de la habitación, mi hermano estaba solo.

—Necesitan hablar. Lo sabes ¿verdad?— aconsejó Archie mientras me ayudaba a sentarme en mi cama. Aún estaba mareada pero ya estaba más consciente.
—Archie, sé que no rompió conmigo porque así lo quisiera. Sé qué hay otra razón y lo voy a averiguar.— contesté y me acomodé para poder dormir —Oh, por cierto, gracias.— mencioné antes de que saliera de mi habitación, él solo sonrió, asintió y respondió con una palabra.
—Siempre.—











Our New Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora