11. Todo o nada

870 56 0
                                    

¿Qué diablos está pasando? ¿Pero qué..? Me separé de Sweet Pea en cuanto me di cuenta de lo que estaba pasando.
—Oh por Dios.— mordí mi labio y lo toqué ligeramente.
—Eso fue...— se rascó la nuca.
—Un error.— lo interrumpí antes de que pudiera decir cualquier otra cosa. No quería nada con él y mucho menos en este momento. Necesitaba salir de ahí de inmediato —Igual que esto.— miré la chaqueta y la devolví, entonces salí corriendo de ahí dejando al chico detrás y aunque lo escuché gritando mi nombre, seguí corriendo. Esto no podía estar pasando, definitivamente el mundo se estaba volviendo loco. Primero Jughead con su repentino cambio de personalidad, luego Archie con su sed de venganza y ahora Sweet Pea con su sorpresiva revelación. Todo comenzaba a moverse en cámara lenta mientras corría, sentí que la energía se me iba. Al dar la vuelta en un pasillo, choqué con Reggie.
—Woah, woah.— me detuvo de caerme —¿Te encuentras bien, Andrews?— preguntó sin soltarme.
—Si. Si, yo solo...— intenté inventar una excusa.
—Ah, ah.— hizo un sonido de negación antes de que yo pudiera seguir —No hay tiempo para excusas, cuéntame.— me llevó a la sala de estudiantes y se sentó conmigo en el sofá. No me dejó ir hasta que le conté todo lo sucedido, desde Jughead hasta Sweet Pea. Debo admitir que fue algo raro porque yo no solía hablar de estas cosas con él, normalmente estaba en casa para ver a mi hermano así que las veces que hablábamos era de temas de chicos o lo que pensamos las chicas con respecto a lo que ellos hacen. Nunca había conversado sobre algo realmente serio con él, no que yo recuerde.
—Escucha, los chicos tenemos algunas crisis de identidad. A veces nos confundimos y no tenemos ni la menor idea de qué es lo que queremos. No te angusties de más, solo deja pasar un par de días y después háblale como si nada hubiera pasado. Si él no saca el tema, tú tampoco lo hagas y si lo hace, simplemente dile que no quieres nada con él y que estás dispuesta a olvidar el asunto.— me dijo el chico, una vez que lo analicé me di cuenta que no era tan mal consejo. Así que terminamos la conversación con el timbre de salida, le agradecí por su tiempo y me acompañó hasta la camioneta de papá, espero conmigo hasta que mi hermano llegó para después irse como todo el chico atlético que era trotando a su auto de espaldas mientras se despedía con una mano y con la otra sostenía la correa de la mochila que colgaba sobre su espalda.
Archie hizo el vehículo de reversa y mientras cambiaba de dirección, yo volteé hacia la ventana buscando el cinturón, levanté la vista un poco y pude ver a chico que tanto me dolía. Jughead me vio y me dedicó una mirada de sorpresa, la cual me limité a hacer como si no hubiera visto y por suerte, Archie avanzó. Todo pasó tan rápido pero en mi cabeza se repetía en cámara lenta, no había tenido contacto con él desde lo qué pasó y no tenía idea lo mucho que me dolería verlo de nuevo.

Este fin de semana, Archie no se ha despegado de Betty y eso me tiene un tanto irritada, ya que he tenido que verla más veces de las deseadas. Ahora tenía tanto tiempo libre que no sabía qué hacer con el, pues había dejado el azul y oro también. Pasé el día entero en la cochera otra vez y me di cuenta lo lógico que era todo.
"L.i" no es nada más ni nada menos que Lodge industries. Me sentía patética porque era algo tan obvio y simple que era ridículo el tiempo que me había tomado averiguarlo. Ahora, lo que sabía era que la antigua escuela del sur sería convertida en una cárcel de máxima seguridad por el señor Lodge pero ¿para qué? Las opciones eran infinitas. Desde lavar dinero, hasta hacer un nuevo imperio de fraude y corrupción.

—¡Te necesitamos!— escuché la puerta de la cochera abrirse de golpe. Me sobresalté y golpeé la mesa con frustración al reconocer la voz.
—Lárgate, Fangs.— dije sin voltear, entonces él corrió para ponerse frente a mi y obligarme a verlo.
—Estamos en problemas, ya tenemos cómo resolverlo sólo falta un poco de tu ayuda.— pidió con cara de perrito —Escucha sé que nos equivocamos al venir aquí, pero era una cuenta que debía pagarse entre serpientes y bulldogs, se terminó. Ahora tenemos mayores problemas con los Ghoulies.— estaba convenciéndome. Dudó un poco en decir las siguiente palabra pero al final lo hizo porque sabía que así me convencería —Jughead...— habló lento esperando mi reacción. Solté un bufido y le dije que terminara de contarme en el camino, tomé las llaves de la camioneta de papá y conduje hasta una carretera que ni siquiera sabía que existía. Fangs me contó que Jug había desafiado a los Ghoulies a una carrera de autos, pelearían el Wyrm, el parque de remolques y las calles del sur. Me necesitaban para revisar el motor del auto que correría Jones.

Movía las piezas en el interior del auto, ajustaba algunas cosas y movía otras. Trataba de modificar lo menos posible para que la estabilidad se mantuviera pero aún así, la velocidad aumentara. Me causaba un poco de conflicto saber que el auto de Reggie no terminaría intacto, los autos nunca lo hacen después de un evento así.
Rompí el silencio entre Jughead y yo, quién estaba recargado en el auto supervisando los cambios, supongo.
—Estás jugando por todo o nada. Lo sabes ¿no?—

Our New Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora