38. Antes de la tormenta

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—¿Creíste que te habías librado de mi... flamita?— habló en tono de burla.
—Vaya, es valiente de tu parte volver. ¿O estúpido?— bufé.
—No, no, nada de eso. Solo vine por unos asuntos de negocios, pensé pasar a saludar.— no soltaba el sarcasmo.
—Mmm... vaya como me encantaría pero estoy muy ocupada haciendo cualquier otra cosa.— dije finalmente e intenté irme pero me bloqueó la puerta.
—Antes de que huyas de nuevo... sólo te advertiré una cosa que espero que entiendas. Por tu propio bien y el de ese otro rojito que anda por ahí, no te alejes demasiado de casa. Nada bueno saldrá de eso.— me amenazó, inmediatamente la sangre me hirvió y antes de que pudiera darse vuelta la tomé bruscamente del brazo.
—Si tan solo le pones los ojos encima, juro que yo misma te los sacare con una cuchara.— apreté la mucho mandíbula, estaba fúrica.
—Eso lo veremos.— dijo deshaciéndose de mí agarre para después cerrar la puerta. En cuanto desapareció, mis piernas comenzaron a temblar y mi alma se cayó al piso, tuve la necesidad de llamarle a Archie pero recordé que mi teléfono se había quedado en algún lugar del auditorio y cuando me dispuse a ir a buscarlo, me di cuenta que me había encerrado. ¡Maldición! Golpeé la puerta muchas veces intentando atraer la atención de alguien pero la escuela ya estaba vacía y todos los demás estaban en el auditorio que estaba a varios metros de distancia y con el ruido no iban a escucharme. Pasé lo que se sintió como horas encerrada tratando de que alguien me abriera, ya que el seguro solo estaba del otro lado de la puerta.

Estaba por rendirme cuando la puerta se abrió y Archie apareció del otro lado. Inmediatamente lo abrace lo más fuerte que pude y él hizo lo mismo.
—¿Estás bien?— preguntó mi hermano y yo asentí como respuesta.
—¿Cómo me..?— no tuve que terminar mi pregunta porque levantó un papel y me lo dio. "Es un día fenomenal para salir del closet. -P"
—La dejó en la puerta.— exclamó Archie.
—¿Papá?— pregunté de inmediato.
—Él está bien, yo llegué antes.— me tranquilizó y después nos dirigimos a la salida.
—Veremos a Jug en Pop's.— avisó cuando íbamos en la camioneta. Mi motocicleta tenía un par de problemas así que Fangs la estaba arreglando ya que yo no tenía tiempo.

Llegamos y mi novio ya estaba esperándonos en la puerta del restaurante, su preocupación era evidente ya que en cuanto nos vio llegar corrió a ver si estaba bien.
Entramos y pedimos malteadas, yo apenas toqué la mía porque aún estaba pensativa en cuanto a Penny. El que me haya encerrado era su forma de evitar que me interpusiera en su camino pero la pregunta era ¿camino a qué?

Hablamos un poco y decidimos que nadie haría nada, nos mantendríamos al margen hasta que algo más pasara. Era todo lo que nos quedaba.

Mañana era el gran día, todos estaban listos y ya sólo quedaba hacer los detalles finales. Estábamos más que listos para la obra, el equipo de staff había hecho un trabajo increíble así que hoy habíamos terminado de montar toda la escenografía antes de que el elenco llegara al ensayo.
—No, Mark. No pondremos manchas de sangre en la pared.— hablé con el chico que me insistía darle un poco de misterio a las paredes agregando manchas en la pared de la casa 1.
—¡Skye!— escuché a Kevin gritarme y tuve que correr. —Se que fue un largo camino hasta aquí y tuvimos nuestros altibajos pero esto es para ti.— me entrego una pequeña caja con un moño. Sorprendida, abrí la caja y me encontré con un auricular con micrófono, igual que los de los agentes en las películas.
—¡Kev!— exclamé entusiasmada.
—Nos lo merecemos.— habló y se dio la vuelta para mostrarme el suyo.
—Claro que si.— sonreí y nos abrazamos.
Conecté el aparato y lo conecté con el sistema de los teléfonos para escuchar todo lo que pasaba.

Después de pasar todo el día en el auditorio, decidí correr a casa. Hacia tiempo que no lo hacía y de verdad necesitaba relajarme lo más posible para estar lista mañana. Al llegar a casa, no había nadie así que decidí ducharme antes de que llegaran.

—¡Princesa, llegamos!— escuché a papá gritar desde la puerta y bajé corriendo a abrazarlo. Habían traído pizza para cenar así que saque unas sodas del refrigerador y fuimos a la sala. Papá y Archie habían pasado el día en la constructora y con contratos de los Lodge, no me encantaba la idea que pasarán tanto tiempo con ellos, claramente. Pero mientras más pronto acabará todo esto, mejor sería. Vimos una película, cenamos, conversamos y prácticamente nos desconectamos del mundo exterior por un segundo.

Desperté con la luz del sol pegando a mi cara y me quedé mirando por la ventana, unos instantes después, sonó mi alarma y me levanté. Tomé una rápida ducha, me puse un vestido negro y unos tenis. En una maleta aparte guardé mis zapatillas y unas cuantas cosas para mi maquillaje, pues tenía que presentar la obra y al elenco.
—¡Skye, si no quieres caminar a la escuela baja ya!— grito mi hermano, eche un par de cosas de último minuto a mi maleta y tomé la chaqueta de mezclilla que Jughead me había prestado hace no sé cuanto, me encanta porque es súper calientita y ligera, ademas que huele a él.
Bajé y prácticamente le lancé mis cosas a Archie para que las subiera a la camioneta mientras yo iba a la cocina a despedirme de papá.
—Te veré en la tarde ¿verdad?— solo confirmaba.
—Por supuesto que si, no puedo esperar.— respondió con una sonrisa.
—Adiós, papi.— lo abracé tan fuerte como pude, él respondió mi abrazo y beso mi frente.
—Lo harás increíble, linda.— me entregó un café y una dona.

Al salir, me llevé una enorme sorpresa al ver un convertible azul flameante en la entrada y a mi hermano al lado.
—¿Lista, ma'am?— habló y me abrió la puerta. Atónita y extasiada subí sin dudarlo.

Our New Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora