Capítulo 16

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—¿Qué es esto...?— Digo aguantando las lagrimas.

—Habla con él— Me separo de Gabriela y salgo corriendo, en eso toca el timbre pero no pienso volver a clase.

Me dirijo hacia mí casa y entro.

—¿Tan temprano?— Pregunta Rosa.

Me seco las lágrimas —No me siento bien.

—Ahora subo con un té para ti— Le agradezco con la mirada y me encamino a mí cuarto, minutos después aparece dejando el té en la mesada.

—¿Paso algo?— Niego.

—No Rosa, gracias por el té— Me sonríe y se va.

Comienzo a llorar sin parar, fui tan estúpida de creer que todo es hermoso.

Agarró mi mochila y saco mi celular, veo unas 20 llamadas perdidas de Samuel, y un mensaje de papá.

Entro a ver su mensaje.

Papá (14:52)

Hija, necesito hablar contigo.

Le contesto.

(15:35)

¿Qué pasa papá?

En eso mi teléfono suena mostrando el nombre de papá, atiendo.

—Hola— Digo de mala gana.

—Hola princesa— Dice —Necesito...contarte que las cosas cambiaron, yo...conocí a una chica— Miro a un punto fijo volviendo a llorar en silencio ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?

—Me alegro por ti— Digo cerrando mis ojos.

—Ella tiene una hija, la cuál tiene tú edad, me gustaría que se conozcan, por que esto las hace hermanastras— Niego con los ojos cerrados derramando lágrimas.

—Ajá, ahora me tengo que ir, luego hablamos— Corto la llamada.

Me paro y tiro mi teléfono al piso con toda mi fuerza.

Luego agarro las cosas que tengo en la mesa de luz y las tiro todas al piso.

Me siento en el suelo abrazando mis piernas y poniendo mi cabeza entre ellas.

Escucho las pisadas de Rosa por las escaleras, ella entra y no me pregunta que pasó, se acerca y me abraza, yo lloro en su pecho.

—Tranquila, shh— Dice acariciando mi pelo haciendo que me tranquilice —¿Quieres hablar?— Pregunta, ayudándome a pararme y sentándose en la cama conmigo.

—Me llamo papá— Asiente —Tiene otra pareja, tan pronto, y otra hijastra— Se acerca y me abraza —Y más temprano me enteré que Samuel, el que vino a cenar la otra vez, me fue...infiel.

—¿Eran novios?— Pregunta.

—Empezamos a salir a las 2 de la mañana, y ya las cosas estan mal.

—Mira...respecto a tu padre, a ti no te tiene que importar los problemas de los adultos, pienso que todo pasa por algo y que si tú dices que no quieres verlo a él ni a su "hija"— Hace comillas con las manos —Se lo aclaras y ya, y ella no es su hija Madison, su única hija eres tú, no puede cambiarte ni tampoco la hará...y sobre Samuel, las personas se equivocan, todos somos humanos y todos cometemos errores, aunque algunos peores que otros, ya verás que las cosas se solucionan, tú sabes muy bien que no existe otra mejor manera de solucionar las cosas que hablando, pero eso queda a tú criterio, si hablas con él o no.

Me quito las lagrimas —Gracias, enserio gracias— Me acerco y la abrazo con fuerzas.

Suena el teléfono de la casa.

Lo que ellos no saben © [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora