Me desperté pero no sentí nada abrazándome, di la vuelta con mis ojos cerrados y estiré una mano comprobando que Samuel no estaba, mire la hora y figuraban las 9:12am.
Me levanto y abro la puerta asomando la cabeza para ver si alguien pasa, pero no, vuelvo a meterme al cuarto y minutos después estaba bajando las escaleras de la casa con ropa de Samuel.
—Buenos días Madison— Escucho la voz de la madre de Samuel, me doy vuelta con una sonrisa, ella está sentada en el sofá y el televisor encendido.
—Buenos días— Digo —¿Vio a Samuel?— Asiente.
—Esta en la cocina linda— Le agradezco con la mirada y me dirijo a la cocina.
Lo veo de espaldas con un plato en la mesa, me acercó y lo abrazo por detrás.
—Hola preciosa— Dice dándose la vuelta y plantando sus labios sobre los mios, que buena idea fue lavarme los dientes como pude —¿Quieres comer algo?— Dice cuando se separa de mí.
—Tendría qué volver a mí casa...— Pienso —Pero muero de hambre— asiente.
—Hay café, té, yogurt...— Dice.
—Un té seria perfecto amor— Asiente agarrando una taza y colocándo agua caliente.
Unos minutos después me la entrega con un saquito dentro.
—¿Iras a la fiesta de hoy a la noche?— Lo miro mientras come.
—¿Qué fiesta?— Pregunto.
—La que organizará Austin, ¿La de disfraces?— Pregunta y asiento.
—Claro— Sonrio —tendríamos que ir a clases y luego buscar ropa en mí casa— Asiente parándose.
—Bien, vamos.
–
—¿Amor...?— Susurro en clase para que me escuche, él esta sentado conmigo.
—¿Qué?— Dice sin mirarme.
—Me prestas una hoja y una lápicera— Le pido ya que no traje la mochila así que no tengo nada.
Me pasa una lápicera y luego la hoja, me pongo a copiar lo que dicta el profesor de Economía aunque mí cabeza este dando vueltas por doquier.
Una hora después estamos en el auto de Samuel el cuál me lleva a mi casa.
—Necesito que hablemos- digo.
—No me asustes.
—Mí madre...— Suspiro —Quiere que me case con otro hombre por qué su padre es un socio y necesita plata.
Su mirada se pierde entre la calle, mientras conduce.
Se queda en silencio.
—¿Con otro...?— Pregunta y veo como sus ojos se oscurecen o quiza es solo reflejo del sol.
—Si...— Digo —No lo permitiré, es mí madre, no mi jefa— Me mira como puede.
—No pelees con ella— Dice estacionado —Habla...y me cuentas cuando te pase a buscar a la noche— Asiento acercándome y plantando mis labios sobre los suyos.
—Te amo— Digo antes de bajar del auto.
–
—No lo haré— Digo en frente de mi madre.
No me la crucé en todo el día, hace unas cuatro horas Samuel me dejo en mi casa, y no la vi en todo el día salvo ahora.
—No sabes la vergüenza...
—No eres mi jefa, no me mandas, eres mi madre.
—Y cómo tu madre elijo sobre ti.
—Te equivocas, ya no tengo doce años— Niego —Tengo veinte, ya soy una mujer, y lo que a ti te parezca no me importa, tenlo por seguro, que en cuanto pueda me iré de ésta casa— Escucho dos bocinazos afuera.
Salgo de la casa sin mirar atras, inhalo y saco el aire de mi cuerpo.
Subo al auto de Samuel y él me saluda con un tierno beso en la mejilla.—¿Peleaste con tu madre?
—No.
—¿Apostamos?— Entrecierra sus ojos verdes.
—Ganaras.
—Hay tiempo hasta llegar a la fiesta, por cierto, me gusta tu disfraz— Le sonrío.
–
Fue un largo camino hasta contarle todo a Samuel, y poder concentrarme ya que ver a tu novio con una peluca rubia y una camisa de jean es un tanto...extraño.
Él solo manejaba y prestaba atención a lo que decía.—...Eso— Digo esperando su respuesta.
—Tienes toda la razón— Dice —Y apuesto mi coche a qué lo sabe.
—Sé que lo sabe— Digo.
—¿Bajamos?— Asiento bajando del coche para estirar mi vestido y que no se arrugue.
Agarro su mano y nos introducimos a la casa, la música resuena.
—¡Tortolitos!— Grita Austin viniendo —Vengan— Hace un gesto con la mano para que lo sigamos.
Lo seguimos hasta la pista de baile donde mi amiga bailaba animada.
—¡Qué es esta canción!— Grita Gabi.
—¡Es en español!— Le responde él.
—¿Qué significa "culo"?— Pregunta ella parando de bailar, mirando a Austin.
Él sonríe —Algo que tu tienes— Dice más para él que para ella —Nada, solo vuelve a bailar— Ella asiente sonriendo.
—¿Esta borracha?— Digo y él asiente.
—Si...— Dice —Bueno...los dejo bailar, yo voy a llevarla arriba— Asiento sonriendo.
—Mi borrachita— Digo sonriendo y apretando su cachete.
Me quedo con Samuel el cuál me dice a la oreja.
—Tengo que mostrarte algo.
—Vamos— Salimos de la casa y me mira.
—¿Qué ocurre?— Pregunto.
—Esperame aquí— Asiento.
Vuelve adentro de la casa y sale con un tequila en la mano, veo como se lo toma sin ninguna cara y vuelve delante mío.
—Escucha, se que estamos juntos hace unos meses, sé que quizá es pronto, pero también sé que eres la mujer de mi vida, que quiero despertarme dia a dia y ver tu cara, quiero que estés conmigo siempre, que no te apartes, mil veces me he preguntado con quien sería que lo diría, pero nadie llego hasta que te conocí, y necesito respirar antes de morir— Noto que respira y acomoda su pelo "rubio" —Necesito hacerte esta pregunta, porque te amo más que nada y no quiero que te lo diga otro o que te obligué tu madre, es apresurado pero lo pensé muchísimo— Frunzo el ceño.
—¿Amor?— Digo mirándolo.
Veo como pone una rodilla en el suelo, yo llevo las dos manos a mi boca.
Es imposible...
—Madison... ¿Te casarías conmigo?
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Lo que ellos no saben © [COMPLETA]
Teen FictionMadison Smith. La típica chica que lo tiene todo, padres ricos, estudia derecho, las mejores calificaciones, todo una nerd; no tiene novio y una gran vida por delante. Samuel Oliver Patterson. El chico más popular de el colegio, también estudia dere...