Lo que ellos no saben © [COMPLETA]

Capítulo 29

Me muevo en la cama en cuanto me doy cuenta de que estoy envuelta por unos brazos y unas piernas desnudas, despacio doy la vuelta apreciando la cara dormida de Samuel.

Su brazo esta rodeando mi abdomen, lo cuál me produce un cosquilleo inminente, su boca esta abierta un poco y sus ojos estan completamente cerrados, por un segundo dudo que sea el mismo Samuel Patterson el que esta delante de mis ojos, se encuentra tan tranquilo.

Esta tapando de su cadera para abajo dejando ven su "V" debajo de su abdomen, lo que hace que mi labio superior muerda el inferior y me haga apartar la mirada rápidamente, yo...por mi parte, estoy tapada desde el pecho para abajo, cubriendo todo.

En el despertador de al lado marca las 11:47am, donde tambien se encuentra una lámpara de noche, hay no solo ropa por todo el cuarto, si no también los pétalos de rosa que estaban sobre la manta formando un corazón.

Las paredes son de madera, y la cama solo tiene sabanas blancas, haciendo que le de un toque moderno, no hay una luz en el techo, pero por el contrario hay una ventana gigante tapada por cortinas blancas brindando intimidad al cuarto desde la derecha.

A la izquierda se ve un placar cerrado y...

—¿Qué observas tanto?— Se escucha a mí lado.

—Buenos días...— Digo dándole un beso casto en los labios —Solo miraba.

—Me iré a duchar— Dice abrazándome —Pero no me quiero parar...

—Eres todo un vago— Digo sonriendo y largando un bostezo —Vamos...— Me siento mientras me tapo con la manta solo adelante dejando al descubierto mi espalda.

Salvo él...que se levanta como si nada, dejando su...bueno eso... al aire.

—Puedes...taparte un poco— Digo tirándole una almohada que no logra dar en el objetivo.

—No hay nada que no hayas visto.

—Mejor ve a ducharte— Digo sonriendo.

—¿Quieres venir conmigo?

—No me molestaría— Digo...ay Dios como salio eso de mi boca.

—Te espero dentro— Dice y escucho con sus pisadas como sale del cuarto.

Me paro y agarro un toallón, pensándolo bien no es para tanto que me duche con mi novio, es solo una ducha.

Si es que es una ducha.

Mi celular suena.

—Hola— Digo atendiendo.

—Al fin amiga— Se escucha la voz de Gabriela del otro lado —Tu madre esta insoportable, piensa que estas conmigo y que volverás a las 13:00 en punto, me dijo que ni un minuto más y ni uno menos— Suelto un suspiro cerrando mis ojos

—Voy a ducharme, a la 13:00 estaré en mi casa, gracias por avisar— Digo cortando y dejando el teléfono en la mesa de luz, ahora viéndolo bien tengo unas 15 llamadas perdidas de mi madre.

Me envuelvo con la toalla antes de salir del cuarto, no quiero hacer un saludo al sol ya que no se ni siquiera de quien es la casa.

Me encamino y me guío por el sonido del agua golpeando por el suelo, abro una puerta y hay una bañadera tapada por unas cortinas blancas con lo que parecen hojas de arboles de color negro que no dejan ver nada.

Me quito el tallón.

—¿Está todo bien?— Dice Samuel del otro lado.

—Si...

—Mmm...

—Bueno, solo que mi madre me quiere a la 13:00 en mi casa.

Escucho un suspiro de él —No pasa nada preciosa— Dice —Ven, entra— Corro un poco las cortinas entrando al agua pero rápido salgo de ahí.

—¡Esta helada!— Digo abrazándome a mi misma.

—¿Qué? Pero si esta perfecta— Dice levantándose el pelo.

—Déjame te enseño como se hace— Digo haciéndolo a un lado con una sonrisa triunfante, agarro el grifo del agua fría y lo cierro un poco más.

Segundos después está mucho más caliente.

—Me voy a fundir bajo eso— Dice haciendo que sonría.

—Puedes meterte— Digo mirando mi cabello y agarrando un shampoo colocando un poco en mis manos para luego en mí pelo empezando a frotar y a hacer espuma.

Segundos después veo como Samuel se mete mientras yo me corro para dejarlo pasar.

—¿Ves? no esta tan mal.

—Siento que me derrito— Dice el haciendo que suelte una carcajada mientras niego con la cabeza.

—Dejémonos de jugar y apuremos ésto— Digo.

–

El viaje se hizo corto, sinceramente no sé como anoche se me hizo tan largo.

—Bueno, tu destino está a la derecha.

—Querrás decir destino final, me preparo para morir— Digo suspirando.

Escucho de su parte una risa para luego acercarse y plantar sus labios dulcemente sobre los mios.

—Te amo— Dice.

—Yo igual— Digo abriendo la puerta —Nos vemos mañana.

Entro a mi casa y veo a mi madre sentada en el sofa con un libro en la mano.

—¿Dónde estabas?— Dice seca, sin soltar el libro.

—Con Gabriela— Miento.

—Bueno...porque fui a buscarte a su casa y no estabas, ella no tenia ni idea de donde estabas, miente mejor la próxima vez.

—No soy como tú para andar mintiendo.

Veo como suelta el libro y se para rápidamente.

—¡Dime con quien estuviste!— Grita.

—¡Con Samuel!— Digo cansada —¿Y eso qué? Es mi novio y no me vas a prohibir verlo.

—¿Ese chiquillo es tu novio?— Veo como suelta una sonora carcajada que hace volverla a sentar —Pues malas noticias, hoy vendrá a cenar tu futuro esposo, ¿No es genial?— Me quedo estática.

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