Capítulo 34

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(3 meses después)

—Estoy...nerviosa— Digo apretando la mano de Samuel para después acostarme sobre la camilla.

—Tranquila— Dice dando un beso sobre mí frente.

—Bien...veamos— El medico coloca el mismo gel que la ves pasada sobre mí panza ya bastante mas crecida, se siente frío.

Mis ojos estan clavados en la pantalla que hay delante de nosotros, donde algo se comienza a mover acompañando los movimientos de aparato sobre mí estómago.

El doctor comienza a negar con la cabeza.

—Me dan un segundo— Dice parándose.

—¿Está todo en orden?

—Con permiso— Dice saliendo de la habitación.

Segundos más tarde vuelve con otro doctor que imita sus movimientos anteriores con la máquina, pero el niega y sonríe.

—¿Está todo bien?— Vuelvo a preguntar.

—Sus bebes están muy bien— Dice.

—¿Bebés?— Pregunta Samuel.

—Mellizos— Dice —Una niña y un varón, ambos muy saludables, felicidades.

Clavo mí mirada en Samuel que está igual de impresionado que yo, sus ojos esmeralda también se clavan en los mios hasta que su sonrisa de agranda y sus manos van a su boca cubriéndola.

—No...no lo puedo creer— Dice sonriendo.

—Yo tampoco...— Seguramente estoy pálida.

—Bien señorita, hasta aquí la consulta de hoy, siganme y les doy la próxima cita,— Asiento parándome y secando en el gel con un pañuelo.

(5 meses después)

—Gabi...te digo que no es una contracción normal— agarró mí panza.

—¿Quieres que llame a Samue...

—¡Rápido!— Digo sintiendo un líquido caer por mis piernas.

—Ven— Pasa un brazo por mí espalda ayudándome a caminar bien hasta su coche, lamentablemente Samuel esta trabajando en este momento...

Subimos al auto y ella lo rodea para comenzar a manejar.

—Respira ondo— Dice a lo que lo hago —Inhala y exhala.

—¡Mierda!— Tiro la cabeza para atrás, se siente como cuchillos entrando y saliendo, es...tan...doloroso.

—¿¡Puedes calmarte!?— Dice dando la vuelta.

—¡Puedes apurarte!— Eleva los ojos y agarra su celular tendiendomelo.

—Llama a tu novio.

Con todo el dolor del mundo agarro el celular y marco su número pero no contesta.

—¡Hijo de puta no contesta!— Digo ¡Voy a llamar a su trabajo!— Agarro mí panza con fuerza, marco el número de su trabajo y...

—Buenos días automotores...

—¡Samuel ya viene!

—¿Amor esta todo bien?— Se escucha del otro lado de la línea.

—¡Ven al hospital, carajo!

—Voy voy— Me corta el teléfono y se lo vuelvo a pasar a Gabriela.

—¡Creo que voy a morir!— Digo tomando mí cara con ambas manos.

—Ya llegamos.

Baja del auto para después ayudarme a mi y entrar al hospital.

SAMUEL POV

Manejo lo más rápido posible por cinco minutos hasta llegar al hospital, lo que menos me importa ahora es que me hagan una multa o algo por ese estilo.
Bajo del auto y entro al hospital, el olor que llega a mi nariz es horrible, camino hasta la recepcionista.

—Hola soy Samuel Patterson y busco a la señorita Madison Smith...

—¿La embarazada que gritaba atrocidades?— Mí mirada se confunde —Sólo sigue derecho y busca la habitación 27B— Asiento corriendo hacía la misma.

Una vez la encuentro, una mano en mi hombro me detiene.

—¿Gabriela?— Digo —Dime que está bien.

—Esta bien, aún no pueden llevarla a la sala de parto porque están alistando las cosas ya que ella no reservo un turno, así que apúrate y ve a cambiarte— Me tiende una cosa celeste con un gorrito.

—Gracias— Digo corriendo hacia el baño.

Sobre la misma ropa paso la "bata" celeste que me entrego Gabriela y coloco un gorro sobre mi cabello, luego me apresuro y corro hasta la habitación nuevamente.

—¡Samuel!— Dice otra vez —¡Ya está en la sala de parto!— Mis ojos se abren.

Comienzo a correr hacía ese lugar siendo guiado por los gritos de Gabriela.

Entro y ahí está ella.

—Hola amor, aquí estoy— Me acerco y tomó su mano, la llevo a mi boca y  doy un suave beso.

—Siento...que...¡Ah!— Grita cerrando los ojos.

—Lo sé— Digo mientras entra un doctor a la sala.

—Bien...¿Lista?— Le pregunta y ella sólo asiente —Cuando te diga tu pujas.

Ella está vestida con la misma bata que yo solo que bajo eso no creo que haya nada, el doctor agarra una máquina para colocar sus piernas sobre la misma.

—Bien... 1... 2... 3, ¡Ahora!, muy bien— Dice el doctor mientras ella hace fuerza.

La cabeza se ve pero eso no me fijo ahora ¡Mi mano!

Cierro los ojos, creo que me va a romper la mano a la mitad, sus uñas ya supongo estarán enterradas en mí piel.

De un momento a otro mí mano pasa a segundo plano para escuchar un llanto bellísimo proveniente de el bebé en brazos del doctor, él se lo da a la enfermera.

—Vamos por el segundo— Dice el médico.

—Bien señor, ya le vendamos la mano— Dice la enfermera.

—Gracias— Giro la cabeza y veo a mí mujer dormida, junto a ella hay una cuna con mis dos hijos.

Alexa es una niña hermosa, tiene unos dos fosforescentes ojos verdes, son como mini esmeraldas, de su madre saco el cabello, tiene una cabellera rubia que apenas de nota, unos cachetes que parecen esponjitas, ella es la mayor por...solo minutos.

Calvin al contrario tiene ojos celestes, son mas oscuros que los de su madre, casi se asemejan al azul.
Su cabello es negro como el carbón, tiene unas manos pequeñas que me transmiten ternura.

Nunca pense formar una familia, pero mirenme, todavía no lo puedo creer... soy papá.

Lo que ellos no saben © [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora