Gabriela POV
—Señorita, necesito que nos diga dónde se encuentran— No aguanto mas y me pongo a llorar.
Es tan estresante, intente comunicarme con ellos desde hace 2 días y nada, ninguno me respondió el teléfono, siempre se iba a buzón de voz.
Sus padres ya casi viven en la comisaría, y hoy...se presentaron en mí casa con policías que en éste momento me están haciendo mil preguntas por segundo.
Hace 3 días no sé nada de mí mejor amiga y su noviesito.
—Señorita— Dice un oficial.
—Es que...no lo sé— Bajo la mirada, mentira, es realidad si lo sé, pero no se si aún estarán el la casa que él compró y tampoco lo diré.
—Es nuestra única salida a este caso— Dice otro oficial sentado en una silla.
—¡Ya lo sé!...carajo— Digo limpiando mis lagrimas.
Suelto un suspiro, sé que no tendría que hacer ésto, pero no quiero guardarlo, es mí mejor amiga y siento que la defraudo con lo que voy a hacer, pero necesito saber si está bien.
—Estan es la casa que compro Samuel hace años— Digo volviendo a sollozar —Supuestamente están ahí...eso me dijo él— Aclaró —Solo quiero que salgan de mí casa...
—¿Se puede saber donde se encuentra esa casa?— Pregunta uno de ellos.
—No me dijo, solo aclaró que quería alejarse de todo y me dijo a donde iría— Ellos asienten y anotan en una libreta.
—Eso es suficiente— se paran todos al mismo tiempo —Muchas gracias— dicen mientras me paro y abro la puerta de mí casa.
Uno por uno salen de mí casa y cierro la puerta soltando un par de lagrimas más, pero luego respiro, es por ella, necesito ver a sus padres calmados y a una madre embarazada que no se interno en la comisaría.
Madison POV
—Ésta comida china esta de lujo— Digo moviendo mis palitos chinos.
—Lo sé— Dice sentándose a mí lado.
Hace tanto quiero soltar una pregunta...
Sinceramente dudo que dos adolescentes de 19 y 20 años puedan sobrevivir solos en una casa, no sé cuanto estaremos aquí, no quiero cagarla, pero llevamos 3 días aquí y seguramente mis padres quieren matarme.—Amor...— Samuel levanta su mirada hacía mí —¿Cuánto vamos a estar aquí?— Digo y él frunce el ceño —No es que quiera irme, son los mejores días de mí vida, pero...no sé— Digo bajando la mirada.
—Hasta que...
En eso tocan la puerta.
—¿Esperas a alguien?— Pregunto y él niega confundido.
Me paro y Samuel se aproxima para abrir la puerta.
Vuelven a tocar y él abre.
Su cara se convierte en un poema cuando ve a los policías del otro lado.
—¿Samuel Patterson?— Asoma un poco más la cabeza hasta verme —Madison Smith...— Mira al otro oficial— Sus padres estarán contentos de verlos— Aclara —Con permiso— Samuel se hace a un lado con la cabeza gacha para que pasen.
Se adentran a la casa.
Hay dos oficiales, al que acaba de hablar de cálculo unos 40 y algo, se ve bien, tiene cabello café oscuro y ojos negros.
El otro se ve más joven, a la vista parece de 35, es rubio tirando a café y sus ojos son de un celeste extraño.—¿Podemos hablar antes de comunicar a sus padres que los encontramos?— Samuel no habla, no se mueve, parece en shock.
Asiento y los invito a pasar hacía la mesa de la cocina.
—¿Algo de tomar?— Ofrezco con la voz temblorosa.
Es como intentar ser cortés con dos lobos que sabes mas tardé algún daño te harán.
—No, muchas gracias— Sonrío sin mostar mis dientes y me siento, segundos después Samuel se sienta a mi lado —Pues...¿Por qué se fueron?— Pregunta el oficial más joven.
—Por todo— Frunce el ceño mientras hablo —Por mis padres y por sus padres— Me mira aún más extrañado —Mis padres...— Comienzo —Siempre fueron unidos hasta hace como un mes que se divorciaron— Bajo la mirada— Mi padre se fue a vivir a Londres, y yo vivo con mí madre, mí padre ya formó una familia, tiene una hijastra y una novia, básicamente una vida— Digo dándole un golpe a Samuel para que siga.
—Sufro de asma, mí madre está embarazada y no de mí padre, mí padre es un reverendo —Ve la cara de los oficiales, el que es mayor eleva sus cejas —...Idiota, en la escuela me va fatal, aveces pienso que lo único bueno en mi vida es mi novia— Dice.
Los oficiales se miran y vuelven la vista entre nosotros.
—Miren, llevar a su casa lo tendremos que hacer porque tenemos una orden, no soy bueno como psicólogo chicos, pero si ustedes mañana quieren volver o irse a la china lo pueden hacer— Dice —Sus padres aún no entienden que ustedes son mayor de edad, para la ley ya son adultos— Baja la mirada —Yo también tengo una hija, y la verdad que no me gustaría que se vaya sin decirme por lo menos que se va o siquiera adónde se va— Ojalá esto les sirva de enseñanza para luego— Se para de la mesa y nosotros lo imitamos —Ahora, empezaremos el largo viaje para ir a sus casas, junten su ropa— Dice saliendo al igual que el otro oficial.
—¿Por qué nada puede salir bien?— Dice Samuel soltando una risita irónica, pero luego veo que está llorando, que las lágrimas bañan su cara, la cuál tomo entre mis manos.
Lo miro a los ojos los cuales me cortan la respiración —Fueron los mejores días de mi vida, no lo dudes, estar contigo... aquí... no pudo ser mejor y más...liberador de toda esa mierda— Digo —Pero nada dura para siempre, y los problemas se solucionan, siempre...— Digo plantando mi boca sobre la suya dando un suave beso —Te amo.
—Yo también te amo— Dice mientras limpio sus lagrimas, el frota su cara contra sus manos.
—¿Armamos las valijas?— Asiente parándose.
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Lo que ellos no saben © [COMPLETA]
Teen FictionMadison Smith. La típica chica que lo tiene todo, padres ricos, estudia derecho, las mejores calificaciones, todo una nerd; no tiene novio y una gran vida por delante. Samuel Oliver Patterson. El chico más popular de el colegio, también estudia dere...