Lo que ellos no saben © [COMPLETA]

Capítulo 28

Me despierto sintiendo una brisa pasar por mi cuerpo, ayer Samuel me dejo en mí casa luego de esa noche rara, y el amiguito de Maya se había ido por suerte.

Me levanto de la cama y sacudo mis ojos, paso rápidamente por el baño y luego de eso bajo las escaleras, veo a mi mamá sentada junto a mí padre y su novia.

—Buenos días— Digo sentándome.

—¡Mí princesa! ¿Cómo amaneciste?— Dice mí padre.

—Bien papá.

—Buenos días— Dice levantándose mi madre y saliendo de mi vista.

Me dan unas inmensas ganas de llorar que mí madre un no me perdone.

Nunca me dio vergüenza llorar, pienso que solo las personas valientes pueden dar a conocer que no son perfectas, porque nadie es perfecto, pero no todos lo demuestran.

—No llores corazón— Veo a mí padre acercarse —Te tengo un regalo, ayer fui de compras y bueno... creo que te gustará— Dice apartándose de mí y secando mis lagrimas —Toma— Me da una bolsa de un tamaño considerable la cuál no dudo en abrir.

—Dios...— Digo sacando un vestido hermosísimo negro con un corte en forma de "V" en la espalda pero más cubierto delante—Es hermoso.

—Perfecto para ti— Dice —Me ayudo un poco Maya— Noto que sonríe.

—Gracias— Digo volviendo a guardar el vestido y besándolo en la mejilla antes de desaparecer hacia mi habitación para guardarlo.

–

—Los pajaritos crecen y vuelan del nido cuando menos lo esperas, mírate a ti, tienes 20— Dice Gabriela sentada en el sofa mientras yo al lado de ella no paro de reír por las cosas sin sentido que dice.

—¿Puedes dejar de decir tonterías Gabi?— Digo riendo.

—¿Y...segura que no te puso nada?— Mí risa se corta para prestar atención en su pregunta.

Agarró mi celular por enésima vez en el día pero nada.

—No...— Digo suspirando —Para mí que ni siquiera se acordó que hoy es nuestro primer mesiversario— Aclaró bajando el celular.

—Yo creo que si— Dice —Eres su única novia, no es como si tuviera un montón y pudiera olvidarse.

—Lo sé pero es hombre.

—¿Y eso qué?

—Los hombres son todos iguales, o aunque sea la mayoría, tampoco pondré a todos en la misma bolsa— Niega.

—Austin no es igual— Aclara.

—Austin Austin Austin, ¿Te comió la cabeza, verdad?— Niega mientras sonríe.

—Me tiene confundida, nada más— Dice desviando la mirada.

—No sé porque no te creo— Entrecierro los ojos.

—Ok, pero solo porque...eres mí mejor amiga— Dice —Quedamos en no contárselo a nadie— Suspira —Estamos...intentando algo— Tapo mí boca y suelto una risita nerviosa.

—Eso es genial— Digo mientras ella mira hacia el suelo —Es enserio genial— Aclaro asintiendo.

—Lo sé, solo que...no se si estoy lista para algo serio— Dice elevando los hombros.

—Vas a ver que sí— Digo golpeando su pierna levemente, ella sonríe sin mostrar sus dientes.

Se escuchan dos bocinazos fuera de la casa y Gabriela se levanta.

—Creo que me vinieron a buscar— Aclara colocándose el abrigo mientras yo hago lo mismo.

—Te acompaño.

Salgo de la casa junto a ella, el vidrio de la camioneta baja dejando ver la sonrisa de Austin.

—Me la cuidas— Digo abriendo la puerta.

—Si mamá— Dice el chófer —Y feliz mesiversaro con papá mami— Elevo los ojos y sonrío.

—Gracias y nos vemos— Digo saludando y entrando de nuevo a la casa.

—

Me dormí.

Ash, me siento en la cama, prendo la luz de noche y como por arte de magia mí teléfono suena apareciendo el número de Samuel.

—¿Me haces un favor?— Dice.

—Hola ¿Cómo estas?— Digo irónicamente —Bien ¿Tú amor?, bien gracias por preguntar— Se escucha una risa del otro lado de la línea.

—Hola preciosa.

—Hola— Digo seca —¿Qué favor?

—Que me abras, hace frío afuera— frunzo el ceño mientras bajo las escaleras —Creo que voy a morir de hipotermia si no me abres porque me olvidé mí saco en casa y...— Corto la llamada cuando abro la puerta y lo veo ahí parado, con un ramo de rosas en la mano izquierda.

Me quedo en una especie de shock parada en la puerta.

—¿Quieres que nos moramos juntos?— Dice —Eres un amor, solo que no quiero morir— Dice largando una sonrisa mientras lo dejo pasar.

—Es...son.

—Son para ti— Dice —Feliz primer mes amor— Dice acercándose haciendo que el corazón se me desborde del pecho.

Sin dudarlo lo abrazo y hundo mi nariz en su cuello, él hace lo mismo.

—Necesito 3 cosas— Dice —Primero que me des un beso, después que me sigas afuera, y con un abrigo— Dice.

Me paro se puntitas y llegó a sus labios uniendolos en un suave beso, sus labios se mueven sobre los mios apoderándose de aquel beso, cada vez apretando más su agarre a mi cintura.

—Mejor vamos— Dice agarrando mí mano y subiendo las escaleras.

—Silencio— Digo —Todos duermen— Sigue subiendo.

Agarra el primer abrigo que ve y me lo coloca y luego se coloca uno él.

—Que sexy tu abrigo rosa— Digo y él ríe, no es rosa, más bien es fucsia.

Volvemos a bajar las escaleras con cuidado y salimos, y si que hace frio.

Subimos al auto y el comienza a conducir por unos 20 minutos hasta que estaciona en medio de la nada, en ese corto viaje escuchamos música.

—Bien, necesito que te pongas esto— Me tiende un pañuelo para ponermelo sobre los ojos, mientras apaga la radio.

Me cubro los ojos sin reproches y digo.

—¿Me ayudas a atarlo?

—Claro— Me doy la vuelta en el asiento y él agarra ambas tiras por atrás haciendo un nudo.

—Vamos— Escucho como baja del auto, no veo nada, todo esta completamente negro, agarra mí mano y tira de ella para que lo siga.

Hago lo que pide y lo sigo hasta que siento un ambiente más caliente y es ahí cuando comienzo a subir escaleras con él de la mano, me detiene en un lugar donde escucho como una puerta es abierta y luego entra en ella conmigo.

—¿Lista?— Dice.

Asiento.

Me quita el pañuelo dejándome ver una cama cubierta de pétalos rojos formando un hermoso corazón, hay velas que alumbran el cuarto y le dan un toque romántico, siento su respiración en mi cuello, luego como comienza a besar la zona.

—Pensé que sería un lindo gesto...

—¿Ésto estaba en los planes?— Digo sonriendo mientras el da besos por mí hombro.

—A la mierda los planes.

Ese hermoso gif esta echo por:
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