Matrimonio

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- Link, casate conmigo... -.

El rubio miraba perplejo al Zora, estaba arrodillado frente a él, tomando sus manos con delicadeza mientras lo miraba con dulzura.

- ¿Q-Que? - preguntó el ojiazul, todavía confundido y asombrado ante la repentina petición de su pareja.

- Casate conmigo... Aquí y ahora -.

- S-Sidon... ¿De que hablas? -.

- Juremonos amor eterno aquí y ahora... No necesitamos una boda, solo a nosotros... Después de todo, estamos ante los ojos de las diosas, no necesito la aprobación del consejo Zora o la de un sacerdote... Solo la de las deidades, ante ellas prometere amarte por toda la eternidad y así seremos esposos ante los ojos de las divinidades de Hyrule... - el ojiambar acaricio con ternura la mejilla del campeón Hyliano - Te amo Link... Y quiero que estemos unidos para siempre -.

- S-Sidon... E-Esto es tan repentino - dijo nervioso el ojiazul.

- ¿Y que? Lo nuestro también fue repentino... Y es lo mejor que me ha pasado... - el Zora se acerco al espadachín y beso sus labios con ternura, el héroe correspondió mientras rodeaba su cuello con sus brazos.

- Sidon... - susurro el espadachín mientras se separaban levemente, el príncipe lo veía con una mirada llena de amor, Link sintió como su corazón de derretia - Aceptó... - le respondió con una sonrisa.

Sidon estaba que gritaba de la emoción, pero el rubio coloco un dedo sobre sus labios, en señal de que guardará silencio.

- Tengo una idea... - el ojiazul tomó la tableta Sheikah y activo el mapa.

El espadachín tomó la mano, de su ahora prometido, para luego presionar el icono del santuario de Moratt, en el monte Satoly.

Una vez llegaron, Link guió a su pareja hasta un bello claro, donde había un enorme árbol de cerezo, las bellas flores caían sobre el pequeño estanque que había en el lugar.

- Es hermoso... - dijo el de escamas rojizas mientras miraba maravillado el lugar.

- Si... Encontré este lugar mientras me dirigía a la región de Tabanta para liberar a Vah Medoh... Eres la primera y única persona a quien le he mostrado este lugar... -.

El Zora comenzó a recoger unas flores que crecían en el suelo, para prepararle una sorpresa al Hyliano.

- Sabes... Hay una leyenda... La oí hace tiempo, cuando encontré a una pareja de viajeros, ellos me dijeron que si le juras amor a una persona en donde crece la "princesa de la calma", su amor será bendecido por toda la eternidad... Y aquí, junto a este cerezo crecen aquellas enigmáticas flores... Uno de los pocos lugares del reino donde florecen... - Link de agacho y acaricio con delicadeza los pétalos de aquella legendaria flor - No creo en las supersticiones pero... Me gusta pensar que esta leyenda es real -.

Sintió como Sidon colocaba algo en sobre su cabeza, al llevar sus manos a su frente, noto que el Zora le había colocado una corona hecha con flores silvestres.

- ¡Oh por Hylia! Te ves muy adorable - el príncipe lo miraba con un brillo en los ojos mientras se cubría la boca con una de sus manos, el ojiazul hizo un puchero molesto, haciéndolo ver aún más adorable.

- B-Bueno... Yo también quieor darte algo - el Hyliano reviso su alforja, de la cual sacó una caja de terciopelo - Yo mismo los mande a hacer en una joyeria de la ciudadela Gerudo... Fue una odisea entrar a ella y luego conseguir los materiales y rupias necesarias pero... Por ti, vale la pena, y mucho... -.

El espadachín abrió la caja, mostrando unos bellos anillos de oro, uno del tamaño perfecto para el Zora y el otro de la talla del elegido, ambos hacían juego y tenían grabado el símbolo de la trifuerza.

- Link... Son hermosos -.

- Bueno... A lo que vinimos... - Link trago saliva para luego pararse frente a su amado y tomar sus manos.

Una suave brisa sacudió las hojas del árbol de cerezo, provocando una lluvia de pétalos, la escena no podía ser más perfecta...

- Muy bien, primero... Los votos... Link, desde que te conocí has cambiado completamente mi mundo, te amo más que a nadie y juro hacerlo por toda la eternidad... Mi héroe, prometo estar siempre a tu lado y hacerte feliz cada día... -.

- Sidon, nunca he sentido por nadie lo que tu me haces sentir... Haz sido la única persona capaz de derretir mi frío corazón... Me encanta todo de ti, tu amabilidad, tu valentía... Prometo protegerte con mi vida y demostrarte que tu eres lo más importante para mi... -.

- Tu, Link... Héroe de Hyrule, portador de la espada que doblega a la oscuridad, valiente caballero... ¿Aceptas a este humilde Zora? ¿En la paz y en la adversidad? ¿En la fortuna y en la desventura? ¿Ante las deidades protectoras de Hyrule como testigos? -.

Link sonrió con ternura mientras sujetaba con fuerza sus manos.

- Aceptó... Y tu... Sidon, valiente príncipe, heredero al trono de los Zora, fiel guerrero... ¿Aceptas a este simple Hyliano? ¿En los momentos de felicidad y tristeza? ¿Sin importar lo que nos depare el futuro? ¿Ante los ojos de la todopoderosa diosa Hylia? -.

- Aceptó... -.

El rubio sacó la caja de terciopelo nuevamente y le coloco el anillo al Zora... Este tomó el anillo pequeño y lo puso con delicadeza en el dedo anular del espadachín.

- Que lo que haya unido Hylia, en su infinita sabiduría, jamás sea separado por las fuerzas del mal... -.

- Que está unión sea bendecida por todas las diosas... Pues a partir de ahora, ante sus ojos, tu eres mío... Y yo soy tuyo, hasta el final de los tiempos -.

Sellaron su unión con un tierno beso, entonces, el Zora, sin poder ocultar más su emoción, cargo al rubio de forma nupcial. Ninguno se percató de que eran observados por un espíritu... El de la campeona Zora, para ser exactos, esta sonreía dulcemente viendo la felicidad de la pareja recién casada.

- Link... Hermanito... Que sean muy felices... - susurro, para luego desaparecer en un pequeño resplandor...

- Ahora vamos a la región de los Zora... Quiero entrar al palacio con mi esposo - le dijo el príncipe con una dulce sonrisa.

- A Muzun le dará una ataque - el rubio soltó una pequeña risita mientras tomaba su tableta Sheikah, preparándose para teletransportarse junto a su marido.

- Pues no importa, ya estamos casados, nadie ni nada puede interponerse entre nosotros... -.

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- ¡Príncipe Sidon! ¡¿Que significa este espectáculo?! - exclamó indignado el Zora verde, al ver a la pareja aparecer en el santuario de Ihloma, Sidon seguía cargando a Link en sus brazos mientras este rodeaba su cuello con sus brazos.

- No es ningún expectaculo... Solamente estoy demostrando lo mucho que amo a ¡Mi esposo! - exclamó con orgullo el príncipe mientras mostraba su argolla de matrimonio.

Ignoraron a Muzun, quien los miraba boquiabierto, para luego entrar al palacio, entró a su habitación, o mejor dicho, la habitación que ahora ambos compartirán... Y dejó al rubio sobre la cama de agua.

Ambos se miraban con deseo y con un sonrojo en sus mejillas, Sidon se acerco lentamente al ojiazul y lo beso con suma delicadeza.

Aquella noche, ambos consumaron su matrimonio, por fin sólo se pertenecían el uno al otro...

A la mañana siguiente, Sidon fue el primero en despertar... Miro con ternura a Link que estaba acurrucado en su pecho, con cuidado tomo su mano izquierda para admirar su argolla de bodas.

- Mi héroe - susurro para luego besar sus nudillos.

Ahora nada los separaria... Jamás...

( Ahora si me disculpan, voy a vomitar arcoiris por escribir este one-shot tan cursi

Y con esto finalizamos el reto de la semana Sidlink ¡Yey! *arroja confeti*)

One-Shots Sidlink ( Breath of the Wild - Yaoi ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora