Link estaba en las orillas del lago Ruto, iba de camino a la región de los Zora a visitar a su mejor amigo cuando decidió hacer una pequeña parada para descansar. Se había quitado sus botas y chapoteaba sus pies tranquilamente en el agua cristalina mientras veía por encima de su hombro como su yegua Epona descansaba, comiendo unas manzanas que el mismo rubio le había dado.
Aprovecho la tranquilidad para reflexionar, en específico lo que le atormentaba su interior, en las profundidades más profundas de su ser. Había logrado vencer a Ganon el cataclismo, había logrado rescatar a la princesa Zelda y el reino de Hyrule por fin estaba en paz pero... Se sentía vacío. Desde que despertó del santuario de la vida todo el mundo le había dicho que hacer, cual era su deber y Link, como buen caballero que es, había acatado cada orden, había cumplido su misión. Pero ahora que todo había terminado, no sabía que hacer... Incluso en las pocas memorias que había logrado recuperar el solo era quien tenía la misión de derrotar a Ganon por el hecho de llevar la espada maestra, siempre siguiendo las órdenes y deseos de alguien más, era la primera vez en su vida que podía considerarse libre.
Suspiro pesadamente mientras tomaba agua del lago entre sus manos y se mojaba la cara con ella, refrescandose un poco. Todo el mundo lo veía únicamente como el "portador de la espada maestra", "el héroe" ¿Acaso alguien lo veía como el era realmente? Solo como Link... Bueno, probablemente Sidon, la razón por la cual el rubio se encontraba en ese mismo instante en la región de Lanayru.
El realmente se sentía cómodo junto al ojiamnar, se sentía libre de ser el mismo, comer en grandes cantidades, hacer bromas, reírse a grandes carcajadas... Un pequeño sonrojo adorno el rostro del campeón Hyliano al recordar los momentos que había pasado junto al príncipe Zora, no podía negar que cada vez que pensaba en el, sentía mil mariposas revoloteando en su estómago, su corazón latía a gran velocidad y su cara se teñia de color carmín hasta la punta de sus orejas.
De pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver como el agua se sacudía violentamente, Link sintió como lo sujetaba con fuerza de los tobillos, intentando hundirlo en el agua.
- ¡Mierda, mierda, mierda! - exclamó el ojiazul mientras trataba de aferrarse desesperado a la orilla del lago.
"¡Debe ser un Lizalfos!" pensó el Hyliano mientras trataba de alcanzar su espada, pero aquel monstruo lo jalaba con demasiada fuerza. Llevó sus dedos a su boca y le silvo a su fiel yegua, Epona corrió de inmediato hacia donde se encontraba Link, este se sujeto con fuerza de las riendas mientras la equina retrocedía para tirarlo, pero ni así lograba salir del agua.
Antes de que el rubio pudiera hacer otra cosa, del agua emergió el príncipe Zora muerto de la risa ante la atónita mirada del ojiazul.
- Jajaja ¡Caíste! Ay Link, debiste ver tu cara - el joven de escamas rojas seguía riéndose a carcajadas mientras el espadachín seguía en shock.
- ¡Si serás imbecil! - el rubio le salpico agua mientras fruncia el ceño, había olvidado que ambos solían hacerse ese tipo de bromas pesadas.
- Ya, no te enojes enano - el Zora abrazo con fuerza al espadachín, quien únicamente hacía un puchero de enfado y se mantenía de brazos cruzados - Ya se que hacer para que me perdones, le pediré a los cocineros reales que preparen un montón de comida solo para ti -.
El ojiazul levantó de inmediato la mirada y observó a Sidon con brillo de emoción en sus ojos, mientras babeaba un poco al imaginarse toda la comida.
- ¡Sidon amigo del alma, claro que te perdono! -.
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Link se dejó caer sobre la cama de agua, la cual el mismo príncipe había pedido que instalarán en su cuarto para cuando el rubio fuera a visitarlo.
- Ugh, ahora si estoy lleno - dijo el rubio mientras colocaba una mano sobre su estómago.
- Comiste por 50 personas, es un nuevo récord - exclamó divertido el ojiambar, quien estaba apoyado en la orilla de su estanque personal.
- No es mi culpa que la comida sea tan deliciosa - le respondió el rubio con una sonrisa en su rostro para luego acomodarse en la cama.
- Si te acuestas después de comer te vas a poner como vaca - le dijo el príncipe tratando de aguantar la risa.
El rubio se sentó de golpe en la cama mientras jadeaba y colocaba una mano en su pecho fingiendo estar ofendido.
- ¡Ya veras! - el espadachín se paro de golpe y se coloco en la orilla del estanque para después comenzar a arrojarle agua al Zora en la cara, este únicamente se reía mientras se cubría con las manos. Link realmente se sentía a gusto estando a su lado.
- Ok, ok - Sidon le hizo una seña al Hyliano para que se detuviera - Lo siento -.
El espadachín se detuvo para luego sentarse en el suelo, había algo que había estado rondando en su cabeza desde hace tiempo y necesitaba hablarlo con él ojiambar.
- Sidon... ¿Puedo preguntarte algo? - le cuestionó tímidamente el rubio.
- Claro Link ¿Que sucede? -.
- Sabes, yo... A veces creo que sin la espada maestra no soy nada -.
El príncipe se quedó callado unos minutos mientras lo miraba atónito.
- ¿Qué? -.
- Eso... Desde que desperté del santuario de la vida sólo he cumplido con las misiones que se me imponían por ser el portador de la espada maestra, pero ahora que vencí a Ganon no tengo idea de que hacer, de cómo actuar... Siempre he pensado en el bienestar de los demás antes que en mi mismo y... Eso me puso a pensar ¿Que pasaría si yo no hubiera sido elegido por la espada maestra? ¿No sería nadie? Es la primera vez en mi vida que no se que hacer y... Me asusta, me asusta el hecho de que ahora que cumplí mi misión yo ya no tengo nada que hacer, me siento como una marioneta a la que desecharon luego de su última función -.
Un silencio de ultra tumba ocupo la habitación mientras el príncipe miraba preocupado al rubio, de verdad le había sorprendido aquella repentina confesión del ojiazul.
- Link... - el Zora lo tomó con cuidado de su mentón, levantando su cabeza, pero él rubio seguía con la mirada baja - Link, mírame -.
El espadachín alzó su mirada encontrándose con los orbes dorados del príncipe, noto como su rostro se acercaba cada vez más al suyo, podía sentir incluso la respiración ajena sobre su piel, y antes de que se diera cuenta, los labios del Zora estaban rozando los suyos. El héroe se quedó estático unos segundos para después corresponder al beso, colocando sus brazos alrededor del cuello del ojiambar.
Al separarse, el tiburón acarició con ternura los cabellos dorados que caían sobre la frente del ojiazul mientras le dedicaba una sonrisa hermosa y sincera.
- Link... Esa vez que nos reencontramos en el puente Inogo tu no tenias la espada maestra, tampoco sabía que eras un campeón, pero aún así no pude evitar admirarte, te lo dije entonces y te lo vuelvo a decir ahora, eres alguien excepcional - hizo una pequeña pausa para luego besar la frente del espadachín - Con o sin espada, para mí siempre serás alguien especial, por el simple hecho de ser tu -.
El rubio no pudo evitar sonreír mientras se sonrojaba, ahora todo estaba claro, ahora sabía que hacer...
"Quiero estar con Sidon".
( Y aquí recién son las 20:18, logre publicar más temprano que ayer muajajajajaja
Yey, con esto terminamos el segundo día, pero no hay que dormirnos en los laureles ¡Aún nos quedan cinco One-Shots más!
Mañana actualizaré nuevamente, bye bye)
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One-Shots Sidlink ( Breath of the Wild - Yaoi )
FanfictionColección de diversos One-Shots Sidlink, con diferentes temáticas.