Tres razones para no matarte.

Epílogo.

Escucha la canción mientras lees, mejorará la experiencia.

Cuando Silvania llegó a la habitación de Lucas guiada por una enfermera este tenía puesto el traje que Trent le había llevado con anticipación, tenía el cabello peinado y en cuanto la vió con los girasoles en la mano sonrió y tomó un ramo de las mismas flores que estaba en su mesa de noche.

—Al parecer acerté —dijo sonriendo— ¿También son tus flores favoritas?

—Si, desde siempre.

—Pues tiene sentido, tu resplandeces igual que uno.

Silvania sintió que su corazón se paralizaba cuando lo escuchó, que fue lo mismo que sintió Lucas cuando las palabras salieron de su boca.

—En fin... —empezó Lucas para romper el silencio que sus palabras habían ocasionado— ¿Qué tal me veo?

—Por primera vez, te ves decente —dijo Silvania reprimiendo una sonrisa mientras intercambiaban las flores.

—Me veo como un dios griego, estúpida, no solo "decente" —replicó modestamente el chico, luego la miró de arriba a abajo— y tú estás... Pareces humana.

"Estás preciosa" hubiera querido decir, de no ser por su orgullo que quemaba más que la intensidad de mil soles.

—¿Nos vamos? —Sugirió ella sin poder eliminar la sonrisa de su rostro.

—Antes... Debo hacer una confesión.

Por la cara que había puesto el chico al momento de decirlo, Silvania se imaginó que había hecho alguna pendejada.

—Verás, tengo permiso del psiquiatra, del psicólogo, del terapeuta pero no del director del hospital.

—¿Y ahora?

—Él me dijo que cuando llegaras pasara por su oficina, que necesitaba hablar con ambos.

—¡Lucas, vamos tarde!

—Pues es mejor llegar tarde que llegar sin mí ¿No?

Silvania pensó sería, muy seriamente en mandarlo todo a la verga e ir sola al baile, pero conocía a Lucas y sabía que él realmente quería ir con ella. Solo por eso lo acompañó hasta la oficina del señor Clifford.

Era una estancia agradable, con muchas fotografías y un fuerte olor a medicamentos, el señor Clifford era un hombre de no más de cuarenta años que sonrió cuando los vió pasar.

—Así que esta es la chica que aumenta tu serotonina cuando la ves —fue su saludo aludiendo la carta que Lucas había dejado— ¿Tú eres la "estúpida" de la que tanto habla Lucas?

Silvania miró al susodicho de forma asesina y asintió, él tomó su mano apretándola con firmeza.

—Quiero que me acompañe al baile —dijo Silvania sin expresión alguna en su rostro— fue una promesa.

—Verá, señorita, es algo complicado que saque a un paciente de la clínica sin que éste haya cumplido su tratamiento. No sabemos cuál será su reacción, recién internaron aquí al asesino que dejaba a las chicas en sus camas vistiendo un camisón como si estuvieran dormidas y las medidas de seguridad están siendo... Delicadas, no queremos comprometer la seguridad de nadie.

—Lucas no es peligroso.

—Según lo que me contó el señor, se conocieron cuando él entró a su cuarto con intenciones de matarla —el señor Clifford alzó una ceja— ¿Cómo sabemos que no lo hará de nuevo en un ataque psicótico?

—Será solo una noche —intercedió Lucas— No le haré nada. Ni a ella ni a nadie. Solo quiero pasar este momento con ella... Por favor.

El señor Clifford pensó largamente mientras Lucas y Silvania, aún con los dedos entrelazados esperaban.

—¿Por qué siquiera se hicieron amigos ustedes dos? Es inaudito desde un punto de vista lógico.

Ella quiso responder, pero las palabras se atoraron en su garganta ¿Cómo explicar ese sentimiento que los unía? ¿Cómo explicar algo que ni siquiera ella misma podía definir?

Fue Lucas quien pudo ponerlo en palabras.

—Ella estaba tan rota como yo, estábamos solos en un mundo que no nos comprendía... Tal vez por eso decidimos hacernos compañía en medio del caos.

De nuevo el director se quedó pensando largamente. Lucas esperaba haber dicho las palabras correctas, realmente quería ir al baile con Silvania, quería estar con ella en otro contexto.

Quería que ella lo viera de manera distinta.

—Me dijiste que tenías tres razones para no matar a Silvania —dijo por fin— ¿Siguen siendo estas razones vigentes?

El chico se aclaró la garganta, no, ya no eran las mismas. Silvania había decidido aprovechar su vida, él resultó no ser un asesino, todo había cambiado tanto...

Pero seguían habiendo tres razones para no matarla.

—Señor, ahora mismo le puedo dar tres razones por las cuales no mataría a Silvania West ni aunque mi vida dependiera de ello.

Silvania lo miró largamente, la determinación en su voz la asombraba, Lucas había captado por completo la atención del director del psiquiátrico.

—La primera —comenzó— es que prometí a mi abuela Annie que no volvería a hacer ninguna estupidez, y esta estúpida no vale lo suficiente como para arriesgar mi libertad ni mi salud mental.

—¡Oye!

—La segunda —prosiguió como si nada— es que la extrañaría muchísimo si algo le pasara, además de que Trent jamás me lo perdonaría.

—¿Y la última? —Preguntó interesado el señor Clifford.

—La última... —Lucas miró a Silvania, esa chica que se había colado en su piel de una manera tan rápida y fantástica, esa chica que tanto lo conocía en tan poco tiempo y entonces supo que era momento de confesarlo, a ella, al señor Clifford y a sí mismo la verdadera razón por la que quería estar con ella en ese baile— y la última es que estoy completa y perdidamente enamorado de ella.

El señor Clifford al final si les dió la autorización para ir a baile. Y en agradecimiento Lucas dejó un girasol en su puerta luego de haberle dado a Silvania un beso que llevaba mucho tiempo quemando sus labios.

—¿Nos vamos? —Le preguntó ella cuando él se quedó mirando a la puerta, sonreía abiertamente y para Lucas era como si todas las estrellas brillaran.

—Ni modo que nos quedemos aquí parados, estúpida —respondió con una sonrisa.

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NO PUEDO CREER QUE ESTO ESTÉ PASANDO OK. Debo agradecer a cada persona que se tomó un momento para leer sobre esta loca idea que tuve, gracias por acompañar a mis chicos durante todo este tiempo. Gracias por el amor, por sus hermosísimos comentarios y por el apoyo.

Realmente lloré escribiendo esto, prometo que no será la última vez que escuchen hablar de estos chicos❤

¡Mil gracias a cada uno de ustedes!