Obscuridad en el cielo hay, la tormenta viene a apaciguar y el rey su canción cantaba así, cubriendo en su manto al mundo al fin.
Resonaba una dulce voz de la única cabaña encendida antes de que el amanecer diera sus primeras señales de vida.
El la miraba con amor, tanto o mucho más como hacía años ¿acaso era posible amar tanto a una persona?, recargado en el marco de la puerta veía a su valkiria besar aquella frente y salir de su habitación.
-Deja que Heather te escolte al menos- le pedía intranquilo el jinete mientras se aseguraba que la mochila del nadder estuviera bien colocada.
-Prefiero que este aquí, igual que Patapez y no pienso pasar un mes sola con los gemelos- contestaba la ojiazul.
-Eso en ninguna forma podría ser una buena idea- le respondió sarcástico –Cuídate por favor- le suplicaba mientras sus brazos la aferraban a su cuerpo
-Sigues siendo tan sobre protector- se burló la rubia para después besar sus labios en un corto pero cariñoso beso.
-Algunas... cosas... nunca... cambian- lograba decir el castaño entre besos robados a su valkiria.
-¿Podrás con el paquete?- decía risueña mientras se acomodaba en su pecho tratando de memorizar su olor todo lo posible, se preguntaba cómo iba a estar tanto tiempo sin su aroma
-Ustede señora está hablando con el Maestro Dragón...-
-Si... pero creo que esto puede ser un poco más difícil que un dragón- se burló la valkiria
- Estoy casado con la Valkiria y hasta el momento sigo con vida... tranquila será sencillo, no es mi primer rodeo- ella suspiro profundo, lo beso una última vez, tan profundo como hacía años, tan apasionado, seguía amando sus labios rozando los de ella tanto o incluso más que en el pasado.
Un te amo intercambiado, una caricia al fiel compañero de su esposo y subió a su dragona, mientras los primeros rayos del sol le prometían al castaño guiar el camino con seguridad de su valkiria.
Detrás de ella la isla comenzaba a desaparecer, una aldea tan perfectamente formada, el corazón del reino no era más que una utópica aldea con no más de una docena de habitantes ¿pero no es así como comenzaron el resto de las aldeas?
Mientras el chico miraba la silueta del Nadder felizmente cubierto con su hermoso color blanco, una pequeña mano sujetó la suya. Él se giró y vio a una hermosa niña con los cabellos de oro y un bosque profundo en la mirada, su piel era tan lechosa como la de su madre, pero algunas pecas se asomaban justo como su padre.
Levanto a la pequeña que se tallaba un ojo debido a que aún no despertaba bien y juntos la vieron partir.
***esta es una secuela de "La Última Valkiria" les recomiendo enormemente que la lean antes que esta historia !!
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ASUNTOS DE PAZ (HICCSTRID)
FanfictionUn enemigo dispuesto a no rendirse, un secreto más por ser revelado y un imperio creciendo, serán la mitad de los problemas que enfrentarán. Aunque queda algo que contar, aún queda una vida que conservar. La rueda gira, las vidas siguen y el tiemp...