CAP 22. ADIÓS A LA ORILLA

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-Tenemos que salir de aquí- ordenó Valka mientras se aseguraba que Tormenta pudiera volar

-No, vamos a defender la Orilla- se negó Camicazi

-Somos dos personas, dos dragones y una dragona que apenas puede volar contra una armada... no tenemos forma de ganar, ahora abre los establos para que los dragones escapen y nos vamos directo a Berk-

Acostumbrada a pelear, para Camicazi no era un asunto sencillo rendirse, pero por ahora, era huir hoy para pelear mañana.

Cuando Camicazi cumplía la orden un estruendo anticipo una roca en llamas que dio en la Casa Club, el ataque había comenzado.

Entre una lluvia de destructivas rocas las dos mujeres salieron volando de ahí y fue solo la dragona que escondida en su manto azul y amarillo miraba hacia atrás y veía con tristeza su hogar siendo destruido brutalmente –Vamos Tormenta- le ordenó Valka, obediente la dragona miró la última roca reducir a cenizas la Casa Club y siguió con su camino.

-Búsquenla- ordenó Ryker mientras todos los soldados desembarcaban y comenzaban a buscar en cada rincón de la isla a los habitantes y a quemar las estructuras. 

Entre los soldados desplegados en la búsqueda, estaba el pelinegro que días atrás había ayudado a Astrid a escapar, revisó cada una de las cabañas, cabañas que definitivamente conservaban la historia y la esencia de cada jinete antes de que el fuego las consumiera, cuando Eret llegó a aquella que era la primera y única antes de que naciera la Orilla del Dragón se estremeció por lo que vio al entrar a la recamara, una cama tendida y entre las almohadas un peluche de trapo viejo que definitivamente era un nadder, con costuras a la vista y botones como ojos.

Valka, justo en la mañana había arreglado aquella habitación para cuando Astrid regresara... pero en ese momento, cuando el sol se escondía, aquello ya no tenía sentido, resignado el pelinegro suspiró profundo y colocó la antorcha sobre la cama, la cual rápidamente se prendió y el fuego comenzó a esparcirse. 

-Huyeron...- dijo al fin Eret cuando se encontraron con la Isla completamente abandonada –No hay nadie aquí-

-AAAAAAAAAA- dejo escapar un gritó de furia Ryker frustrado –QUE REGRESEN LOS SOLDADOS-

Eret asintió y pidió a su segundo al mando que diera la orden, miró hacia atrás un instante, remordimiento en el alma fue lo que sintió, ir por islas destruyendo el hogar de otros, persiguiendo mujeres embarazadas y matando a quien la proteja... no era lo suyo, pero era todo lo que tenía por ahora, así que junto al resto de los soldados, regresó a la embarcación.

POV ASTRID

El tiempo se detiene aquí, las doncellas van de un lado al otro trabajando alegres y cuidando con cariño a las crías de los látigos afilados, los grandes ventanales de mi cuarto me permiten verlas, en el silencio del bosque puedo escuchar mi propia respiración, ¿esto es a lo que la gente llama paz?, no puedo negar lo bien que se siente esto, bajo el inspirador panorama que tengo, me es sencillo dibujar, mi tinta verde se agota demasiado rápido, y es normal considerando que casi todo lo que dibujo son árboles, pero esto, no es mi concepto de paz. 

ASUNTOS DE PAZ (HICCSTRID)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora