Un enemigo dispuesto a no rendirse, un secreto más por ser revelado y un imperio creciendo, serán la mitad de los problemas que enfrentarán.
Aunque queda algo que contar, aún queda una vida que conservar.
La rueda gira, las vidas siguen y el tiemp...
-Lugar sagrado... compórtense- completaba su hermano –los Avigg-
-Mortales y mal humorados... compórtense... comienzo a ver un patrón-
-Y en todos han hecho lo que quieren- les reprochó Heather
-Ergo... Hipo pierde su tiempo- se burló Brutacio
-Chicos, solo por favor, tengan cordura y hagan lo que hagan no vayan a la zona del Norte- les suplicaba Hipo, la espesa maleza comenzó a desaparecer, las nubes cedían dejando a la vista una muy escondida y pequeña isla –llegamos...-
-¿Atali?- preguntó Astrid al reconocerla a lo lejos tras pasar un bosque enorme y frondoso que amurallaba en verde tan sagrado lugar, mientras destellos color plateado en el cielo custodiaban y vigilaban aquel secreto.
-Bienvenidos a la isla de las doncellas aladas y por el momento, el último lugar seguro del archipiélago-
POV ANIKA
-¿Noticas del ataque?- pregunté a Johann
-Están prontos a llegar a la Orilla...- me respondió sin quitar la vista del océano –quiero saber ¿Por qué demonios no la mataste cuando la tuviste en tus manos?- yo le regalé media sonrisa
-Mis motivos... no pienso que puedan ser comprendidos por un simple mercader- mi sonrisa se completó cuando el gran imbécil desenvaino una daga y la apuntó hacia mí
-No insultes mi inteligencia anciana...-
-No hay mucho que insultar querido...- me burlé de él haciendo a un lado la daga –no desenvaines un arma, a menos que te creas con el valor de usarla- lo reté –y ten en cuenta que a tu gusto o no, me necesitas más tu a mí que yo a ti... ahora se útil y mantenme informada cuando la Orilla caiga- le ordené saliendo de ahí, por ahora solo me queda esperar que Eret y Ryker me traigan a la valkiria.
POV NARRADOR
-Somos un pueblo, un pueblo que cree aun en la lealtad y la entrega de cada uno de sus habitantes, nuestra comunidad ha sido corrompida, las murallas fueron derrumbadas y nuestra fe ha sido quebrantada... hemos hecho un pacto con nuestro Gran Protector, proteger y venerar esta isla y hemos hecho un pacto con el reino, pelar junto a él y establecer la paz... y en ambos casos, la insurgencia se paga de la misma manera... con la muerte- declaraba Mala mientras todos los habitantes de la isla de los Defensores del Ala se miraban entre ellos sorprendidos al saber que la insurgencia había llegado hasta sus costas mientras Mala se acercaba a dos insurgentes que había capturado Throck por medio de interrogatorios no muy pasivos y arrebataba sus capuchas dejando ver su rostro, una mujer entre la multitud llevó sus manos a su boca escondiendo un grito de terror -¿ves a tu esposa?- le murmuró al oído al arrepentido hombre –tu hijo te esperará en casa, pero esta noche, únicamente llegara ella, destrozada, avergonzada y viuda- unas lágrimas de impotencia de derramaron en el traidor
