CAP 9. PREGUNTALE AL CIELO (Part I)

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Totalmente Hiccstrid 1/2

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POV ASTRID

-Calma bebé... ya casi llegamos- decía al pequeño intruso de mi vientre mientras los gélidos mares de Naddod comenzaban a aparecer, Tormenta ha dado todo de sí, quería llegar ahí lo más rápido posible. Mi vientre ha crecido prácticamente nada, lo que es una ventaja ya que por el momento, ni siquiera Leah sabrá de su existencia, de hecho, si de preferencia no tengo que verla, mucho mejor.

Tomé la capa que cargo siempre, unas horas más de vuelo en estas gélidas temperaturas y el calor de Naddod va a aparecer. No voy a mentir, los días han sido difíciles, al final, hacer un viaje tan largo en solitario puede llegar a ser agotador, sin las pláticas estúpidas de los gemelos, sin Patán y Patapez peleando, sin Hipo regañándolos a todos, sin Heather con quien reírnos de los otros.

Recuerdo aquel viaje casi con nostalgia, todas las noches nos enfrentábamos a la cocina experimental de Brutacio y a los juegos locos de Brutilda, un par de tortolos jugando a ser adolescentes enamorados, Patapez y Heather siguen siendo exactamente los mismos chicos tímidos, Patán pelando, bueno no, sobreviviendo a Colmillo, a Hipo protegiéndome en sus brazos, a mi familia siendo la loca y disfuncional familia que aun somos.

Pero no tenía tiempo, necesito llegar, hoy tengo algo más que cuidar que de mi misma, algo sin valía comparable, y para eso, tengo que saber a qué me enfrento.

POV HIPO

-Hipi-

-Brutacio ahora no- le dije con los ojos en blanco

-Pregunta rápida- me dijo ignorándome – ¿Qué esperas que sea?... estamos tres contra dos-

-¿Qué?- le pregunté curioso

-Bueno Patapez y yo queremos que sea niño... imagina las posibilidades, uno más del club, lo podríamos llamar Tacio Brut, Brutencio o Bruti en tu honor si así lo deseas...-

-Que noooo- la interrumpió la hermana –será niña, Patán y Heather me apoyan-

-A que la...- se quejó Brutacio mientras yo ponía los ojos en blanco – aunque soy bueno cuidando niñas, él y yo... seremos imparables, así me deshago de bueno, tu sabes- le decía mirando a su propia hermana

-Sí, la detesto- al parecer no notó que hablaba de ella, vaya par pensé para mi

-Chicos por el momento, no tengo ganas de hablar... ¿podemos volar en silencio?- les pedí cansado

-Y A  M A L... H U... M O.. R A.. D O- me respondió Brutacio –llevas una semana de malas, no es bueno para nuestro bebé-

-¿Nuestro?-

-Pero claro amigo mío, ustedes lo hicieron, nosotros lo cuidamos ¿no es así hermana?-

-Por supuesto, somos los mejores en el negocio de cuidar bebés- respondió orgullosa Brutilda, yo solo rascaba mi nariz tratando de recordarme que si se caían en estos mares probablemente morirían.

ASUNTOS DE PAZ (HICCSTRID)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora