CAP 34. RETRIBUCIÓN DIVINA

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 POV NARRADOR

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 POV NARRADOR

-Vamos vamos vamos ...- decían los gemelos expectantes de un juego tan cerrado apoyando a la más pequeña de la Orilla mientras al frente su mejor amiga era apoyada por Gerard y Gerda

-El nombre de los Ingerman está en tus manos- le recordó que hermano mayor Sven 

Un ambiente tenso se respiraba en el Gran Salón, ninguno podía siquiera respirar,  no había nadie ahí que no se estuviera comiendo las uñas por los movimientos decididos de las hijas de los mejores jugadores de la Orilla. Algo más que macarelas, monedas y el viejo y polviento tiburón de los gemelos estaba en juego... La competencia era más por orgullo.
Las dos niñas... Simplemente se estaba divirtiendo.  

-Vamos Milla, tenemos nubes de maíz esperándote cuando ganes- le insistía Brutilda mié tras Gallina se quejaba 

-Gallina... Apoya a la causa - la regalo Brutacio -esta bien que te  dejamos sin alimento por un mes ... ¿Pero es que no puedes poner algo de tu parte?? ... Te estás haciendo anciana- la Gallina se quejó y volteó la cabeza ofendida. 

-Dalla... Imagina, ese tiburón en tu pared - la animaba Gerda 

-La cabaña de mis tíos como nuestra propia casa club- la convencía Gerard 

-Milla... imagina la mitad de ...- 

-¿Se puede saber que están haciendo?- los Tacio y Tilda abrieron los ojos como platos al sentirse descubiertos 

-Hipi...- lo saludó Brutacio mientras Tilda silbaba mirando al cielo -¿no es obvio?... un simple, inocente y para nada lucrativo juego de Mazas y Garras- 

-¿Milla?- le preguntó directamente a su hija quien solo le sonreía haciendo gala de todos sus dientes tratando de fingir inocencia  -Milla-  la niña se negaba a hablar y solo hacia una cara de gato tratando de convencer a su papá -Una oportunidad...- 

-LLEGÓ THROCK- avisó en un grito Patapez, Hipo sin dejar de mirarlos por un segundo le hizo una seña advirtiéndoles 

-Si me entero que siguen apostando, cualquiera aquí que tenga un gemelo va a estar castigado- les advirtió haciendo que tanto  los gemelos adultos y  los niños se quejaran en un puchero. 

-Hipo no es nuestro papá- se quejó el niño

-Ni el nuestro tampoco- dijeron con la misma expresión de puchero Tacio y Tilda 

-Bueno... desobedezcanlo entonces- los retó Sven 

-Si crees que le tenemos miedo, te equivocas señorito- se defendió Brutacio

-El problema no es Hipo...- completó su hermana -es que nos acuse...-

-CON LA TÍA ASTRID- dijeron todos los gemelos al mismo tiempo 

***

-Bienvenido a casa- lo saludó el jefe mientras Throck descendía de su dragón agotado 

ASUNTOS DE PAZ (HICCSTRID)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora