Min Yoongi, un enfermo mental para las personas normales, pero para Park Jimin, él es sólo un ángel convirtiéndose en demonio.
El encuentro de estos dos chicos es inevitable, como si el mundo cospirara para que sus caminos estuvieran unidos.
Jimin...
—Por favor; cuando te vayas, lastimame lo suficiente para no enamorarme de ti, otra vez.
Mis maletas están sobre la cama, la ropa acomodada en cuadros dentro de ella, con un suspiro coloco la última prenda para después cerrarla. Los pasos de mi madre se oyen cerca; lo se por sus tacones, se para en la puerta y comienza a hablar.
— Jimin — dice con un tono triste — Lo siento, es por... —Es por mi bien — interrumpo —Sólo quieren deshacerse de mi para seguir sus vidas, eso es todo. — No es eso hijo — mi madre habla con un tono triste y sincero — te amamos hijo, pero últimamente haz estado muy mal, ¿por qué eres así? — Soy como soy — respondo — Soy así, por que nací así. Y ahora si no te molesta llevame a donde sea que quieres llevarme, así no vuelvo a verlos nunca más.
Siento un nudo en la garganta y un dolor en el corazón, la mirada triste de mi madre la recordaré por siempre. Pero no es mi culpa, ¿cuál es el problema en mi? Tengo un hermano mayor, él cual está graduado y vive fuera del país junto a su esposa. Él siempre a sido el ejemplo de todo, mis padres siempre quisieron que sea como él pero, en el momento en el que les dije que soy gay... todo cambió y para mal.
(...)
El camino fue largo; no dejé de ver por la ventanilla del automóvil hacia el paisaje, cuando pienso en el lugar donde estaré realmente no se como sentirme...
— Llegamos — dice mi padre — baja tus cosas, iremos a hablar con la directora de la institución.
Sólo miro hacia otro lado, duele.
Bajo las maletas y camino hacia el interior del gran establecimiento, veo cada fragmento de él, el color es blanco, las puertas color marrón oscuro. Doy un suspiro y continuo caminando hasta llegar a un escritorio en la puerta una señora de edad mayor se encuentra ahí.
— Disculpe — digo — Hoy es mi primer día aquí, ¿Puede decirme donde está mi dormitorio? — ¿Cuál es tu nombre jovencito? — pregunta la mujer. — Park Jimin — respondo sonriendo. — Tu habitación esta por el pasillo, habitación 427,—indica —el dormitorio es compartido así que tienes seis compañeros de habitación. —Muchas gracias — agradezco y sonrío antes de comenzar a caminar hacia la habitación.
Camino y camino observando el número de cada puerta, hasta llegar al número antes indicado por la mujer, abro la puerta y entro. Coloco las maletas sobre una cama en el rincón el cual está sin sábanas ni colchas por lo que supongo que está desocupada, me siento en el colchón y miro a mi alrededor, todo es tan bonito. Las paredes tienen un color crema, el piso de madera y el ambiente es combinado con olor a lavanda. Oigo la puerta abrirse y de inmediato dirijo mi mirada hacia ella. Un chico alto entra a la habitación, su cabello es un castaño claro. Me ve y sonríe; me quedo quieto sin hacer ningún movimiento, él se acerca a mi lentamente y se coloca frente a mi.
— Hola Park Jimin — dice sonriente — ha pasado mucho tiempo, ¿ya no me recuerdas? — ¿Min Yoongi? — pregunto anonadado. — Si — responde sin quitar la sonrisa —Bienvenido al infierno, hermoso niño.
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