Capítulo 15: Escape

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La noche llegó, el sol fue desapareciendo poco a poco dejando una invitación a la luna y estrellas; al igual que el calor se fue apareciendo asi el frío. Mi cuerpo se tensa al sentir la brisa invernal entrar por la ventana de vidrio roto, Yoongi se encuentra en el viejo sofá de la casa con un libro en sus manos, sus ojos no se quitan de las empolvadas páginas; su mirada se concentra en cada palabra como si no existiera nada más.

— Yoongi — susurro — ¿Que hora es?
— Ocho de la noche — responde sin voltear a verme — dormiste mucho.
— Dios — susurro — he estado muy cansado estos días y creo que no medi mi sueño.
— Tranquilo — dice el volteando a verme para depositar el libro ya cerrado sobre el sofá.
— Me perdí un dia de escuela — abro los ojos a mas no poder — ¡Dios mío Yoongi!
— ¿Que? — pregunta totalmente despreocupado.
—¡Mis padres me mataran! — me pongo de pie exaltado.
— Jimin — dice poniéndose de pié.
— ¡Me van a matar!
— Jimin...
— ¡Esto está mal! ¡Muy mal!
—Jimin...
— ¡Ellos vendrán y me van a llevar a una Iglesia para volverme sacerdote!
— ¡Maldita sea Jimin!
— ¿¡Que!? — grito deteniendome frente a él.
— Estas desnudo.

Mi cara se pone roja al instante que oigo su voz, tomo la primera almohada que veo y cubro mis partes con ella, mis ojos se cierran rápidamente y oigo una risita de parte de Yoongi.

— He visto todo — susurra pegandome  a su cuerpo — no es necesario que te cubras.

Mi rostro esta a punto de explotar, mis mejillas arden; no puedo verlo a los ojos pues me siento demasiado avergonzado.

— Y-Yoongi — susurro — dame mi ropa... Por favor.

Él se separa un poco de mi y busca mi ropa hasta encontrarla y darmela con mala gana.

— No quiero que te cubras — dice haciendo pucheros, santo dios esto es demasiado nuevo y raro viniendo de MinYoongi.
— Pero yo quiero hacerlo — digo colocándome la ropa rápidamente — me avergüenza. 

Sus manos me atraen a el otra vez; su mirada esta directamente sobre mis labios, yo solo puedo ver sus ojos, esos ojos tan bellos, ese color tan puro quien diría que el dueño de esos ojos tan dulces sea tan agradable pero a la vez tan maldito.

— Vístete — susurra — tenemos que ir por los chicos.
— ¿Que? — pregunto con el seño fruncido.
— Jimin, verás hace tiempo que estamos planeando huir del Instituto. — hace una pausa y continúa — Planeamos esto desde hace mucho tiempo, poco tiempo después de que nos conociéramos; no tenemos nada que perder, nuestros padres nos abandonaron aquí.
— Pero yo si — murmuro — Yoongi mis padres vendrán por mi, quien sabe que me harán si me encuentran.
— No te harán daño — susurra él tomando mis manos — yo estoy aquí para protegerte.
—Yoongi...
— Ven conmigo... te lo ordeno.
— Esta bien — digo sonriendo — voy a hacerlo, aunque no estoy seguro de esto pero... por ti lo haré.

El tiempo pasa, la hora llega. 
Caminamos lentamente hacía el Instituto; la gran puerta principal se nota a pocas cuadras, el paso ahora es mas lento y cauteloso pues no queremos que alguien nos descubra, sería una catástrofe.
Llegamos y lentamente Yoongi se acerca a la puerta y la abre; mi cuerpo tiembla de los mismos nervios y el frio; siento un escalofrío al oir el crujir de la madera marrón, de inmediato los demas chicos comienzan a salir rápidamente para después cerrar la puerta.

— Rápido — dice Yoongi — vámonos antes de que nos descubran ¡Rápido!

Todos comenzamos a correr, rápido y sin mirar atrás, todo queda ahí en ese Instituto.
Ya nada será lo mismo pues una nueva aventura comienza.





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