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Capítulo 6: El comienzo de un infierno sin fin.

Mi piel se estremece al sentir la brisa sobre ella; los ojos de Yoongi se unen con los míos, nuestra mirada se busca constantemente. Mis labios tiemblan al saber lo que viene, lo deseo, lo anhelo... deseo sus labios sobre los míos, esos labios perversos que me estremecen por completo dejándome bajo su dominio, y llega, el momento esperado. Sus labios se unen con los míos; delicadamente los succiona como si fuera a romperse cada fragmento de mi piel a su tacto; siento sus manos sobre mi cuerpo obligándome a sentarme sobre sobre su regazo sin despegar nuestros labios, con sus manos quita la remera de mi pijama, el frío se hace mas fuerte, la brisa golpea mi piel nuevamente aún mas agresiva, él lentamente quita su camisa dejando al descubierto su piel tan blanca como la misma nieve, asi de blanca, asi de fría. 
Sus manos rodean mi cintura al igual que las mías, los besos no paran ademas de un momento para tomar aire, no quiero dejar de besar sus apetitosos y adictivos labios.
Mi cuerpo es guiado hasta el suelo, se coloca sobre mi aún besando mis labios para después bajar a mi cuello y torso dejando pequeñas marcas rojas, no me importa, no me importa si alguien puede verlas... Solo quiero y deseo sentir sus labios más y más.

— uhm.. — murmuro al sentir sus dientes clavarse en mi piel.
— ¿Te sientes bien? — pregunta el un tanto agitado.
— Si — respondo para después sonreír y volver a besarlo. — me encanta...

Con sus manos, rápidamente comienza a quitar la ropa restante; ahora solo la cobija cubre nuestros cuerpos de la fría noche.
Un dolor se hace presente, su miembro abre paso en mi interior haciéndome gemir y respirar con dificultad, él aguarda un momento mientras besa mis labios una, otra y otra vez con un par de mordiscos que hacen que estos se pongan rojos.
Comienza a moverse lentamente; mis gemidos se hacen mas fuertes al igual que los suyos, no es la primera vez que lo hago, pero aún así duele demasiado, tanto como la primera vez. La velocidad de sus embestidas aumenta al igual que nuestros gemidos.

— ¡Ah! — gimo fuerte — ¡Duele!
— Shh — dice sobre mis labios sin dejar de penetrarme — Tranquilo lindo niño...
— Yoongi — susurro, su voz me estremece, todo de él hace que mi cuerpo sufra pero al mismo tiempo hace que mas adicto sea. — ¡Ah-ah! — vuelvo a gemir, acompañado de sus gemidos y gruñidos.

Las embestidas continúan, mas y mas hasta que finalmente se detiene, siento dentro de mi algo y es su semen esparciendose en mi interior.
Sale de mi y se recuesta a mi lado y extiende su brazo para que pueda recostarme sobre él.

— Me encantó — susurro — de verdad...
— Eres perfecto Park Jimin — dice él — Eres adictivo, me encanta tu cuerpo... tu piel...
— Mi cuerpo es tuyo — digo sin pensarlo — soy tuyo, ahora te pertenezco...
— ¿Seguro? — pregunta él — ¿Seguro que quieres ser mio por siempre?

Solo muevo la cabeza de arriba a abajo indicando un "Si" un "Si" que me llevaría al infierno, un infierno del cual sería imposible escapar sin siquiera un pecado.
Lo veo buscar en el bolsillo de su pantalón algo, hasta ver que de él saca una pequeña navaja, la coloca frente a mi y me ve directamente, mi cuerpo se tensa de inmediato.

— ¿Quieres ser mio Park Jimin? — pregunta — Piénsalo bien, no hay vuelta atrás.
— S-si — respondo, no me resisto a sus adictos besos, a su perfección.
— Bien — dice él, enseguida descubre un poco mi cuerpo solo cubriendo mi parte baja, coloca la punta de la navaja sobre mi piel. Siento el frio filo que me hace temblar de placer y miedo, un ardor sobre mi piel, suelto un fuerte gemido, cuando acaba solo me dedico a ver, sobre mi piel un poco a bajo del abdomen hay una marca en sangre roja, una herida que marca el principio de un infierno que no tiene final.. Su nombre, las iniciales "MY" marcadas en mi piel, por siempre.