Capítulo 10: No hay vuelta atrás.

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El sonido de esa maldita campana me hace explotar la cabeza, literalmente, creo que logré dormir después de mucho rato de llorar, me hizo bien.
Me sentí mucho mejor pero no menos ridículo, me sentí realmente mal y volví a hacer lo que no había hecho en muchos años, cortarme, Min Yoongi me llevó a hacer algo que me había prometido no volver a hacer. Lo hacia hace mucho tiempo, era una forma de encontrar tranquilidad al oir a mis padres pelear, si, no son la pareja perfecta como todo el mundo cree, ellos se la pasan discutiendo todo el tiempo incluso aveces mi madre recibió un par de cachetadas de parte de mi padre, pero no quieren dañar su imagen. En frente de todos son la pareja perfecta, la pareja ejemplar del amor verdadero, mientras en la realidad todo es un infierno de gritos y reproches.
Mi vida es como una moneda, por un lado una cara feliz, una cara que muestra amor y bondad, calidez.
Por otro lado una cruz o una x en este caso, rechazo, rechazo hacia mi, rechazo hacia mi forma de ser todo se basa en el rechazo de mis padres, aunque mi madre es comprensiva no está totalmente de acuerdo con mis gustos.

— Jimin — dice la voz de Hoseok, sus gritos mejor dicho. — ¡Deja de dormir y cambiate la ropa!
— Ya — digo poniéndome de pie — Auch — murmuro colocando mi mano sobre los cortes.
— ¿Que tienes? — pregunta Hoseok quien salia de la habitación. — ¿Que te duele?
— Nada — digo sonriendo un poco, tengo que fingir no me gusta que me  tengan compasión. — Solo es el estómago.
— ¿Tienes el estómago en tu brazo? — pregunta sarcástico — Vaya que extraño eres Park Jimin.
— Ay — digo para después reír. —No es nada, tranquilo.
— A ver — dice el extendiendo su mano — Muestrame si no es nada.
— No, — exclamo con nerviosismo —no es nada Hoseok, de verdad vamos tengo que cambiarme.
— Muestrame tu brazo — dice él ahora con seriedad — Muestrame si no tienes nada que ocultar.
— Vamos Hoseok — me niego — No es nada.
— Jimin — dice él tomando mi brazo, quita rápidamente mi mano y lo gira, sus ojos se abren y su boca queda entreabierta. — ¿¡Que hiciste!?
— ¡No grites! — respondo casi gritando — Nadie tiene que saber de esto, son cosas mías.
— Vamos a la enfermería — dice el tomando mi mano sana y tirándome hacia afuera. —No puedes dejarte eso así.
— No — digo con mala gana — Hoseok por favor, no. Si voy a la enfermería todos sabrán.
— No interesa — dice deteniendose en medio del pasillo. — No interesa si alguien o todos saben, no puedes hacer esto Jimin, no puedes hacerte daño a ti mismo.
— ¡Ya! Bien — digo rendido — Vamos a la enfermería, pero cállate.
— Esta bien — dice el soltando mi mano — Vamos y cuidadito con querer escapar por que te juro que te llevo a la enfermería cargandote o a los tirones, ¿me oyes?
— Si, y muy claro. — digo cubriendo mis oídos.

Camino a la enfermería muchos nos quedan viendo, ¿por que? Ay creo que ya todo el Instituto sabe mi "amorio" con Yoongi, quedo como otro estúpido mas de su lista, es un miserable. Hoseok abre la puerta y la mujer junto a la camilla dirige la mirada hacía nosotros y sonríe.

— ¿Que necesitan? — pregunta la mujer sonriendo.
— Aquí el niño — dice Hoseok y de inmediato lo miro molesto. — Esta lastimado, y feo.
— A ver, — dice ella colocándose los lentes — Siéntate en la camilla por favor.
— Si — hago caso a su orden y me siento en la camilla para después estirar mi brazo.
— Bien, son cortes demasiado hondos
— dice ella mientras que con una gasa cura cuidadosamente las heridas. — ¿Te sientes bien? ¿Duele algo? ¿Mareos?
— Creo que me duele un poco la cabeza — respondo — y no me siento bien.
— Bien — dice ella tirando la gasa a la basura. — Quédate aquí por ahora, quiero ver que no tengas nada, avisaré que estas indispuesto y que no irás a clases, algún compañero puede pasarte las notas después.
— Esta bien — respondo — ¿Me puedo recostar? — ella asiente.

La mujer sale de la pequeña habitación y Hoseok camina hacia mi, se sienta a mi lado y suspira.

— Me iré a clases — dice él — puedes tomar mis notas después.
— Gracias Hoseok — sonrío — Ya vete.

El asiente y se va, cierro mis ojos y cubro mi cara con mis brazos unos minutos después oigo la puerta abrirse, lo ignoro pero la voz de Yoongi me hace sentir un escalofrío por todo mi cuerpo.

— ¿Estas bien? — pregunta sentándose a mi lado.
— ¿Lo estoy? — pregunto — Creo que no estoy bien Min Yoongi.
— Deja de ser tan infantil — dice el con un tono molesto — ¿Lo hiciste por mi? ¿Tan poco te amas?
— Eres un idiota — susurro — eres un maldito ¡Lárgate!
— Eso nunca — dice el tomando mi mano — Recuerda que tu iniciaste esto, no tuve que forzarte tu mismo decidiste hacer esto ahora no hay vuelta atrás.
— Déjame por favor — susurro nuevamente — déjame en paz.
— Esta noche a las diez — dice poniéndose de pie — y lleva unas cobijas.

Él sale de la habitación dejándome ahí; cierro mis ojos y una lágrima cae por mi mejilla deslizándose hacia mi oreja. Ya no hay vuelta atrás, no puedo escapar. Por favor, que alguien me ayude... Ayuda.





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