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Capítulo 12: Que empiece el juego. 🔞

El sonido de la voz de Yoongi hace que despierte de mi sueño; su voz es dulce por primera vez. Me incorporo lentamente dejando escapar un leve bostezo a lo que el sonríe; se sienta a mi lado y me abraza, es raro ver algo de afecto viniendo de él, ¿acaso está mal? Apenas nos conocemos hace días y la primera vez que nos vimos casi ni hablamos, ¿puede ser que él sienta algo por mi? No, no lo creo.

—  ¿Desde cuando estas aquí? — pregunta depositando un beso en mi cabeza.
—  Pues no recuerdo  — digo alzando los hombros — creo que hace un rato, me quedé dormido.
— Si —  sonríe — ¿Vamos?
— ¿A donde?
— A un lugar — responde dedicándome una sonrisa —  ¿Quieres venir?
—  Si — respondo animado sin pensarlo dos veces, como si fuera un niño al que ofrecen dulces y pasteles, es algo inevitable, él es inevitable.

Yoongi se pone de pie ayudándome a hacerlo también; camino junto a él hasta la salida del Instituto, arrugo mi frente un poco y dirijo mi mirada hacia él, él solo me ve por un momento para después caminar hasta la puerta, el guardia de seguridad lo ve y, para mi sorpresa, abre la puerta sin ningún problema.

—  ¿Que fue eso?  — pregunto sin soltar su brazo.
— Comprado — responde y ríe — soy bueno haciendo sufrir a los demás, pero también soy bueno con la boca. —  dice él haciendo que entienda al instante su referencia.

Caminamos lentamente por la oscuridad de la calle, debo decir que el Instituto está en un lugar apartado así que casi no hay casas por las largas cuadras; Yoongi me guía sosteniendo mi mano, en un momento se detiene y camina hasta una pequeña casa al final de la calle. Saca de su bolsillo trasero una llave y la coloca en la cerradura, de inmediato la puerta se abre lentamente con un empujón, me hace señas con su mano para que entre y le hago caso.

—  ¿Donde estamos? — pregunto mirando a mi alrededor.
— Aquí vivía con mis padres antes de entrar al Instituto —  responde cerrando la puerta —  después de que ellos me dejaron en el Instituto y se largaron a Francia la casa quedó para mi solo, logré convencer al guardia de seguridad de dejarme salir haciendo un pequeño sacrificio y vengo aquí de vez en cuando.
—  Wow — digo anonadado, Min Yoongi es un gran estratega. — Es... genial supongo.
— Bien niño — dice el acomodando el viejo sofá para después sentarse, —  ven aquí.

Me acerco a él y me siento a su lado; no dejo de verlo, cada minuto que lo conozco me sorprende más y más.

— Jimin — susurra sobre mis labios — ¿Estas bien?
—  Si — respondo.
— Bien — dice el besando mi cuello — cierra tus ojos y quédate quieto.

Hago caso y cierro mis ojos, siento como lentamente mi cuerpo cae sobre el sofá; mis manos suben a mi cabeza, minutos después siento como con una cuerda amarra mis manos, abro un poco mis ojos y él rie. De su bolsillo saca una pequeña navaja y con ella corta mi remera directo en el medio luego en las mangas para poder quitarla con comodidad, esto le costará una remera nueva.

—  Tu cuerpo es hermoso Park Jimin — dice mientras desliza sus manos sobre mi torso —  Que empiece el juego. — susurra sobre mi oido.

¡Disculpa! Este capítulo era para ayer, tenia planeado publicarlo ayer pero wattpad se volvió loco y me hizo un desastre el capítulo. Disfrútenlo.