𝑺𝒖𝒔𝒖𝒓𝒓𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒗𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏𝒛𝒂.

03•Celos.

Jadel trataba de ocultar los celos que tenía por Lea. En serio que trataba de hacer todo lo posible.

Esos años yendo con su psicóloga, Thalía Bernard, lo ayudaba bastante a contenerse. Hasta que llegaban las vacaciones y volvía a ver a Lea.

Jadel siempre trató de estar con distintas chicas, no era un secreto que era un chico bastante atractivo. Sin embargo no llegaba a llamarles tanto la atención.

Hasta probó con chicos, intentando desarrollar un lado bisexual, descubrirse. Tampoco resultó.

Tuvo que aceptar que la única chica que le interesaba era su hermana, Lea.

Ella nunca lo supo, incluso la razón por la que sus padres se separaron fue porque a Amy Wood-madre de Jadel y Lea- le resultaba enfermizo que a su hijo se le pase por la cabeza ver a su hermana atractiva.

Mientras que Charles decía que era un juego de niños, que pronto se le pasaría. Amy se enojó al ver que Charles no entendía la gravedad del asunto.

Lea nunca supo nada de esto, ni que Jadel no era su hermano al 100%.

Tanto Charles, como Amy, quisieron guardar el secreto hasta que Lea esté preparada.

Lea ya cursaba el último año para graduarse, Jadel no sabía cuanto tiempo más tenía que aguantar todo lo que ocultaba por tantos años.

Sin embargo, eso era lo único extraño que tenía Jadel, nadie excepto su padre y madre sabían acerca de su tormentoso secreto.

Mientras que a sus amigos se mostraba tal como era, solo ocultando el pequeño detalle de sus sentimientos hacia Lea.

A ellos siempre les pareció raro que Jadel nunca presentara a una pareja, o alguien con quien podría llegar a ser algo.

Sin embargo no les daban importancia, era la vida de Jadel y ya llegaría su persona indicada pensaban.

•••

Jadel se encontraba solo en casa, ya que Lea y su padre habían salido a hacer las compras.

Estaba viendo la televisión cuando suena el timbre, pensó en no atender, ya que si fuera su padre tendría las llaves.

El timbre volvió a sonar, Jadel se levantó fastidiado pensando que su padre se había olvidado las llaves.

No se esperaba encontrar con el nuevo vecino.

-Hmm... ¿Aquí vive Jadel Hardford?.- Preguntaba Tristán, tenía un uniforme de cartero.

-Si, soy yo. ¿Qué se te ofrece?.- Preguntó extrañado.

-Es una entrega.- Respondió Tristán mientras le pasaba una caja.- Firma aquí.

Jadel firmó, aún extrañado porque no había ordenado nada.

-No quiero sonar entrometido pero...- Decía Jadel mientras rascaba su nuca.- Eres el nuevo vecino, ¿no?.

-Si, vivo al lado.-Tristán le regalo una sonrisa.- Estoy empezando con este trabajo porque aún no conozco del todo la ciudad.- Dijo un tanto avergonzado.

-Hmm entiendo, hoy por la noche me juntaré con unos amigos.- Jadel era muy sociable y le encantaba hacer amistades, más si esa era la manera de mantener alejados a sus amigos de su hermana.-Si quieres te paso la dirección y vienes, o podemos ir juntos.- Agregó.

-Suena bien, no conozco a casi nadie, excepto a tu novia.- Tristán estaba bastante emocionado, conocería nueva gente y quizás podrían ser sus amigos. No como la gente falsa de Toronto. Tal vez y solo Tal vez podría conocer gente que valga la pena en Ottawa.

-No es mi novia.- Dijo Jadel a regañadientes.- Es mi hermana.- Agregó cruzándose de brazos.- A las 21:00 nos juntamos.

-Estaré aquí entonces.- Dijo Tristán antes de irse de nuevo hacia la oficina de reparto.

✨✨✨

Jadel en multimedia.