𝑺𝒖𝒔𝒖𝒓𝒓𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒗𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏𝒛𝒂.

05•Desconocido.

Al llegar a Amnesia, Lea y Tristán se sentaron en la barra para pedir sus respectivos tragos.

-¿Qué quieres pedir?.- Lea no estaba muy segura de beber, porque siempre que lo hacía, algo salía mal, muy mal.

-Sorpréndeme.- contestó Tristán mientras levantaba una ceja.

-Dos Brandis por favor.- Pidió Lea.

-¿Has venido mucho aquí?.- a Tristán le parecía un gran lugar, estaba lleno de luces neón y era bastante oscuro.

-Alguna que otra vez, siempre solía venir con mis amigas de aquí.- Dijo Lea sonriendo ante el recuerdo de ellas muy borrachas cantando un karaoke.

-¿Ya te has juntado con ellas?.- Tristán era muy bueno para sacar conversación, y eso a Lea le fascinaba.

-Todavía no les he dicho nada, pero de seguro esta semana me contacto con ellas.- Lea le dió un sorbo a su Brandi a penas llegó.

Tristán al probarlo no hizo ninguna mueca, ya había probado un Brandi.

Eso a Lea le sorprendió, era una bebida un tanto amarga por el vodka.

Al poco tiempo de terminar su Brandi, a Tristán se le ocurrió una idea.

-¿Que te parece si hacemos una competencia de chupitos?.- soltó Tristán, a él le encantaban esas competencias, siempre solía ganar por su tolerancia al alcohol.

-Perfecto, pero haremos una apuesta.- Lea sabia que iba a ganar, ella también era muy buena.

-¿Cuál?.-Tristán sonreía victorioso aunque todavía no habían empezado.

-Me dejarás conducir tu coche, cuando yo quiera, por una semana.- Lea no paraba de reír ante la cara de Tristán. Era un golpe bajo.

-Trato, ahora yo. Si gano, me invitaras a comer las veces que yo quiera, por una semana.

-Trato.- Lea pidió los chupitos y así empezaron.

1...2...3... ¿8?, ya habían perdido la cuenta cuando Tristán paró, no podía más.

-¡Gané!.- Saltó casi a punto de caerse una victoriosa Lea.

-Revancha.- Ordenó Tristán, no podía creer que Lea le haya ganado.

-Claro que no, tramposo.- Lea le dió un golpe en el hombro.

-Esta bien, solo que hoy por cómo estamos no vas a manejarlo. Volveremos en taxi, después yo buscaré el auto.-Tristán no iba a dejar que ellos en ese estado manejen.

A Lea le vibró el teléfono.

Mensaje de texto.
Desconocido: Aléjate de él.

Lea rio ante el mensaje, no le dió importancia pensando que alguien se habrá equivocado.

La que se equivocó fue ella.

Punto de vista desconocido.

Verlos fue fatal, en mi interior deseé que solo se tratara de una mala broma.

Pero no. Era real.

Lea no sabe con quien se está metiendo. Quise advertirle.

•••

Pasaron las horas, Lea y Tristán a penas podían aguantar su propio peso sin caer en el intento.

Tristán llamó al taxi que rápido pasó por ellos.

Acompañó a Lea hasta la puerta de su casa, no entendía porque tenía unas ganas incontrolables de besarla. Aún así, trató de contenerse.

-Mañana me darás tu auto.- Le advirtió Lea.- Voy a buscar a mis amigas.

-Si si, después llámame para buscar las llaves.- Tristán detestaba ese trato.

-Adiós Tristán.- Lea estaba por entrar a su casa cuando volteó hacia él y lo besó.

Lea tenía ganas de besarlo desde la competencia de chupitos, le resultaba bastante sexy todo de él. Aún así, solo era un simple beso.

Primero Tristán no reaccionó, pero luego cedió.

Al separarse Lea entró rápidamente a su casa, dejando a Tristán a fuera.

✨✨✨

Lea en multimedia.