𝑺𝒖𝒔𝒖𝒓𝒓𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒗𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏𝒛𝒂.

18•Apagón.

La fiesta iba superando expectativas. La casa estaba repleta de gente, hasta habían personas que no pertenecían al instituto.

Hasta algunas personas se habían metido en la piscina, con un gran grado de alcohol encima.

Lea inspeccionaba que no rompan nada, ni que se salga mucho de control. A penas eran las 03:00 a.m.

-¿Has visto a Jadel?.- Lea reconoció a Chad de espaldas , cuando él voltea se dió cuenta que lo interrumpió.-Lo lamento.- Se apresuró a decir.

-No lo he visto desde que empezó la fiesta, o quizás antes.- Respondió Chad ignorando el hecho de que lo haya interrumpido.

Lea iba en busca de Jadel, le preocupaba no verlo en las últimas horas. Él era el encargado también en la fiesta si pasaba algo malo.

Lena también lo buscaba para avisarle que una máquina de bebidas se había estropeado. Un chico había caído sobre ella y derramó un poco de alcohol sobre el suelo.

Chad se separó del muchacho con el que estaba y le dió una mirada de lo siento, no sin antes avisarle que volvería por él.

Iba abriendo cuarto por cuarto buscando a Jadel, de pronto estaría con Hayley. Pero en vez de eso, se encontraba con varias personas en pleno acto, cerraba puertas mientras decía un >lo siento<. Hasta algunas personas se le ofrecían para que se uniera, Chad tenía en claro que cuando Jadel apareciera lo mataría.

Se reunieron los tres inesperadamente cerca de la casa de la piscina.

-¿Encontraron a Jadel?.- Preguntó Lea ya preocupada.

-Me fijé por todos los cuartos de arriba y nada.- Respondió Chad.

-Yo revisé todo el patio, tampoco he visto nada.- Lena también ya se había preocupado para ese punto.

Hasta que todo queda a oscuras.

Algunas personas gritaban, otras abucheaban. Lea fue por las luces de emergencia.

Cuando estaba por subir por las escaleras, tropezó con algo bastante duro y cayó sobre un líquido espeso y caliente.

Se levantó con dificultad, y trató de encontrar que era con lo que se había tropezado, parecía una persona.

Buscó en el interior de su pantalón su iPhone para alumbrar, a penas la pantalla se iluminó logró visualizar que tenía la mano roja.

Empezó a asustarse y al prender la linterna para enfocar hacia la persona, se trataba de Jadel.

Estaba tirado en el suelo, las escaleras tenían sangre y a él lo rodeaba un charco también de sangre caliente.

La gente al percatarse empezó a gritar y a correr desesperados, sin destino alguno. Chad y Lena se dirigieron rápido hacia el ruido.

No se esperaban con lo que iban a toparse. Llamaron rápido a los paramédicos, junto a la policía. Dieron aviso a que nadie podía salir de la residencia.

La policía no tardó en llegar. Lea se encontraba en un estado de shock, no se movía del lugar donde se había caído.

Chad y Lena trataban de levantarla pero nada, las demás personas habían salido al patio.

A los minutos volvió la luz.

Cuando llegó la ambulancia, le tomaron el pulso a Jadel, se dieron una mirada y lo único que dijeron fue:

-Es demasiado tarde.

Lea pareció salir de la burbuja en la que se encontraba y rompió en llanto.

-Soy el oficial Tanner.- Era la primera vez que hablaba desde que entró a la casa.-¿Podrían relatarme lo ocurrido?.

Lea se levantó con ayuda de Lena, aún sin asimilar del todo que ocurría.

-Soy Lea Hardford, él es mi hermano, Jadel Hardford.- Reprimió un sollozo.- La casa quedó a oscuras, así que fui en busca de las luces de emergencia. Cuando tropecé con el.- No aguantó mucho tiempo hasta que volvió a llorar.

-Iremos a la comisaría.- Ordenó el oficial Tanner.- Los demás no pueden irse, llamaré a los demás para que vengan a interrogar a los que puedan.

Lea asintió mientras que Lena avisaba nadie podía irse.

✨✨✨

Lea en multimedia.