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Sana entro a la cafetería y efectivamente, había un híbrido sentado con sus orejas abajo mientras miraba hacia la ventana.

—Hola YoungJae— Dijo ella con una sonrisa y se sentó enfrente de él

—Hola— Dijo el menor y la miro. —¿De que quieres hablar?— Pregunto. —Por que no hay otro motivo por el cual vengas a buscarme—

Ella sonrió de lado. —Venía a recordarte algo— Su semblante cambio a serio. —No estorbes. JaeBum y yo nos conocemos mejor, tu no tienes que estar con él. Park regresará en unos días, y si tu no te encargas de alejarte por tu cuenta no me molestaré en hacerle saber al señor Park que estas detrás de JaeBum— Se levantó del asiento.  —Piénsalo bien, gato asqueroso— Y sin más, se dio la vuelta y salió de la cafetería.

YoungJae se quedó serio y quieto, sobo su cien con su pulgar. —¿Quién mierda se cree?—

Pasaron unos minutos y YoungJae todavía se encontraba en la cafetería, de pronto le dio sed y recordó que no llevó su botella de agua consigo.

—Deje mi botella de agua en la oficina… y no tengo dinero para comprar otra… — Bufó y se puso de pie, no le quedan de otra que ir por ella.

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—¿Lo encontraste?— Preguntó JaeBum acomodando algunos papeles que estaban en su escritorio. —Debo buscarlo, ya es hora de irnos— Sana asintió y se quedó mirando fijamente a JaeBum.

—Joder— Dijo seria y se acercó a JaeBum, acorralando al mayor contra la pared. —Ese bastardo… — Susurró entre dientes.

—¿Qué?— Preguntó JaeBum confundido.

—Es que, joder. Desde que llegó ese bastardo ya no me prestas atención ni me miras como lo hacías antes… — Murmuró tocando el pecho del mayor, mientras se acercaba más a su rostro.  —¿JaeBum ya no me quiere?— Se puso de puntillas y tocó los labios del mayor con los suyos, besándolo.

—Bummie, solo venia por… — YoungJae al momento de abrir la puerta miro a Sana, acorralando a JaeBum mientras los labios de ellos… se tocaban, se besaban. YoungJae sintió un dolor el su pecho y sus ojos comenzaron a picar, pero no iba a llorar… no enfrente de ellos.

—Solo venia por mi botella…— Se acercó al escritorio y tomó esta.

Sana sonrió de lado y le guiño el ojo a JaeBum. Ella se retiró de la oficina meciendo sus caderas.

JaeBum negó lentamente. —Vámonos a casa, YoungJae—

El menor obedeció y salieron de la empresa. YoungJae al salir, se detuvo y se acercó a un árbol, se apoyó en este y suspiró entrecortado. Tenía tantas ganas de llorar que su pecho dolía y sentía un nudo en la garganta, solo quería tomar un poco de aire fresco.

—¿Qué estás haciendo?— Preguntó JaeBum acercándose al menor. —Ya debemos irnos— Tomó la mano del menor y lo jalo bruscamente.

Llegando al estacionamiento, JaeBum se detuvo y miró al menor, quien seguía callado y serio, con su mirada en el suelo.

—¿Qué te sucede? ¿quieres que hablemos de lo que pasó allí?— Preguntó seriamente mirándolo fijo. Tomó los hombros del menor he hizo que este lo mirara a los ojos.

—No quiero que peleemos por eso— Susurró el menor. —No te voy a preguntar nada… — Ella quiere que tu y yo peleemos y no le voy a dar ese gusto a esa perra. —Solo… fingiré que no mire nada, no paso… eso sera lo mejor—

YoungJae bajo la mirada. Vamos, puedes hacer como si nada hubiese pasado... sonríe. Se dijo a sí mismo y cuando levanto la mirada, le dedicó una cálida sonrisa a JaeBum y dio un beso fugaz en los labios de este.

—¿Nos vamos, Bummie?—

JaeBum chasqueó la lengua con el paladar y soltó con algo de fuerza a YoungJae.

—Entra al auto— Dijo el mayor entrando a este.

Aquella sonrisa que YoungJae le había mostrado a JaeBum desapareció cuando el mayor entro al auto, YoungJae inhalo profundo. Sus ojos seguían picando, seguía con aquellas ganas de romper en llanto y aquellas preguntas que quería hacerle a JaeBum se las tuvo que tragar. Se adentro al auto y abrocho el cinturón.

JaeBum puso en marcha el auto, YoungJae miro que JaeBum estaba apretando el volante al igual que sus dientes.

—¿Estas enojado?—

—¿Y tu que crees?— Joder cállate, no descargues tu estrés en él. Pensó JaeBum.

YoungJae bajo la mirada y mordí con fuerza su labio inferior. No llores. Se repetía.

—Estaba… pensando que en mi cumpleaños quizás podríamos ir juntos al cine… o pasear—

—Ya veremos eso, aún quedan dos días— Murmuró JaeBum.

El viaje a casa transcurrió en silencio.

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Ya habían llegado a casa.

—Ve a la habitación— Ordenó JaeBum al menor. —Y no salgas de ahí—

YoungJae asintió y obedeció, cuando entro a la habitación se sentó en la cama y suspiró.

—Tranquilo… está enojado— Susurró YoungJae. —Entiéndelo, su estado de salud más el trabajo y otras cosas lo mantienen estresado. Necesita su espacio…— El menor tomo ropa cómoda y entro al baño, se desvistió y entró a la regadera.

El agua cayó a su cabello, descendiendo a su espalda y pecho, YoungJae bajó la cabeza mirando el suelo. De pronto su labio inferior tembló y sus ojos, los cuales picaban se pusieron rápidamente llorosos, cerró sus ojos y lágrimas, una tras otra descendían a sus mejillas y algunas caían al suelo, apretó sus dientes e hizo sus manos puños.

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YoungJae salió de bañarse, seco su cabello y se acostó en la cama, abrazando a una almohada y bostezar. JaeBum seguía en la sala, dejando solo al menor en la habitación.

YoungJae sintió sus párpados pesados, cerro estos y durmió. Después de unas horas, el mayor entró a la habitación fue al baño e igual se dio una ducha rápida, saliendo se puso una camisa y un bóxer, se acostó detrás de YoungJae y lo abrazo.

Soy un monstruo.

Al siguiente día.

YoungJae abrió sus ojos lentamente, se quiso mover pero sintió a JaeBum detrás suyo, se quedó quieto y acarició la mano del mayor, la cual lo estaba abrazando.

—No quiero que te vayas… — Susurró el menor sintiendo sus ojos picar —No puedo hacer nada para impedirlo… — apretó sus dientes. —Bummie… te digo un secreto… — Sonrió triste. —Yo me imaginaba un futuro contigo—

JaeBum sintió que su corazón se rompía. Había despertado primero y se quedó despierto.

—Lo siento tanto— Susurró el mayor. —Pero me lo merezco— Lo abrazo mas fuerte. —Merezco morir… por todo el daño que te hice, por todo. Lo merezco—

YoungJae se giró para mirar a JaeBum, se quedó unos segundos callado hasta que no soporto más y rompió en llanto.

—Yo no quiero perderte— YoungJae abrazo a JaeBum. —Yo te quiero conmigo, a mi lado… —

—YoungJae— JaeBum limpió las lágrimas del menor. —No llores, bebé— Acarició la mejilla del menor. —Por favor, no merezco tus lágrimas, YoungJae… no llores— Ni siquiera merezco tu amor... no te merezco, YoungJae.

It Is Not Love  [2Jae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora