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Hyunjin estaba convencido de que su encuentro con los Yang se habría reducido a esa cena pero, una vez más, se equivocaba respecto a las decisiones de su madre. Con la cena de este mes ya harían 4, y sólo habían pasado 6 meses des de la primera.

Jeongin y él se habían ido conociendo otra vez, y para decepción de Hyunjin el menor seguía sin mostrar ningún indicio de recordarlo como Hyunin.

―Entonces, ¿eres bailarín? ―preguntó Jeongin entusiasmado.

―Sí, bueno, no bailarín profesional. Pero me encanta el baile, ¿y a ti?

―Yo soy más de cantar, trot para ser exactos ―expuso con orgullo Jeongin.

Hwang se quedó muy sorprendido ante la revelación del menor. Era la primera vez que oía a alguien de temprana edad decir que le gustaba cantar trot. Y así siguieron las cenas, cada vez descubriendo cosas nuevas del otro.

―Hyunjin, ¿eres hetero? ―preguntó de la nada Jeongin. Hyunjin tuvo que contener la sopa dentro de su boca para evitar que le saliera disparada de golpe. Tosió un poco antes de responder. ―L-lo siento hyung...

―Ehm... Si, soy hetero, ¿por qué?

―P-por nada...

― ¿Empiezas a tener dudas acerca de...?

Y esa conversación se quedó ahí ya que fueron interrumpidos por las preguntas que les hacían sus madres. Nunca retomaron otra vez el tema y aunque Hyunjin quería, creía que no era él el que debía incitarlo a hablar. Si Jeongin necesitaba que alguien lo escuchara ahí estaría.

Lo que fueron meses pasaron a años y Hyunjin se había acostumbrado a las cenas. A tal punto que amaba ir a ellas. Estaba demasiado a gusto con Jeongin y sentía que le podía contar todo. Al asistir a distintos centros y vivir en barrios bastante alejados entre ellos podían contarse todo tipo de cotilleos y secretos con total libertad. Poco a poco Hyunjin fue ansiando más las cenas e incluso a veces se ponía nervioso si en dos meses no veía al menor. Instaba incluso a su madre para que organizara una.

―Hyunjin cariño, no podemos hacer cenas cada día hijo ―replicaba siempre la mujer.

Hwang disfrutaba realmente de la compañía del menor, y parecía que el sentimiento era mutuo. Con el paso de los años Hyunjin se adentró en la adolescencia, época de cambios y... Dudas. Nunca lo llegó a comentar con nadie, sólo lo hizo con Jisung y cuando recién empezaban la universidad.

La verdad es que por ahí los 15 a Hyunjin le invadió una sensación de inseguridad y baja autoestima. A pesar de ser un chico guapo y muy popular, sobretodo en sector femenino, nunca antes había experimentado un beso y eso lo hacía inferior a los demás. Sus otros compañeros ya habían probado los labios de almenos una chica e incluso habían llegado a más. Sabía que no debía presionarse ni sentirse avergonzado pero le era imposible no hacerlo cuando sus compañeros iban fardando siempre de sus grandes experiencias.

Nadie entendía como alguien como Hyunjin no podía haber dado el paso aún. Inclusive su mejor amigo, el pesado de Han Jisung, se había liado y estaba empezando su relación con Minho. De verdad que Hyunjin lo había intentado. Iba seguido a fiestas en las que era invitado, las cuales eran la gran mayoría de fiestas que eran organizadas. Ahí bebía, con moderación, e intentaba montárselo con alguien pero la verdad es que no podía. Cuando veía que una chica quería acercarse más a él y besarlo, retrocedía y se alejaba. Dejaba a muchas chicas con los labios sostenidos en el aire y pronto ganó el reconocimiento de Hyunjin el que te deja con ganas. Más tarde se convirtió en el blanco de todas las chicas, que ansiaban ser la primera vez del gran Hwang Hyunjin.

The 9th apartment || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora