Genio.
Sinceramente, yo lo llamaría coincidencia y buena suerte, simplemente había nacido con la capacidad de reaccionar al pánico diferente a la mayoría del mundo.
–Tú no vas a pensar que soy un peligro como líder? –Preguntó quitándome de mis pensamientos de golpe poniéndose de pie.
Si, pero tampoco podía decírselo.
–No, es verdad que no parece lo más seguro del mundo, pero si eres tú confío –Respondí pensándolo lo menos posible.
Tampoco mentía, aún sabiendo esto él seguía siendo mi compañero y debía confiar en él.
–La gente le confía su vida sin miedo a una persona que simplemente entra en pánico –Murmuró suspirando y comenzando a caminar de nuevo hacia las habitaciones.
–Por eso tienes tantas inseguridades? –Pregunté siguiéndolo hasta ponerme a su altura.
–Quien no las tendría? Toda mi vida desde que se sabe me han llamado "genio"! Tú llamarías genio a alguien que corre como un pollo sin cabeza? Le confiarías tu vida a alguien así? Sin miedo? Me creí por media vida que no suponía ningún problema, hasta que más de la mitad murieron! Ahí deja de ser genial y pasa a ser una locura haber creído que poner la fe en un niño asustado era buena idea!
–Pues mejora –Respondí deteniendo su instinto de despotricar–. Si crees que está mal ser así mejora, continua los estudios y especialízate, aprende! No solo te puedes tirar a una esquina a compadecerte de la mala suerte que tienes por haber nacido con ese don.
–Si hiciera eso afirmaría que quiero volver a trabajar –Susurró siendo todavía lo que más miedo le daba.
–Y nunca superarás tu miedo –Contesté haciendo que encogiera los hombros y cruzará los brazos–, constantemente volviendo a este punto como la pescadilla que se muerde la cola, por mucho que te diga que puedes hacerlo terminamos aquí, atascados.
Al escucharme decir eso detuvo su paso frenético y alterado dejando en silencio el pasillo por primera vez desde que estábamos aquí.
–No estas cansado? –Murmuró casi al borde de que se le rompiera la voz.
–Y tú? Más de un año –Pregunté de vuelta agarrando su brazo para que se girara a verme.
–Si... estoy muy cansado, pero el miedo es tan...
Al ser incapaz de encontrar las palabras suspiro con rabia encogiéndose más sobre sí mismo.
–Seguro –Ayudé consiguiendo que se girara hacia mi pero sin dejarme ver su cara.
Aunque no necesitaba verlo para saber que estaba al borde de las lágrimas.
–No decías que entre mis brazos todo era diferente? –Pregunté tratando de que no sentir vergüenza de lo que iba a decir.
Si es por él podía decir cualquier cosa.
–Es diferente –Me dio la razón dejando que mis manos pudieran llegar a sus mejillas.
Sin oponer resistencia dejó que levantara su cabeza para poder vernos a los ojos, sus mejillas estaban tan húmedas.
Ver a London huir así era la única reacción que esperaba recibir si explicaba el "secreto" para que lo llamaran genio, y aún sabiéndolo la gente había puesto una fe ciega en él.
–Entonces utilízame como te dé la gana, soy tuyo, solo déjame hacerte olvidar –Susurré acercándome cada vez mas a él hasta besar su frente.
Sus mejillas se encendieron con rapidez por mis palabras y no tuvo tiempo a ocultarlo.
–Suena casi como una declaración –Sollozó dejando que le secara las lágrimas incapaz de mirarme a los ojos.
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Llegada (Yaoi/BL)
FantasyTras una dura guerra contra Los Angeles Blancos llena de pérdidas y sangre Allan tendrá que seguir hacia delante y ser capaz de adaptarse a las nuevas decisiones y compañeros, sobre todo a los compañeros. (En la historia "Datos random" subo, literal...