Cap. 23

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–Nada de quedarse ahí a dormir ni entrar en las alas médicas ni nada que no se le permita a los visitantes –Recalcó Luke mientras Blake preparaba el coche.

–Lo se, sino Blake me sacará de ahí y regresaremos tan rápido como llegamos –Respondí asintiendo con la cabeza suspirando mientras guardaba unas bolsas de ropa en el maletero.

Los médicos habían solicitado si Blake podría hacer el favor de llevar algunas cosas, así que no nos negamos.

–Darle saludos a Amadeo de mi parte –Se despidió dejándonos subir ya al coche.

–Ponte el cinturón –Pidió Blake seguramente ya como una costumbre.

–Sabes llegar o pongo el GPS? –Pregunté una vez hice lo que pedía.

–Se llegar, tranquilo, realmente no queda demasiado lejos de aquí –Respondió arrancando el coche y comenzando nuestro viaje–. Estás nervioso?

–Un poco... tú ya has estado ahí, verdad? –Dudé ya no pudiendo evitar pensar casi únicamente en eso.

–Si, es un sitio tranquilo –Contestó tratando de darme confianza–, estuve viviendo en los alrededores por medio año para poder ir todos los días a ver a Dumi, fueron muchas horas entre esas paredes, pero realmente es un sitio realmente normal, siguen teniendo la distribución habitual de una residencia, lo único es que en vez de haber profesores hay médicos y cada X tiempo dan medicación.

–Pero se imparten clases y entrenamientos? –Pregunté dejando que me agarrara la mano con fuerza.

Sentir como me daba la mano así me tranquilizo y al mismo tiempo me hizo suspirar.

–Si, son muy diferentes, pero si. Dumi te caerá bien.

–Si, seguramente –Respondí mirando las calles por la ventanilla.

El resto del camino ambos preferimos hablar de cualquier otra cosa, pero en poco más de una hora llegamos al sitio.

Por fuera si que precia una residencia normal y corriente, tal vez con vallas mucho más altas y reforzadas, pero nada más.

–A quien vienen a visitar? –Preguntó un portero antes de abrirnos la verja.

–Dumitru Cvetkov –Contestó Blake costándole pronunciar su apellido.

Normal, no era muy habitual escuchar esa clase de apellidos.

Era un nombre reconocible, así que nos dejaron pasar sin problema, aparcamos con rapidez y nada más bajar una médica ya nos estaba esperando en la entrada.

–El doctor Amadeo está ocupado, así que os llevaré yo junto a Dumitru –Nos saludó la médica con una sonrisa abriendo la puerta–, hoy parece estar contento al saber que vienes tú.

Al entrar nos encontramos directamente con un mostrador.

–Podéis dejar aquí todos los objetos punzantes o que puedan llegar a ser arrojadizos –Explicó dándonos unas bolsas con unas etiquetas en blanco–, escribir vuestro nombre y anotaros en la lista de visitantes.

Blake sacó rápidamente tanto las llaves como el teléfono y lo dejó dentro de la bolsa para después comenzar a escribir su nombre en el papel que nos acababan de dar mientras yo repetía algo indeciso sus acciones.

Supongo que sería por seguridad.

En cuanto terminamos seguimos a la médica, Blake estaba muy tranquilo, conocía perfectamente estos pasillos, pero yo me ponía más nervioso a cada paso. Los pasillos estaban completamente desnudos, y los pacientes caminaban con poco albedrío bajo la vigilancia de los médicos.

Llegada (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora