Cap. 33

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Al día siguiente Blake estaba destrozado, aunque Esperanza no se quejó ni dijo nada por la sala de café que había destrozado completamente.

–No prefieres quedarte? Un entierro... –Comentó Blake aún preocupado por mi.

–No, vine aquí para apoyarte, no para quedarme en una habitación esperando a que pases por lo peor –Reproché haciendo que se pusiera las gafas.

Algo cojo se puso de pie y sacó fuerzas de donde no las tenía para caminar con sus padres y Elliot de nuevo hacia el tanatorio, esta vez ya con un cigarro entre los labios.

Sabía que este era el peor momento, cuando tienes que asimilar que no hay vuelta atrás, que no va a regresar. Blake lo vivió en primera fila y todos con él.

Los padres de Blake evitaron que una señora que parecía haberse alimentado toda su vida de palos se acercara a nosotros, el cura dio una misa corta, y los encargados del panteón de su familia se encargaron de cargar el ataúd hasta su interior haciendo diversas marcas ceremoniales en la madera.

Blake al ver esto comenzó a apretar mi mano temblando ligeramente, reteniendo las lágrimas todo lo que podía.

–Y que el ángel descanse en paz –Cerró la misa él cura dejando que cerrarán la puerta del panteón.

–No puedo –Murmuró Blake incapaz de mantener la mirada.

Elliot dejó que se apoyara en su hombro y yo me pegué a él dejando que me rodeara con un brazo mientras ocultaba su cara en el hombro de Elliot.

Yo si miré hasta el final como cerraban esa puerta, y nunca creí que pudiera pesarme tanto en el corazón el sonido de la madera crujiendo y cerrándose.

Los llantos desconsolados de sus padres y familiares me atravesaron los tímpanos incluso más que ayer.

Esto no me podía superar, si me superaba a mi como pretendía ser un apoyo para Blake?

Pero tuve que cerrar los ojos ocultando mi cara en su hombro tapándome los oídos, las suplicas y el dolor estaban perforándome.

–Allan? –Dudó Blake dándose cuenta de que algo estaba yendo mal.

–Está bien, está bien... –Murmuré negando con la cabeza sintiendo como me hacía separarme de él.

–Cálmate, respira –Intentó controlar la situación Blake.

–Estoy bien, no pasa nada –Respondí intentando controlarme.

Blake no podía preocuparse, no por mi. Al abrir los ojos lo vi secándose unas lágrimas antes de volver a agarrarme.

–Vámonos, no tenéis por qué pasarlo mal aquí –Contestó Elliot intentando que comenzáramos a caminar.

Sin poder evitarlo terminamos saliendo del cementerio empujados por Elliot y seguidos por sus padres.

–Que ocurre? –Dudó su madre una vez nos detuvimos.

–No lo sé –Respondió dejando que Blake y yo nos abrazáramos.

–Te dije que no tenías que venir –Murmuró con la voz ronca a mi oído.

–Lo siento... de verdad! Lo siento! –Comencé a disculparme por instinto incapaz de dejar de temblar–. Yo no debería estar así... tú... lo siento... ese dolor... los llantos! No puedo... debería estar apoyándote!

La medicación sentía que ni siquiera me estaba haciendo efecto, todo ese llanto y dolor se había quedado grabado en mi cuerpo haciéndome temblar sin dejar que se fuera de mi cuerpo abrazando y aporreando al mismo tiempo a Blake.

Llegada (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora