Llegada (Yaoi/BL)

Epílogo

–Crees que estará bien? –Dudó nada convencido.

Pero todo lo referente a esta habitación le daba inseguridad.

–Le va a encantar –Contesté dándole un beso en la coronilla.

Pasando mi brazo por su hombro admiramos juntos la pared de la habitación terminada inundada de flores dibujadas en todas sus esquinas.

Habíamos terminado al fin con ella.

–Estoy nervioso –Comentó terminando de admirar la pared para girarse y abrazarme.

–Es normal, pero todo va a salir bien, lo hemos organizado todo durante un año, no hay nada que temer –Le di ánimos aceptando su abrazo y aprovechando para seguir besándolo.

Una vez se sintió más calmado cogimos nuestras cosas, cargamos el coche y salimos al fin dirección nuestra antigua residencia.

Tres años, ya habían pasado tres años desde que estábamos saliendo, dos desde que habíamos dejado la residencia y uno desde que nos habíamos mudado a la ciudad de la residencia central comenzando con nuevos retos.

Nuestra compañera Lana nos había dado trabajo para adaptarnos, era cabezota y dura, no conocía a nadie que se impusiera mejor que ella, pero nos había demostrado con el tiempo que al final era un cacho de pan con mucho carácter. En cierto modo ambos sabíamos que ella era la que más había tirado de Allan a la hora de enfrentarse al campo de batalla y había conseguido que ahora mismo él estuviera aquí siendo el supervisor de los deltas nocturnos mientras yo ya ejercía como mano izquierda de Elliot.

Bueno, también para conseguir este puesto mucho había hecho con sus exámenes, se sacó la especialidad con matrícula de honor en todas las asignaturas casi sin tocar un mísero libro, y yo que lo había conseguido con las notas normales... pero aún así estaba orgulloso de él, habíamos superado más cosas de las que me había llegado a imaginar.

Realmente a todos nos había ido bien, Zaira mantenía una vida tranquila con el delta de administración, Luke y Mar de vez en cuando nos llamaban y hablábamos tal vez durante horas sobre cómo iban las cosas, incluso London volvió a dirigirle la palabra a Allan una vez abandonó sus miedos, actualmente vivía en la residencia central tras haber perseguido a Allan hasta aquí pidiendo de rodillas si hacía falta que le enseñara a manejar la katana como él mejor sabía.

Si... mucho tiempo había pasado y todo parecía ir bien.

Después de varias horas de viaje bajamos del coche y comencé a sentir los mismos nervios que él, incluso me sudaban las manos, esto había sido un proceso complicado y al final estábamos aquí... lo habíamos conseguido.

–Lo llevas todo? –Preguntó Mar tras saludarnos apareciendo Hana por la puerta.

–Si! –Contestó con nervios y miedo al mismo tiempo.

–Ya sabéis que cualquier cosa y podéis llamarme –Recalcó Luke dándome unas palmadas en el hombro haciéndome reaccionar.

Hana también había crecido después de este tiempo, pero siempre con el pelo largo para tapar su cicatriz.

Con miedo pero sin poder eliminar la sonrisa de su cara se plantó delante nuestra con su maleta dejando que yo fuera quien la cogía para meterla en el coche.

–Puedo llamarte papá? –Preguntó en los brazos de Allan.

–Claro que si, todas las veces que quieras –Respondió sonriéndole dejando asomar las lágrimas a sus ojos.

–Y a ti también? –Dudó ahora dirigiéndose a mi al ver que me acercaba.

Los abrace a ambos haciendo que Hana se quejara por quedar en el medio y le di un beso a cada uno en la frente.

–Ahora lo somos –Contesté intentando no echarme yo también a llorar.

–Tengo papas –Sonrió también echándose a llorar con Allan–. El tío Luke tenía razón... tengo papas.

–Claro que si, ahora siempre vas a tener padres –Contesté acariciando su cabeza dejando que abrazara a Allan.

Al final no pude evitar que se me saltaran las lágrimas dejando que Mar me ofreciera un pañuelo para limpiarlas.

Si, habíamos pasado por muchas cosas, pero saber que todas habían dado sus frutos hacía que estuviera orgulloso de cada segundo vivido.