Capitulo #1

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El sonido del teléfono comenzó a resonar entre las paredes del lujoso apartamento, hasta que finalmente una joven de unos 23 años de edad y cabello rojizo atendió.

— Apartamento Fredbear ¿Que se le ofrece? — Respondió con una voz grave que le daba un aire sensual.

— Buenas tardes, habla The Goldenboy, nececito hablar de forma directa con Fredbear — Saludó un rubio desde el otro lado de la línea.

— Lo lamento pero Freddy Fredbear está ocupado en él momento, podría decirme para que le nececita — respondió la mujer, aunque era evidente por su voz que realmente no lamentaba nada en absoluto.

— Créame es muy importante para Fredbear, o suponiendo que usted señorita, está más interesada en dinero, para la fortuna del actor — Argumentó con voz desafiante, pues sabía por carne propia lo propenso de las relaciones por interés por las que pasaban los famosos.

— Ah si, vale deme un minuto — Respondió la joven con disgusto, aunque de cualquier modo no se negó.

Por el teléfono se escuchó como la mujer se levantó y dió un par de pasos.

— Osito — Se le escuchó llamar con una voz chillona y "tierna" que realmente era evidentemente falsa — Te nececitan al teléfono.

— Zoe estoy en la ducha, que se aguanten — Se logró escuchar a la distancia una voz claramente fastidiada.

— Créeme osito, esto de verdad te interesa — Insistió la mujer fingiendo interés.

— Agh joder, pásame el teléfono Zoe — Se escucha como el teléfono cambia de mano — Mande.

— Freddy, mi amigo — Saludo alegre el rubio al otro lado del teléfono.

— ¿Golden? — Dudó incrédulo — Amigo pero que sorpresa ¿A qué se debe el placer? — Preguntó con entusiasmo mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

— ¿Acaso no escuchaste los rumores? Grabaré una nueva película y tú mi amigo tienes que participar, te llamé directamente ya que esto es muy importante — Respondió el rubio.

— Claro, tan solo dime cuando y ahí te veo.

— Que tal si nos vemos en esa disco en New York el sábado a las ocho ¿aún la recuerdas?

— Por supuesto, te veré allí compañero — Accedió gustoso y cortó la llamada.

— ¿Quien era? — Preguntó la pelirroja un tanto fastidiada.

— Un viejo amigo, Zoe — Respondió primero tratando de sonar indiferente ante lo posesiva que era la mujer — Nada que te importe ¿Si? — Agregó ahora con una actitud más grosera y se dirigió a su habitación.

— Idiota — Alegó entre dientes mientras regresaba al inmenso sillón

En la habitación él castaño discutía con una entidad invisible para los demás.

— ¿Que te pasa Fred? siempre eres tan cortante con todas las chicas con las que salimos — Alegó mientras se vestía.

— Ya te dije que esa chica no me agrada, amigo estas tan desesperado que sales con la primer idiota que se te declare, que no ves que la perra de Zoe solo quiere nuestro dinero — Justificó el "fantasma" mientras le daba la espalda a Freddy en espera de que terminara su tarea.

— ¿Crees que soy idiota Fred? Esta más que claro, ella solo es otra del millón, pero si deseas que le cortemos habla claro, terminaremos quedando como patanes — Reclamó poniéndose la camiseta — Ya puedes voltear.

— En fin, con respecto a la llamada, ¿Crees que sea buena idea unirse al filme? — Indagó ahora mirando a Freddy.

— Claro, según tengo entendido la idea va por buen camino, además acabamos de terminar con la grabación de a segunda vista esto podría ser entretenido.

— Vale, preparemos las maletas — Continuó tomando el control del cuerpo con total libertad, con el tiempo, los dos jóvenes se habían acostumbrado a sobre llevar su vida con normalidad y Fred tenía la total libertad de tomar el cuerpo cuando quisiera, ya que ahora si sabía cuidarlo — Zoe llama a Alex, dile que reserve un vuelo para el viernes en la mañana — Ordenó desde la habitación.

— Enseguida, osito — Respondió la chica con esa típica y falsa voz tierna.

Fred tan solo torció los ojos ante su hipócrita "novia".

(....)

El castaño miraba por la ventana absolutamente aburrido. Por esta tan solo se visualizaba un radiante cielo con una multitud de nubes que impedía que se viera la tierra.

— ¡¡Freddy!! — Gritó Fred desde el asiento de junto (Sí, Fred insistía en que reservarán un asiento para él solo).

— ¿Eh? ¿Qué pasó Fred? — Preguntó con voz baja para evitar que le viesen hablando solo.

— ¿Qué no escuchas que el teléfono lleva sonando 10 minutos? — se quejó.

— Oh — tomó el teléfono y marcó de nuevo — era Zoe, no se que quiere — respondió posando su teléfono junto al oído derecho.

— ¡¡Freddy!! ¡¿Porque mierda no contestas?! ¡¿Estas de farra, vago?! — se escucharon los reproches de la joven desde el otro lado de la línea.

Fred se enfadó y tomó el control.

— ¡¿ A ti que mierda te pasa histérica?! ¡¿Ni siquiera ha aterrizado el puto avión?! — Alegó y guardo silencio por unos segundos — Mejor nos damos un tiempo — Agregó finalmente más tranquilo y colgó.

Freddy volvió a guardar el teléfono e ignorando a los demás en el avión, le lanzó una mirada amenazante al pelinegro.

— la estúpida se lo busco, deberías estar agradecido de librarte de la loca — justificó Fred.

— Se que tienes razón, pero eso no significa que esté bien sentirse cómodo con la situación.

— Vale, al menos descansaremos un par de días en la ciudad de New York, tal vez conozcamos algunas rubias lindas — dijo el pelinegro con picardía.

— Ya lo discutimos Fred, será trabajo, nada más — Recalcó con un semblante serio y se reclinó en la amplía y cómoda silla ya que estaba en primera clase — Tomaré una siesta, despiertame antes del aterrizaje

(....)

— Fred, por quinta vez, la discoteca está cruzando el norte de Central Park y estamos caminando hacia el sur de la ciudad — Alegó exhausto de dar vueltas.

— La disco está por aquí ya te lo digo yo — Insistió el pelinegro en control del cuerpo.

— Fred, solo admite que no distingues el norte del sur y tomemos un taxi — Suplicó con enfado.

— Bien.... Tomemos un taxi — Accedió.

Finalmente le dieron las indicaciones al chófer y llegaron al lujoso bar, la entrada estaba abarrotada y había una larga fila, por suerte le dieron acceso inmediato a él castaño.

Dentro todo era iluminado por las luces disco y letreros de neón, Freddy paseó su mirada por el establecimiento en busca que su amigo.

— Freddy, por aquí — Llamó el rubio, sentado en una mesa la cual ya tenía servida variedad de bebidas, unas alcohólicas y otras no, junto a él se encontraba una rubia de ojos azules cual zafiros, vestida con una elegante y blanca blusa, que contrastaba con la negra falda que mostraba lo justo de sus largas piernas, sentada muy plácidamente, con las piernas cruzadas y una sonrisa formada en sus labios, parecía que los dos rubios se conocieran desde siempre, al castaño le tomó tiempo reconocerla, pero finalmente identificó que se trataba de esa rubia cantante de angelical voz de la que tanto hablaba su ahora exnovia, Zoe.

La rubia dirigió su mirada hacia los ojos azules del castaño, de inmediato notó como él recorría su ser con la mirada, pero en lugar de reprocharle con la mirada, le sonrió.

Freddy estaba confundido y un tanto avergonzado, no tenía idea de por que razón la rubia se encontraba sentada junto a su amigo, pero ya se enteraría.

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Trabajo, Nada Más // Freddoy //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora