Capítulo #10

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Una vez Owynn se retiró, Fred finamente se relajó, soltó un suspiro profundo y dirigió su mirada a los labios de la rubia, sintiendo un sentimiento de satisfacción al haberle privado a Owynn en descaro de sentir tan perfecto y delicado rose. Además de la ligera curiosidad de sentirlo por si mismo, mas sabía que aquel deseo era inadecuado por no decir arriesgado, así que se limitó a tomar un gran sorbo de la lata en sus manos, cubriendo disimuladamente el delicado sonrojo en sus mejillas.

— Gracias.... — Logró escuchar el apenas audible murmullo de la oji-azul sintiendo como una sonrisa se colaba en su rostro.

— Chicos.... — Llamó Golden con agotamiento mientras paseaba su mano por su rostro en un intento de aullentar el sueño en su ser — Me disculparan, pero me muero de sueño y esa cerveza no ayudó mucho — Se disculpó tomando la ya vacía lata de alcohol y tirándola en un cesto cercano.

— No necesitas explicarte primito, ve y duerme — Dijo la menor con una sonrisa comprensiva.

— De acuerdo — Mencionó sin más y se retiró a la habitación para poder dormir un poco.

El sonido del click de la puerta generó una subida en el pulso de Fred. Se encontraba a solas con su rubia amiga y con aquel deseo aún latente en su interior, tomó otro gran sorbo pero no podía continuar así, no quería ni pensar en la idea de embriagarse junto a la chica, quien sabe con que estupidez podría salir.

— Deberías ser cuidadoso con esa lata, apenas son las 9:00a.m y ya andas tomando — Reprochó la rubia con una actitud más divertida que otra cosa.

— Creeme, la hora es lo que menos me preocupa ahora — Declaró Fred dejando la cerveza sobre la mesa para así intentar no permitirse beber mas.

— ¿Entones que podría ser? — Dudó enigmática acercándose peligrosamente al rostro de Fred, empinandose ligeramente para tratar de ponerse a la altura del chico, acelerando aún más el corazón del mismo.

— N-nada importante — Repuso retirando su rostro con brusquedad y tomando la cerveza nuevamente.

— ¡Freddy! — Le reprochó ahora un poco más seria.

— P-perdón, ahora si le paro — Se disculpó tirando la ya vacía lata en aquel cesto.

— ¿Te la tomaste toda? — Dudó incrédula.

— Si, pero esa la última, y estoy bien — Declaró nervioso.

— Vale, pero ni una gota más, además ni siquiera has desayunado, te caerá peor con el estomago vacío — Alegó cuál madre amorosa, actitud que le parecía sumamente adorable al pelinegro.

— Si.... Entonces que tal si vamos a desayunar — Sugirió ignorando lo que acababa de hacer. Hasta que finalmente pensó.

— Idiota — Mencionó finalmente Freddy, quien se había mantenido callado todo ese tiempo y decidió hablar solo para recalcarle a Fred la estupidez de su acto, pues esta muriendo de nervios ahí solo con la rubia y en lugar de retirarse sutilmente se ofreció voluntariamente a pasar aun más tiempo a solas con ella y no solo eso sino que en lo que algunos podrían llegar a interpretar como una cita aún cuando claramente era solo una salida de amigos ¿No?

Rogó mentalmente que la rubia se negara de una u otra forma, aunque eso quizás lo hubiese decepcionado más de lo que estaba dispuesto a admitir.

— Oww.... Suena bien para mí, si tú quieres — Dudó ligeramente nerviosa al notar como el chico se tensó de repente.

— C-claro, me encantaría.... ¡D-digo! E-esta bien — Accedió aún más nervioso con la respuesta de la chica.

(....)

Trabajo, Nada Más // Freddoy //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora